Piromanía y necrofilia opositora

“La violencia engendra violencia. Los actos de violencia cometidos en la "justicia", en la afirmación de "derechos" o en defensa de la "paz" no acaban con la violencia. Ellos preparan y justifican su continuación.”

Wendell Berry.

Definitivamente la oposición venezolana es incorregible. Incurable. Lo digo porque al igual que los cerdos, a los opositores le place retozar en estiércol. Como al necrófilo le anima la muerte y le rinde culto sacrificando de vez en cuando a algún inocente, segando alguna vida que le de el combustible que anhela para incendiar la pradera. Desde el ascenso de Chávez al poder, la oposición no ha hecho otra cosa que insistir en la tesis de la violencia como un instrumento que haga posible sacar del apartamento al inquilino – es decir a Chávez – así sea que para ello, tengan que quemar el edificio.

Lo hicieron durante el Golpe de Estado de abril de 2002 y lo continuaron mediante el sabotaje petrolero de ese mismo año, teniendo como programa el único asunto que les une y que es el odio que sienten por Chávez. Ahora todo parece indicar que vuelven por sus fueros. A pesar de que todos sus voceros insistentemente dicen a través de sus propios partidos políticos y en los medios de comunicación devenidos en eso que les apoyan, que su objetivo estratégico lo constituye las elecciones parlamentarias en ciernes y adueñarse de la mayoría en el seno de la Asamblea Nacional, es absolutamente claro que en paralelo, tras bambalinas otro plan avanza con los mismos actores y en distintos tiempos, diseñado con la finalidad de generar violencia y activar la agenda de la conspiración y el golpe de estado.

Allí en Mérida yacen aún inertes los cuerpos de dos estudiantes – venezolanos, no distingamos de que bando son – que fueron vilmente asesinados, según palabras del gobernador de la Entidad, por un francotirador que al igual que en el Centro de Caracas aquél fatídico 11 de abril, una vez que realizó su “trabajo”, dejó tras los muertos, confusión, miedo y la justificación perfecta que todavía hoy sostenían los “manitas blancas”, para convulsionar la ciudad de Mérida y tomar en horas del mediodía las instalaciones de Venezolana de Televisión - ¡esa basura del canal 8, va fuera del aire! Enrique Mendoza, remember – mediante una manifestación no autorizada y que se produce a raíz de la negativa de RCTV de cumplir con la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión y de su salida del aire, por esa misma causa.

Ayer mientras toda Venezuela disfrutaba la gran final Caracas – Magallanes, que desde hace más de una década no se escenificaba en nuestro país, los “manitas blancas”, repetían a voz en cuello y con franelas blancas alusivas al canal de televisión de marras, “Chávez tas ponchao” – ese mismo eslogan lo usaron en su marcha del 23/01 – y que denota no solo una absoluta falta de respeto por nosotros los ciudadanos, sino un profundo desprecio hacia los deportistas y su afición, a quienes de ahorita para ya y con una frase ayuna en propuestas, pretenden arrastrar en su agenda de violencia y muerte, olvidándose por completo que fueron precisamente ellos los que durante aquel paro criminal de mas de 2 meses, nos dejaron, sin gas, sin gasolina, sin alimentos, sin navidades y sin béisbol!!!!!.

Debo confesar que a la sazón de los muchos problemas que sin duda tenemos – inseguridad, racionamiento eléctrico, restricción del servicio de agua y demás yerbas – yo mismo tenía mis dudas, respecto a la posibilidad real que teníamos de ganar la mayoría de la Asamblea Nacional. No obstante viendo a estos piromaniacos y necrófilos opositores, adelantando esas dos agendas, donde alternativamente son demócratas y fascistas, ahora no tengo incertidumbre alguna de que no solo ganaremos la mayoría parlamentaria necesaria para consolidar el proceso revolucionario, sino de que seremos capaces de derrotar la conjura y seguir avanzando. Claro está, dependerá también de que nuestro gobierno ajuste sus planes y haga posible que los riesgos que ahora enfrentamos se minimicen y que de manera concomitante, nuestro pueblo se mantenga alerta y movilizado. Recuérdelo Presidente, este pueblo salió a la calle el 27 de febrero de 1.989 a buscar una patria por siempre negada y pospuesta y aún no se ha regresado a su casa. No permita que en la escogencia de sus nuevos colaboradores en el Ejecutivo y en la elección de nuestros candidatos al Legislativo, se marchite esa esperanza.


rubenvillafa@hotmail.es



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Rubén Villafañe


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