En un contexto global donde la lucha contra las drogas es un tema candente, resulta imperativo analizar la situación de Venezuela a la luz de los informes de la Oficina de las Naciones Unidas dedicada a Drogas y Delitos. Durante los últimos 15 años, se ha evidenciado que Venezuela no solo no es un país productor de drogas, sino que también carece de instalaciones para su procesamiento. Además, el país no se presenta como una ruta común de tránsito para las drogas que se distribuyen desde Colombia hacia Europa y Estados Unidos.
Según los datos proporcionados por la ONU, apenas un 5% de la droga producida y procesada en Colombia podría transitar por nuestras fronteras. En contraposición, un abrumador 87% de esta droga se mueve a través del Océano Pacífico, con destinos en Estados Unidos, utilizando puertos en países como Ecuador, bajo el gobierno de Daniel Noboa, y Perú, dirigido por Dina Boluarte, ambos considerados como regímenes autoritarios en América del Sur.
Es importante destacar que el informe de la ONU también resalta los esfuerzos significativos del Gobierno Bolivariano en la lucha contra el narcotráfico. Entre enero y agosto de este año, las fuerzas del Estado, en colaboración con la Unión Popular y las instituciones militares y policiales, han incautado aproximadamente un 70% de esa pequeña proporción del 5% que podría haber transitado por Venezuela. Estas cifras posicionan al país en una destacada posición en comparación con otros países del mundo en su lucha contra las drogas.
Desde la llegada del Comandante Chávez al poder, Venezuela ha mostrado avances tangibles en su combate contra las mafias del narcotráfico. La decisión de dar por concluido el convenio entre la DEA y Venezuela marcó un hito en la soberanía del país y en su enfoque hacia la seguridad nacional. Este cambio ha permitido que las autoridades venezolanas implementen estrategias más efectivas y adaptadas a las realidades locales.
Es fundamental reconocer que Venezuela se ha consolidado como un territorio libre de siembra y procesamiento de drogas, así como un país que se esfuerza por combatir el narcotráfico con determinación y compromiso. A medida que continuamos enfrentando este desafío global, es crucial que se valore el papel de Venezuela en esta lucha y se desmitifiquen las narrativas que intentan vincular al país con el narcotráfico sin fundamento. La realidad es clara: Venezuela está comprometida con la erradicación de las drogas y sus mafias, reafirmando su soberanía y su papel en la región.
Venezuela además es el País más Seguro
Además de su compromiso en la lucha contra el narcotráfico, Venezuela se destaca como el país más seguro de América Latina, con una tasa de homicidios notablemente baja de 1.92 por cada 100 mil habitantes. Este dato resalta la efectividad de las estrategias implementadas, como los Cuadrantes de Paz, que han sido fundamentales en la reducción de la criminalidad y la violencia en el país. Estos programas han permitido una mayor presencia policial y un enfoque comunitario que promueve la colaboración entre las fuerzas de seguridad y los ciudadanos, lo que ha contribuido a crear un ambiente más seguro para todos.
La reducción tangible del delito se evidencia especialmente en el estado Carabobo, que se posiciona como el líder en seguridad gracias a las políticas aplicadas por el Presidente Nicolás Maduro y el Gobernador Rafael Lacava. La coordinación entre diversas instituciones de seguridad, como la Policía Nacional Bolivariana (PNB), la Policía de Carabobo, el CICPC, y otros organismos, ha sido clave en este proceso. La colaboración entre estas entidades y el Poder Popular ha permitido una respuesta más efectiva ante el crimen, consolidando un modelo que no solo busca la represión del delito, sino también la prevención y la construcción de una sociedad más pacífica y cohesionada.
