El Secretario de Guerra de EE. UU., Pete Hegseth, instó el 30 de septiembre a poner fin a las "reglas de combate políticamente correctas" en un discurso pronunciado ante cientos de altos comandantes de todo el mundo.
"Desatamos una violencia abrumadora y punitiva contra el enemigo", declaró Hegseth. "Tampoco luchamos con reglas de combate absurdas. Desatamos las manos de nuestros combatientes para intimidar, desmoralizar, cazar y matar a los enemigos de nuestro país. Basta de reglas de combate políticamente correctas y autoritarias".
En los últimos meses, la Fuerza Aérea de EE. UU. ha atacado tres barcos en el Caribe, matando a 17 personas, alegando que traficaban drogas. La Casa Blanca también ha amenazado a Venezuela, alegando sin pruebas que el presidente Nicolás Maduro lidera un cártel de la droga.
Human Rights Watch (HRW) declaró que los ataques constituyeron "ejecuciones extrajudiciales ilegales".
Está claro que el gobierno de Washington es prepotente no tiene el menor respeto por las leyes internacionales y la vida de las personas. Que Estados Unidos es un país delincuente está claro con su apoyo como leal subalterno de Israel el país más criminal del mundo. No debe permitirse que la sede de las Naciones Unidas esté en territorio norteamericano donde Washington puede denegar el acceso a quen le parezca como acaba de suceder con el Presidente de Colombia Gustavo Petro porque a Marcos Rubio le molestó el señalamiento certero de Petro de que los cómplices del narco tráfico no están en Latino- américa sino cerca de la torre que Trump tiene en New York que es donde se lava el dinero procedente de lasdrogas y los capos de los carteles residen cerca de la mansión de Trump en la Florida. No puede tolerarse que un país que delinque sin pausa contra las normas de la ONU sea la sede de la organización internacional de mayor jerarquía como cuando por ódenes de Israel negó la visa de entrada a Estados Unidos a la delegación de 17 delegados palestinos que en nombre de Palestina iban a asistir a las sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Durante su discurso, Hegseth también pidió poner fin a la cultura "woke" en el ejército.
"La era del liderazgo políticamente correcto, excesivamente sensible y que no hiere los sentimientos de nadie termina ahora mismo", declaró Hegseth mientras hablaba en una base del Cuerpo de Marines en Quantico, Virginia.
Hegseth pidió "no más división"