Un nuevo Ministerio engrosa la ya abultada burocracia del gobierno venezolano. Se trata del Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico, cuya sola denominación entraña una profunda contradicción, pues su objetivo no es otro que el desarrollo y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables que encierra el Arco Minero del Orinoco, es decir, la megaminería, antítesis de ecología.
Pero estas disquisiciones conceptuales están fuera del campo de preocupación de la camarilla gobernante. Otros son los resortes que le mueven. Su premura y desesperación ante el caos económico tienen una mira precisa: obtención de dólares en el menor tiempo posible a través del megarrentismo, luego de haber declarado como obsoleto el devaluado rentismo petrolero y de haber exprimido sus arcas.
Y hacia esa ruta todo pundonor es desechable. El cinismo, la desfachatez sin límites, es la moneda de curso de la camarilla gobernante. Afirmar, como lo ha hecho el Presidente Maduro, que son los dirigentes de la oposición venezolana quienes están girando el mundo para impedir que empresas extranjeras inviertan en Venezuela, es enmascarar los hechos. ¿Por qué no ha hablado el primer mandatario acerca del Recurso respaldado por más de mil firmas que acabamos de introducir ante el Tribunal Supremo de Justicia, solicitando la anulación de Decreto del Arco Minero. ¿Pretende confundir atribuyendo el descontento "a la derecha"? Sabe muy bien que no es la oposición la que torpedea la explotación del oro por las transnacionales. Somos todos los venezolanos dignos quienes debemos cerrar el paso a tan nocivo proyecto diseñado en el vértice.
Si la Asamblea Nacional hace valer el Proyecto de Reforma de la Ley Orgánica que reserva al Estado las actividades de exploración y explotación del Oro, bienvenida sea esta decisión patriótica. Ello dejaría muy mal parado al llamado "bloque de la patria", el cual se pronuncia por la "alianza" con las transnacionales.
Opositores o no, la defensa del territorio venezolano y de su subsuelo es tarea de todos.
YO, EL SUPREMO
Con actitud comparable a la de cualquier dictadorzuelo latinoamericano, el Presidente de Venezuela se ha tapado los oídos, se ha negado a responder los planteamientos de personalidades y organizaciones estrechamente vinculadas con el qué hacer venezolano, de los cuales surgió la Plataforma por la Nulidad del Decreto del Arco Minero (http://www.aporrea.org/actualidad/a227495 De espaldas al pueblo se negocia Subasta de Venezuela).
No ha dejado oír una palabra acerca de las consideraciones expuestas por estas personalidades. Al contrario, no cesa de repetir que la explotación del Arco Minero es algo irreversible. Es una decisión omnipotente. Prueba de ello es que a sólo pocos días de haber introducido ante el TSJ el Recurso de Nulidad del Decreto sobre el Arco Minero el Orinoco, el mandante supremo anunció la creación del Ministerio de Desarrollo Minero "Ecológico", con decreto N° 2.350, publicado en gaceta oficial del 9 de junio.
Mayor desprecio hacia el pueblo venezolano no puede concebirse.
INVERSIONES MIL MILLONARIAS
Henchido de satisfacción en su poder olímpico y ávido de controlar los anhelados dólares, el supremo mandante anunció en uno de sus recientes discursos encadenados que "muy pronto se firmará importantes contratos con inversiones mil millonarias para el desarrollo del Arco Minero del Orinoco".
Ninguna explicación merecemos los más de treinta millones de venezolanos con igual derecho que el supremo a conocer los detalles de esta entrega de 12.000 kilómetros cuadrados del territorio nacional. Una entrega fraguada entre bastidores por consejeros como Rodolfo Sanz, Eulogio Del Pino y quienes han viajado como agentes a Sudáfrica y otros países para negociar las riquezas del subsuelo venezolano, después de haber denigrado del rentismo.
El Tribunal Supremo de Justicia –si presume de serlo- está obligado a pronunciarse sobre el Recurso de Nulidad del mencionado Decreto.
Las organizaciones sindicales y trabajadores de Guayana y de todo el país, los dirigentes políticos y sindicales con larga trayectoria de lucha, las organizaciones indígenas, los estudiantes y todos los ciudadanos venezolanos a cuyas espaldas se está actuando para entregar a empresas mil millonarias el subsuelo nacional, deben pronunciarse y salir a patear las calles y a gritar su protesta para impedir la consumación de tan vil proyecto. QUE NUESTRO SILENCIO NO SEA CÓMPLICE.
irbami@cantv.net