Invasión que podría transformarse en una revolución popular y continental

El pueblo venezolano siempre abogará por la paz. Sin embargo, para cada acción hay una reacción. Y en el supuesto caso de que el grupo de megalómanos de supremacístas blancos norteamericanos, se atrevieran a agredir militarmente a Venezuela, con absoluta seguridad la respuesta del pueblo será defenderse. Sin embargo, en ningún caso, saldrá a defender al calamitoso y desastroso gobierno de maduro, o las propiedades de los explotadores de fedecámaras, y mucho menos para entregarle el poder a una esquizofrénica asesina como mcm. El pueblo venezolano deberá aprovechar las circunstancias para responder convirtiendo cualquier agresión militar de los gringos en una revolución popular anticapitalista. 

Consideramos que así debe proyectarse el probable escenario por parte de las fuerzas populares. Si el imperialismo norteamericano en declive se atreve a llevar a cabo una agresión militar, se pondrían en marcha una cadena de acontecimientos difíciles de prever, a pesar de eso, creemos que el accionar de todas las organizaciones revolucionarias, nacionalistas por muy desarticuladas y débiles que hoy estén sus capacidades y fuerzas, debe consistir en hacerse inmediatamente del control politico militar del territorio nacional y en estrecha coordinación con el pueblo grancolombiano ( Panamá, Ecuador, Colombiano y Boliviano) para impedir que los "asesinos de masas",  como los cataloga el presidente bolivariano Gustavo Petro, dominen nuestros suelos e implanten el terror. En este sentido, no hay tiempo que perder, desde el chavismo auténtico hacemos un llamado a la creación de una verdadera fuerza material que impulse y dirija tanto la defensa de la patria y asuma la dirección de la revolución.

Porque se trata de transformar la guerra defensiva en una revolución popular socialista anticapitalista y antiimperialista y extenderla, en la medida de lo posible, a una guerra de clases continental, una revolución socialista de los pueblos grancolombianos. Ya que de antemano se sabe que la agresión imperialista contará como ha ocurrido siempre, con el apoyo de las oligarquías latinoamericanas, lo que conduce en si mismo, a que la revolucion adquiera un contexto continental y un carácter anticapitalista. 

Hay que dejar claro también, que el objetivo esencial de una agresión militar del imperialismo a Venezuela no son los jerarcas del madurismo, sino el pueblo venezolano y su petróleo. Para el imperialismo norteamericano  derrotar al pueblo venezolano tiene una importancia politica y simbolica, porque este pueblo de Bolivar y Chávez quiere y está dispuesto a ser libre, porque los gringos conocen en que ese valor histórico de la venezolanidad significa libertad e igualdad y voluntad de vivir, y que ademas los venezolanos cuentan con inmensas riquezas petroleras para financiar la demostración que otro mundo sin amos ni esclavos y en paz con justicia social es posible.

En consecuencia, y anticipándonos a un escenario como el anteriormente descrito, es impostergable que el movimiento popular revolucionario comience a presionar para que se den pasos efectivos respecto a la liquidación de la formación social burguesa  tal cual lo caracterizó el mismo Chávez en la presentación del Plan de la Patria original 2013-2019. Es decir, es urgente la liquidación del estado burgués. Con el agravante de que el mismo gobierno de maduro es a la vez estado, pero sin el más mínimo apoyo del pueblo, lo cual coloca al madurismo incapacitado y sin la legitimidad de liderar y dirigir la defensa del país.

 Por ende, el pueblo trabajador empobrecido venezolano no tiene nada que mejorarle al actual estado, pero si una gran tarea por anularlo y sustituirlo por un estado nuevo, uno comunalizado. La amenaza de invasión de los gringos es una excelente oportunidad para encadenarla a la convocatoria de todo el pueblo a la transformación comunal del estado. 

En este sentido, es apremiante que las expresiones organizadas del movimiento popular junten sus fuerzas y se transformen en una verdadero instrumento politico, y se hagan de una economía política comunal inspirada en los intereses superiores del pueblo, que aliente en el colectivo social un aprendizaje cooperativo crítico para orientar en teoría y práctica la formación general en el arte de la política y en la del saber enseñar qué revolución hacer, con quién se puede hacerla y contra quién hacerla, además, cómo mantenerla hasta llegar al punto de no retorno. Se trata de producir una ruptura con el desastroso capitalismo y echar los sólidos cimientos de una cultura de lo común y de su defensa incluso de sus propias faltas.

Pero, una economía política comunal que tenga un estrecho contacto con la realidad, dirigida por las mismas clases trabajadoras emancipadas requiere de un nuevo estado de deliberación permanente y continua, donde toda la sociedad esté en condiciones de igualdad. Ese estado deberá liquidar las viejas e inservibles instituciones mantuanas como gobernaciones, alcaldías y concejos municipales y levantarse sobre nuevas instituciones: comunas, ciudades comunales y confederación de ciudades, a través de las cuales se garanticen el derecho de todo el pueblo venezolano a ejercer la democracia directa, participativa y protagónica y donde se construya el bien común. En todo esto, la planificación democrática de la producción tiene un papel central. Es decir, las ciencias y la ética tienen un arduo trabajo que hacer.

Ciertamente, la aparición del estado comunal sería, utilizando la famosa metáfora de Stendhal, como <<un pistoletazo en medio de un concierto>> es decir, vendría a desbaratarle el festín y el jugoso negocio de confort y corrupción a los burócratas reformistas antisocialistas madurocorinistas, que les interesa seguir sosteniendo el viejo estado burgués para así conservar su hegemonía. Derrumbar el estado burgués, entonces, signifuca es dar un paso de gigantes y situar la revolución comunal socialista  tocando las puertas del poder en Venezuela.

Por lo antes expuesto, es que en la Dirección Nacional del Chavismo Auténtico creemos  e insistimos en que se deja sentir la necesidad de organizar una Junta Patriótica de Salvación que se ponga al frente de la dirección política de la patria y de la revolución, a eso estamos apostando y fraternalmente invitando a todas y todos los revolucionarios a construir esa suprema obra, por eso hay que hacer a un lado la arrogancia, el sectarismo y la estupidez dogmática que para lo unico que ha servido es para obstruir hacer la revolución. La mejor estrategia es tomar todas las rutas físicamente posibles combinándolas todas ellas.

 


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Arnaldo Aguilar Dorta


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