La Paz reina en Venezuela

Si por algún evento de nuestra historia tendríamos que comparar la gesta librada este sábado 23 por nuestro Gobierno Bolivariano, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el Pueblo venezolano, sin duda, es con la gesta independentista de la batalla de Carabobo. La locación, en esta oportunidad, no estuvo ubicada en el corazón de nuestro territorio, sino en nuestra frontera occidental terrestre y marítima (Colombia, Aruba, Curazao y Bonaire), y al sur con Brasil. Se trató de una confrontación, que abarcó una inmensa porción de nuestro territorio y que tocó enfrentar a un solo enemigo: el gobierno de Donald Trump. Las acciones se iniciaron el día antes, el 22, con un concierto en la población de Cúcuta, que fue respondido con otro en nuestro Estado Táchira, muy cerca del puente que separa ambas poblaciones fronterizas. Ambos eventos transcurrieron en sana paz, aunque con discursos y canciones totalmente antagónicas pues mientras desde el lado venezolano se reforzaban los conceptos de paz y hermandad entre ambas naciones; del otro lado de la frontera, los artistas y políticos allá presentes, se desparramaban en discursos y proclamas a favor de la guerra y llamados a la muerte del Hno. Presidente Nicolás Maduro, y demás personalidades que de una u otra manera se han manifestado en contra de la guerra y exhortado al diálogo entre venezolanos y venezolanas. Pasó ese día, y la única noticia discordante fue la de un supuesto "envenenamiento" de un diputado venezolano y su asistente, por supuesta comida en un restaurante en la población de Cúcuta. La realidad verdadera se conocería horas después, cuando los medios colombianos pondrían al descubierto la verdad que escondían algunos medios entre ellos los venezolanos, y no era otra sino que el diputado y su asistente, habían sido objeto de sobredosis de drogas por un par de prostitutas que habían llevado a un hotel, para una noche de orgía y placer que culminaría en el asesinato del asistente del diputado de Voluntad Popular, Freddy Superlano. Así, el susodicho diputado de VP, quien coordinaba la supuesta ayuda "humanitaria" al pueblo venezolano, bien caro le costó la noche placer. Pues bien, fuera de este evento el día 22 culminó en sana paz. Para entonces, ya la frontera desde Colombia se encontraba cerrada por instrucciones del Presidente Duque. A lo que se uniría, la orden del Hno. Presidente Nicolás Maduro quien evaluó informaciones de inteligencia posterior a ambos conciertos, que le indicaban sobre posibles eventos violentos, ordenando el cierre de la frontera el día 22. No se equivocaría el Presidente Maduro pues a tempranas hora de la mañana del día 23, una vez que el agente Guaidó había huido hacia territorio Colombiano, y una vez que se escuchara del lado venezolano una especie de campana de iglesia desde el lado colombiano, según informó la comunicadora Madeleine García, presente en el lugar de los acontecimientos, y armada con un teléfono celular con el cual brindaba cobertura de los hechos, se posicionaron tres funcionarios militares venezolanos de una tanqueta del componente GNB, y arremetieron contra las personas que se encontraban -en ese momento- sobre el puente, con la finalidad de arrollarlos y causarles la muerte, en un evidente acto terrorista que causó la herida de una funcionaria de la PNB y una fotorreportera chilena, también presentes del lado venezolano. No pudiendo saltar sobre las barreras colocadas en el puente, no les quedaría otra sino bajarse de la tanqueta y huir a pie hacia el lado colombiano, donde al grito: "tranquilo, son de los nuestros", el ex diputado y prófugo de la justicia, José Manuel Olivares, les protegía de la acción de los cuerpos de seguridad colombianos que se abalanzaron sobre estos desertores y ejecutores de un evidente acto de terrorismo. Se frustraba así, el primer falso positivo montado por la CIA estadounidense, con el cual pretendían obtener la casus belli que permitiría a la Fuerza Armada Colombiana, justificar la ansiada guerra contra la República Bolivariana de Venezuela. La actuación de TeleSur, muy en especial, de su reportera Madeleine García en el lugar de los sucesos, imposibilitaba pretender tal justificación, pues fue demasiado evidente, la autoría de los eventos con los cuales se pretendía sembrar la guerra en la frontera.

Con esa actuación, la batalla en proceso ya llevaba marcado el sello de la derrota para las fuerza de la antipatria, las fuerzas imperialistas. Y, si a eso le agregamos la actitud de la Fuerza Armada Colombiana quien se le plantó al presidente Duque, notificándole que ellos no se prestarían para una agresión contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, lo que motivó al jefe del Comando Sur de los EEUU a citar a los comandantes colombianos, sin obtener resultados positivos para sus propósitos de guerra. Igual actitud, mantuvieron las Fuerza Armadas Brasileñas, quienes no permitieron a Bolsonaro, les manejara como marionetas en función de los intereses del gobierno de Donald Trump. Primero, no permitiéndole montara bases militares estadounidenses en territorio brasileño, y luego, imposibilitándole toda tentativa de ser ellos la punta de lanza en una agresión a la Patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez, patria hermana, patria amiga de las fuerzas militares tanto de Colombia, como de Brasil.

Fracasado el falso positivo, considerado como principal, en una puesta escena de una obra teatral que no tenía otro fin sino justificar la guerra entre Colombia y Venezuela, el gobierno de Iván Duque dio carta blanca a las acciones de violencia programada por las bandas terroristas de Voluntad Popular y Primero Justicia, reforzadas con bandas criminales, contratadas en Medellín, para sembrar la violencia en la frontera y llevar la muerte a territorio venezolano, introducir camiones de supuesta ayuda "humanitaria" que quemaron a mitad del puente internacional, del lado colombiano, y como demuestran imágenes de lo contenido en esos camiones, no tenían alimentos ni mucho menos medicinas, sino pertrechos de guerra que pretendieron introducir a territorio venezolano, bajo el falso supuesto de ayuda humanitaria.

En el Caribe venezolano, tan solo Puerto Rico, se atrevió a agredir territorio venezolano, intentando introducir un carguero a nuestro territorio que fue repelido por la acción enérgica de nuestra Armada Bolivariana y devuelto a su origen. Mientras, que del lado brasileño se limitaron a una refriega que fue repelida por nuestra GNB, con bombas lacrimógenas. En definitiva, este 23 de febrero culmina con una victoria contundente para las fuerzas patrióticas, que se movilizaron masivamente en Caracas a festejar esta gran victoria sobre las fuerzas del eje del mal, encabezadas y dirigidas por el fascismo estadounidense y el KKK, Donald Trump y CIA. Para este lunes 25, el vicepresidente Mike Pence ha convocado a sus procónsules a Bogotá a reunión, redefinir sus líneas de ataque al pueblo de Bolívar y Chávez, y tomar decisiones sobre su autoproclamado que ahora se encuentra exiliado en territorio colombiano, y se convierte en un riesgo para el presidente Duque, quien debe tomar precauciones no vaya ser que el fracasado de Venezuela no pretenda ahora autoproclamarse presidente de la República de Colombia, al mejor estilo de Santander. Mientras que, en Venezuela, ya suenan los tambores de Vargas y las playas ya se llenan de bañistas y la burguesía comercial-importadora reinicia sus ataques contra el pueblo, Lorenzo Mendoza a la cabeza de la misma, propiciando despidos masivos. Se prende de nuevo, el motor de la lucha de clases, la economía reclama ahora su protagonismo nuevamente. Venezuela, seguirá venciendo las atrocidades imperialistas y la de sus agentes…



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Henry Escalante


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