Que los venezolanos tengamos hoy que aguantar a estos dos males, que tanto daño han causado y siguen causando en el cuerpo de la nación y por consiguiente en la vida de millones de seres humanos, es un problema que, a nuestro entender, se deriva, principalmente, de las contradicciones internas del propio chavismo, donde se impuso la corriente reformista antisocialista dentro del psuv aliada con la oposición de derecha para impedir la emergencia de una democracia comunal, en otras palabras, detener la transición socialista, dando pie para que la corrupción de la política esté causando los daños que esta causando, por supuesto, el capitalismo consiguio esa fisura y por ahí ha inoculado toda su agresiva descomposición. Sin embargo, este hecho por sí solo, no justifica, que los venezolanos y las venezolanas no podamos ocuparnos de nuestros asuntos y niegue la competencia y la obligación de resolver este interregno de desgracias en el que estamos hundidos, si de verdad queremos salir de ésta pesadilla.
Por lo tanto, no aceptamos, que ninguna potencia extranjera intervenga ni a favor ni en contra de alguna de las dos bandas lumpenburguesas, ya que estas dos fracciones corruptas antinacionales, son claros enemigos del pueblo venezolano y deberá ser la voluntad de resolución del pueblo quien le busque una solución.
Por eso, le exigimos a los imperialistas que nos dejen tranquilos. Que harían mejor, si en vez de estar "metiéndose a donde nadie los llamó" y de estar asesinando a humildes pescadores en nuestro Mar Caribe, se dedicaran en cómo solucinar el problema de tener más de 70 millones de drogomanos en su decadente sociedad. Y, ocuparse en convertirse en un país donde predomine el trabajo productivo sobre el improductivo y dejen así de vivir del mundo como lo hacen los parásitos, amenazando y chantajeando con sus bombas nucleares de cuyas consecuencias ni siquiera ellos mismos se salvarían. En fin, lo que el pueblo venezolano les exige es que no se metan en nuestros asuntos y mucho menos con la justificación de cambiar a un gobierno corrupto y desastroso como el de maduro para colocar a uno de esquizofrénicos como el de la machado. Porque ese problema más temprano que tarde lo tendrá que resolver el pueblo venezolano.
De la misma manera, a los traidores maduristas y a los mariacorinistas esquizofrénicos, les seguimos advirtiendo, que es hora que suspendan sus disputas por el reparto de la torta, porque en esencia de eso se trata, que son por demás, absolutamente perjudiciales al bienestar del pueblo venezolano, ya que lo que están logrando es arruinar la salud mental del venezolano y hasta la misma preservación de la nación venezolana sale debilita cada vez más.
Venezuela ya no quiere ver a ninguna de las dos bandas gobernando, los quiere bien lejos donde no puedan causar más daños y desgracias. Están abusando de la pasividad y nobleza del pueblo venezolano, es mejor que aprendan y empiecen a temer y a respetar a este pueblo.
Nadie en su sano jucio desea guerra. Ni confrontaciones internas mucho menos con otra nación. El pueblo venezolano lo único que quiere es vivir en paz consigo mismo y con el mundo, quiere trabajo productivo y bien remunerado, gozar de un sistema público de educación y de salud de calidad, fomentar la actividad artística para satisfacción del espiritu libre, poder impulsar un estilo propio de conocimiento científico para resolver nuestros problemas nacionales y sociales y desarrollar un sistema agropecuario nacional que garantice la soberanía alimentaria y las tres papas en la mesa de la familia venezolana, quiere relaciones de colaboración internacional, que renazca la Patria grande que soñó el Libertador Simón Bolívar, para que los valores de uso de un pueblo se junten con los valores de uso que tengan otros y construir así un continente y un mundo de productores libremente asociados.
Entonces, le exigimos a los imperialistas, dejennos tranquilos porque pudieran provocar que se active una chispa y que esta encienda la pradera. Asimismo, a los maduristas y mariacorinistas recordarles, que las múltiples variables de presión social y antagonismos que genera el mismo sistema de explotación, desigualdad y empobrecimiento capitalista en el cual ustedes tienen sometido al pueblo venezolano, puede terminar en determinado momento, por modificar el clima politico, o sea, produciendo una revolución popular que transforme cualitativamente la realidad. Y ojalá que así ocurra.