En Mérida, la ciudad de los caballeros, existe un hermoso complejo deportivo hecho por la revolución con el nombre de Cinco Águilas
Blancas, nombre tomado de una bella leyenda de origen indígena.
En dicho complejo, entre varias grandes edificaciones deportivas, se encuentran 10 canchas de tenis que comenzaron dando el servicio para la cual fueron construidas: Un uso gratuito a todo persona que cumpliera con un mínimo de condiciones tal como el uso de un calzado adecuado para no deteriorar las canchas.
Hace algunos meses a alguien se le ocurrió cobrar un cuota anual para tener derecho de jugar, aunque no es un monto grande hay personas que no lo pueden pagar y por lo tanto no les permiten jugar.
Quienes administran estas canchas tienen algunos criterios para decidir quien juega o quien entrena, que no están claros. Es necesario que las
autoridades del M.P.P. para el Deporte hagan una averiguación de primera mano sobre este caso que deja mal parado el proceso por el que estamos pasando; es bueno recordar que existen las auditorías sociales que son de gran utilidad para hacer un mejor control.
Este es un país donde la practica del tenis es fundamentalmente clasista porque este deporte se practica mayoritariamente en los clubes privados y si además las pocas canchas públicas las privatizan, aunque sea disimuladamente, las personas sin recursos se quedarían sin ninguna oportunidad de practicar un bello y completo deporte.
Si algo caracteriza los procesos revolucionarios son las facilidades que se ofrecen para la practica del deporte tanto masivo como de alto
rendimiento y no hay ninguna razón para para que en nuestro caso haya una excepción.
Nos quedaremos esperando por los buenos oficios de las autoridades competentes.
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