Lechería, el trapiche

Los dirigentes que han hecho vida política en el municipio Urbaneja, han tenido malas experiencias al dejar el cargo de burgomaestre. No se sabe si es cuestión de suerte o la misma poca experiencia con que llegan a tan alta posición. Los votantes de esa localidad tienen la virtud de enamorarse de los candidatos o de los partidos políticos, castigándolos a la vez con la misma fuerza con la que los apoyaron. En ese sentido se parecen mucho a los caraqueños, los capitalinos amaron a Wolfang Larrazábal y posteriormente a Uslar Pietri, después ni frio ni calor. La historia del trapiche se inicia cuando Lechería en calidad de parroquia se separa del municipio Simón Bolívar, cuya capital es Barcelona. El primer alcalde fue destituido por sus compañeros de gobierno local, la mayoría de los concejales lo sacaron nombrando a un joven de apellido Bedoya, este vendió terrenos de CAZTOR y puso fin a su carrera política al igual que el primer alcalde. El primero por ser ingeniero se dedicó a la contratación de obras con los gobiernos de turno pero nunca aspiró cargo de elección popular. Si las fuentes no se equivocan estuvo encargado otro burgomaestre de apellido Prieto, salió marchándose a los Estados Unidos. De allí apareció Alexis Ortiz, con toda la experiencia de dirigente nacional, montó una carpa y desde allí enamoró a los habitantes de Lechería para ser electo alcalde, se marchó, y dicen que vive en Miami. Gustavo Marcano llega en una ola de Primero Justicia con la suerte de contar con la amistad de Tarek William Saab quien desde la gobernación le ayuda construyendo varias obras en Urbaneja, Pero desafortunadamente para ´él se enamoró del poder queriendo aspirar la gobernación sin tener piso político regional, a eso hay que agregarle el error de dejar a la señora madre como candidata a la alcaldía, en ese escenario, Víctor Hugo Figueredo, quien se desempeñaba como prefecto se molesta y aspira convertirse en la primera autoridad civil de los morreños. Gustavo y la mamá pierden las elecciones convirtiéndose Víctor Hugo en el nuevo alcalde de Lechería, sin partido político, como independiente y el apoyo de la rabia de la gente contra Marcano. Figueredo aunque hizo una vuela gestión, tenía un jefe de prensa que no supo difundir su obra, dedicándose exclusivamente a escribir artículos de opinión para la prensa, después le dio responsabilidades organizativas a un joven ambicioso que solo pensaba en él a los extremos que en un año perteneció a 3 partidos políticos. Eso hizo que Marcano al momento rompiera con la maldición de los alcaldes de Lechería, recuperó la alcaldía y Víctor Hugo desapareció de la política. Pero la suerte de Marcano no le duró mucho tiempo, cuando su popularidad estaba en el suelo, quiso darle patente de corso a los guarimberos irrespetando la disposición del Tribunal Supremo de Justicia, lo que le causó su destitución y la posterior huida al exterior. Lo agarró también el trapiche de Lechería.

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Andrés Márquez

Diputado Regional por el Estado Anzoátegui

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