La amenaza del bloqueo total del Herodes Donald Trump, es permanente desde el año 2019, cuando impuso como presidente de Venezuela, al exdiputado rastrojo Juan Guiado, la administración Trump, había estado trabajando furiosamente para empujar al presidente Nicolás Maduro, fuera del poder. De hecho, el entonces presidente Donald Trump incluso había reflexionado públicamente sobre ejercer "una posible opción militar, si fuera necesario", para hacer frente a Venezuela. El día antes del discurso de Maduro ante la Asamblea General, Trump subió al mismo podio de la ONU, calificó la situación de Venezuela, de "tragedia humana" y denunció el "sufrimiento, la corrupción y la decadencia" que provocan los regímenes comunistas y socialistas. A continuación, el presidente estadounidense, anunció la imposición de nuevas sanciones contra miembros del círculo íntimo de Maduro. La persecución del demente terrorista Herodes Trump, es mínimo desde el año 2019, pero aún no ha podido.
Trump, el Herodes del imperio estadounidense, amplió sus esfuerzos en todo el mundo para aislar y deponer al líder venezolano, incluso imponiendo sanciones punitivas adicionales contra del gobierno venezolano, vale la pena preguntar de donde le sale tanto odio a Herodes Trump, en contra del presidente Nicolás Maduro, gran parte de esas maniobras diplomáticas se desarrollaron en público. Pero la administración también puso en marcha otra vertiente, muy secreta, de la campaña de cambio del gobierno Chavista: una iniciativa encubierta dirigida por la CIA para ayudar a derrocar al hombre fuerte de Venezuela. Esa campaña llevaría a cabo al menos una perturbadora operación de sabotaje digital contra el gobierno de Maduro en 2019. Pero la iniciativa dirigida por la CIA se quedaría muy lejos de su objetivo final. El ascenso de Guaidó en 2019 ayudó a cimentar la convicción del asesor de seguridad nacional estadounidense John Bolton de que "era hora de apretar las tuercas" a Maduro,
"El presidente de Estados Unidos, Donald Trump se quitó la máscara, dejó a un lado las excusas que antes manejó el poder imperial para justificar la hostilidad contra Venezuela, y ha declarado que viene por el petróleo, las tierras y demás activos. Estrena así su Corolario de la Doctrina Monroe, que si bien comienza con Venezuela, pretende ir por toda Nuestra América y el Caribe". Trump no está improvisando ni está loco, sino aplicando al pie de la letra el Corolario de la Doctrina Monroe. Hay un proyecto de expansión. El imperio va por Nuestra América y el Caribe. Ha comenzado con Venezuela, así que podemos imaginar lo que le va a pasar a los países que tienen gobiernos débiles y grises. Por ejemplo, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien anda guabineando, debería mirarse en el espejo de Gabriel Boric. El planteamiento de que Venezuela le ha robado el petróleo a EE.UU. es inmoral. Trump dice que la nacionalización de 1976, a pesar de que fue chucuta, debe considerarse como un robo.
Sin duda la amenaza del bloqueo total de Herodes Trump contra Venezuela es permanente. Siguen las operaciones psicológicas. Los aviones, los drones y los barcos estadounidenses, se la pasan haciendo piruetas, describiendo círculos, triángulos, cuadrados, rectángulos, hexágonos, pero siempre un centímetro más allá del sacrosanto espacio aéreo y marítimo venezolano. Periodistas supuestamente alternativos de EEUU dijeron que Trump, en su mensaje al Congreso, iba a decretar la guerra contra Venezuela. Eso no sucedió. No olvidemos que, en medio de todas estas bravuconerías, hubo una llamada telefónica desde Washington. Repicó el teléfono en Miraflores, a las 11 de la noche. Aquí hay un solo presidente y a él lo llamó
Trump, en una llamada cordial.