Está bien que un pueblo se rebele contra un régimen opresor, tiránico y servil ante los intereses del imperialismo norteamericano. Pero también hay que poner bajo sospecha cualquier cosa que cuente con el aparente beneplácito de éste, tal como ha ocurrido en Túnez y Egipto, donde de forma aparentemente paradójica, los regímenes recién derrocados eran aliados del IMPERIO. El imperialismo parece estarse deshaciendo de sus antiguos aliados en los países árabes al convertirse éstos en un ESTORBO para su objetivo de contar con el pretexto de la democratización occidental en aras de su intervención en esa región del mundo y el SAQUEO de sus recursos energéticos. Se están manipulando los anhelos libertarios de los pueblos árabes, con la expectativa de que los fenómenos actualmente en marcha se extiendan a todo país donde haya un GOBIERNO considerado como dictatorial por la visión euro-anglocéntrica del mundo. Pero el interés norteamericano en los cambios del mundo árabe no está ni siquiera en función de esto, lo cual no es más que expresión de una coartada para terminar deshaciéndose de aquellos gobiernos que no responden a sus intereses IMPERIALISTAS.
Sacar a la calle a una buena parte de quienes adversan a un gobierno es cuestión de método y circunstancia; el método: la increíble facilidad de comunicación en el mundo electrónico de hoy; la circunstancia: una suma de inconformidades por la razón que sea en un momento dado, que casi siempre existe, con la legitima DEMOCRACIA que es el SOCIALISMO o sin el. Se trata de una circunstancia latente en espera de un método catalizador. Si algo va quedando cada vez más claro es que existe un interés deliberado, un plan orquestado y dirigido por Washington cuyo objetivo es desestabilizar a los países cuyos gobiernos no le son afines, y en aras de dar legitimidad a los sucesos vinculados con dicho plan el imperialismo no duda como siempre en deshacerse de aliados que se han vuelto incómodos en vista de los pretextos “democratizadores” utilizados para dicha desestabilización, así podemos ver que este DIABLO NO PELA UNA. ¡ OJO PELAO MI COMANDANTE EN JEFE !
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(*) Profesor: IUTE Mérida
