Las nuevas realidades del mundo han abierto el abanico de múltiples oportunidades y ha estimulado la creatividad, los sueños y las esperanzas de la gente.
Hoy ya no resulta tan atractivo ni fácil tener acceso a un trabajo en la administración pública por diferentes razones, buena parte de la población económicamente activa busca trabajos mejor remunerados, no quieren vivir atados a la estructura clientelar del Estado, y esa actitud para ambos resulta favorable, pues el Estado tendrá que reducir su carga burocrática, elevar los salarios y remuneraciones en forma atractiva, e ir creando una plataforma humana que sea lo más eficiente posible.
En razón de ello Los Emprendedores entran a jugar un papel muy importante en la economía del país, ellos son un eslabón que puede dinamizar, diversificar y activar la economía venezolana hacia mejores derroteros, lo que debe aprovecharse conjuntamente con los colosales recursos que genera el ingreso petrolero para diversificar la economía monoproductora , y disminuir asi la carga económica del país que gira casi exclusivamente en torno al petróleo.
Los emprendedores pudieran clasificarlos en formales y no formales para efectos de este análisis, puesto que la academia produce y forma talento humano en diferentes disciplinas que bien pueden hoy entrar a desarrollar emprendimientos, pero también los hay sin la formación rigurosa de la academia, pero igualmente con un cumulo de conocimientos y saberes importante, para emprender actividades generadoras de bienes y servicios.
Un emprendedor necesita básicamente tres condiciones para lograr ser exitosos: saber qué hacer? cómo hacer? con qué hacer? y cada una de estas interrogantes tiene su asertiva respuesta, si hay organización y disciplina para el trabajo, unido a un sector público y privado dispuesto y consiente de la necesidad de tal o cual emprendimiento, para apoyarlo y hacerlo viable.
El Táchira tiene buenas universidades, Escuelas Técnicas y Tecnológicos en la formación de recursos humanos en variadas disciplinas, si a esos egresados se les estimula a la organización de empresas para poner en práctica sus ideas formuladas en tesis de grado, en pasantías o simplemente en sus inquietudes profesionales, de seguro que no va el Táchira a seguir siendo solo un productor de recursos humanos calificados y especializados del país, sino que puede perfilarse como un centro incubador de empresas de base tecnológica, que a su vez sirvan para reactivar las zonas industriales y el aparato productivo regional.
De otra parte hay repartido en todo el territorio estadal gente emprendedora y visionaria muy capaz que algunos denomina tecnólogos populares, quienes realizan un papel preponderante en sus comunidades al convertirse en el soporte técnico para la solución de problemas locales, con una destreza y capacidad que asombra y que debe estimularse.
La Gobernación del estado Táchira, puede implementar un fondo de financiamiento para los emprendedores y soñadores tachirenses, con el fin de apoyarlos a hacer realidad su sueño o propuesta, con la certeza de que el éxito estará garantizado, dada su viabilidad y pertinencia y así contribuir a valorar el conocimiento de esos emprendedores, muchos de ellos trabajando en áreas completamente opuestas a su formación y disciplina
imaginemos por un momento las zonas industriales de Ureña, Paramillo, Barrancas y La Fría, así como localmente los municipios que tienen pequeñas zonas industriales, con grupos de emprendedores en diferentes disciplinas trabajando en la producción de tantas cosas que el país y la región demanda, generando empleo digno y estable, creando riqueza y bienestar, y además dinamizando la economía de fronteras que hoy pudiera ser muy favorable a Venezuela si el aparato productivo regional estuviera en plena producción para abastecer el mercado local y cubrir parte de la demanda de la vecina Colombia, si eso fuera así, qué seria hoy el Táchira?
Cuantas tesis de grado, trabajos de grado, pasantías y propuestas, están durmiendo en los anaqueles de las bibliotecas o en casas particulares, sin que haya un despertador y motivador de sueños y que necesariamente debe ser el Estado junto a la empresa privada, que le inviertan al conocimiento para llevarlo a la práctica, convirtiendo al Táchira en un verdadero emprendedor.
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