Acerca de las propuestas electorales con veneno, retrógradas e inconstitucionales que viene presentando la "oposición democrática" a propósito de la próxima reforma constitucional.

Columna de Juan Martorano Edición 305:

Como hemos indicado en ediciones anteriores, nos vamos a referir y a desglosar, en la medida de lo posible, lo expresado por el camarada José Gregorio Piña, sobre algunas de las propuestas de la ahora denominada "oposición democrática" a la Revolución Bolivariana.

Lo primero que le agradezco a Piña es su respaldo a lo que escribimos de la propuesta de la reforma constitucional planteada hace 18 años por el Comandante Chávez. Cabe recordar que lo que he planteado es que ésta que forma parte de los legados poco discutidos de Hugo Chávez, sea la base de la reforma que presentará al país el Presidente Nicolás Maduro el próximo sábado 15 de febrero. De ninguna manera ha sido nuestra intención expresar que ese de manera dogmática sea el documento para el debate, porque ciertamente hay elementos que allí contenidos no se adecúan al tiempo histórico que hoy vivimos. Pero lo que si destacar es que hay antecedentes sobre los tres mecanismos que expresa la propia Constitución para hacerle mejoras y adecuarla a los tiempos morales, económicos, políticos y hasta tecnológicos, parafraseando a Bolívar en su discurso y en la presentación de lo que es hoy el Estado Plurinacional de Bolivia.

Interesante lo que plantea Piña de mantener los 3 sectores de la economía: Social, estatal y privada. Piña nos recuerda que en su momento existió una propuesta de Ley Orgánica Marco de Macroeconomía, proyecto de ley analizado por más de cien especialistas de todas las áreas del saber y la experiencia. Una de las leyes mejor concebidas en muchísimos años de todo el período chavista, pero que lamentablemente, y es bueno expresarlo, fue tiroteada por Jorge Giordani y Héctor Navarro, ministros de aquel entonces y a quienes se les entregó un poder de "filtro" otorgado por Chávez, fueron los que decidieron en aquella oportunidad que proyectos iban y los que no de aquella Ley Habilitante de los años 2007-2008, y justamente esta ley fue vetada por ellos. Hoy ambos están en la oposición al gobierno de Nicolás Maduro y haciéndole el juego al fascismo (por lo menos Navarro de manera abierta).

Ahora bien, pese a que la propuesta de reforma constitucional del año 2025 aun no ha sido presentada por su proponente, el ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en uso de sus atribuciones legales y constitucionales, ya hay un debate en cuanto a los temas. Incipiente pero ya está iniciándose solapándose con la campaña electoral de los próximos comicios a la Asamblea Nacional, Consejos Legislativos y gobernaciones del próximo 27 de abril. Así que este tema de la propuesta de reforma constitucional va a elevar los niveles de debate, y a desatar unos cuantos monstruos también como ocurrió hace dieciocho años y lo hemos venido comentando en las ediciones más recientes de nuestra columna.

El compañero José Gregorio Piña escribió un artículo en el mes de octubre de 2024 como respuesta de la ahora denominada "oposición democrática" y fundamentalmente la de Acción Democrática, la del "Burro" Martínez y la de Bernabé, en las cuales insisten en reiterar todo un conjunto de propuestas para la prevista reforma constitucional, y que incluso como nos lo advierte Piña, medios de comunicación afines a la Revolución Bolivariana le han dado amplia difusión acrítica a dichas propuestas. Piña nos ha pedido hacer ese desglose y trataremos de hacerlo en esta entrega.

Sin dejar de lado, otra propuesta "inocente" del diputado de esa "oposición democrática" Bruno Gallo, en el que se solicita la conformación de un nuevo Poder Electoral, es decir, nombrar a nuevos rectores y rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE), la cual propone esté conformado por los cinco partidos más votados en un nuevo proceso de selección para designar dicho organismo. De esto nos vamos a referir un poco más adelante.

Bajo el pretexto planteado por el Presidente Maduro y por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para adecuar, modernizar y/o actualizar nuestra Carta Magna al escenario político fáctico de los últimos años, vuelve la rancia derecha de manera disimulada a través de esta "oposición democrática" a propuestas como la segunda vuelta electoral o un Congreso Bicameral: figuras propias del modelo de democracia representativa y demostradas por la historia como profundamente antidemocráticas.

Por ejemplo en su artículo antes mencionado nos recuerda acertadamente Piña que la figura del Senado, o cámara alta como se le conoce en algunos países donde contemplan esta figura (En Inglaterra el Parlamento se divide en Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes), es una figura netamente aristocrática y antidemocrática; y surgió, como su nombre lo indica, en la Roma republicana, con cargos vitalicios otorgados, no votados, a los "nobles", para coartar las iniciativas legislativas de los diputados electos. Ese esquema se reproduce hasta la actualidad en el Reino Unido, como ya lo hemos indicado, con los Lores, con cargos vitalicios y hereditarios, que controlan lo que decidan los "comunes" (el perraje) que sí son electos; y de facto se replica en la figura del Senado estadounidense, donde todos los senadores y senadoras son millonarios, apoyados por multimillonarios y grandes corporaciones transnacionales.

En el caso venezolano, la experiencia histórica fue que, aunque electos indirectamente, por "planchas", no de forma nominal, los Senadores y Senadoras actuaban igual que los Lores, eran una aristocracia partidista (un cogollo, dicho en criollo) vitalicio que era el cuerpo que verdaderamente decidía las leyes, porque podían vetar las decisiones de los diputados que eran mayoría y ese Senado era el que decidía el juicio político a todos los funcionarios y las funcionarias, decidían el presupuesto, los ascensos militares, y la política exterior, entre muchas facultades.

Eran los tiempos del reinado de Morales Bello, Sánchez Bueno, Haydée Castillo, Pedro Pablo Aguilar, y el muermo (como diría SantRoz) de Juan José Caldera, apodado por sus mismos colegas de Copei "El Mermado", quien fue senador durante 32 años, como instrumento político de su padre, tal y como nos lo recuerda Piña.

El argumento de la "defensa" de los intereses de los estados quedó desmentido en las funciones y la actuación real de ese Senado, desde los tiempos de la Primera República hasta el fin de la Cuarta República; y dicha defensa está suplida en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999, con la previsión de diputados o diputadas adicionales en número paritario por estados.

En cuanto a la segunda vuelta electoral, es una figura todavía más dañina, cuyo único propósito es impedir el surgimiento de presidencias indeseadas por los estamentos integrantes del poder fáctico, por una parte, y por la otra, facilitar el juego y la negociación política entre facciones de la Derecha.

Un ejemplo reciente de ello fue lo recientemente ocurrido en la hermana República del Ecuador hace año y medio con la figura del correísmo, Luisa González y Daniel Noboa. Luisa ganó la primera vuelta, pero por no haberse dado los dos supuestas que prevé la Constitución de ese país (la mitad más uno de los votos válidos emitidos u obtener el 40% de esos votos válidos y una diferencia de 10 puntos con respecto al candidato que obtenga el segundo lugar), debió ir a una segunda vuelta con Noboa y éste la derrotó 52 a 48%. Veremos que ocurre en esta segunda oportunidad el próximo 13 de abril.

En los países donde se contempla la segunda vuelta electoral, se abre la posibilidad de muchísimas candidaturas que atomizan el voto y permiten "contarse", para entrar en los negociados y cálculos en la segunda vuelta y, si es el caso, unirse en contra de una opción progresista o excesivamente polémica o, peor aún, aupar por conveniencia a una opción percibida como más débil y, por ende, más fácil de oponersele luego; o votar por una opción menos antagónica para quien así vote. Ejemplos históricos sobran.

Y como lo indica Piña en su nota, no es cierto que la segunda vuelta genere "mayor apoyo" para el ganador (la única excusa para defender la propuesta), esa es una falacia total. Explicaremos todo lo anterior con otro ejemplo patético y no tan reciente como el que mencionamos de Ecuador: el caso de Pedro Castillo en Perú. Castillo es un simple maestro rural, sin mayor formación y nula experiencia política; sin equipo y sin programa, una candidatura simbólica, que apenas alcanzó un 19% de los votos, entre unos quince candidatos y candidatas.

Pasó que muchos y muchas votaron por Castillo, por bloquear a un contrario con mayor oportunidad percibida, por hastío, por protesta y hasta por burla; y quedó entre los dos primeros. Entonces, toda la Derecha, mayoritaria en votos si se sumaban, decide votar por Castillo en segunda vuelta, porque, como se comprobó, lo consideraron tan débil que lo podían sacar en corto tiempo y sin mayor costo y, a la vez, no permitían que un adversario de derecha distinto al propio candidato quedara de Presidente.

Otro ejemplo que José Gregorio trae a colación, es el de Francia en el año 2002 cuando la izquierda total sumaba ampliamente más de la mitad de los votos, pero se atomizó entre tantas candidaturas, que Jospin quedó tercero a menos de 0,7% de Le Pen; lo que obligó a esa izquierda mayoritaria a votar por el derechista Chirac para impedir el triunfo del ultraderechista nazi de Le Pen; pero al día siguiente, obviamente, esa izquierda estaba haciéndole oposición al nuevo Gobierno.

Está comprobado numérica y matemáticamente que en los países donde hay segunda vuelta, la cantidad de candidaturas es mucho mayor; mientras que en aquéllos en que hay una sola vuelta las candidaturas tienden a polarizarse en dos opciones con real posibilidad.

Por otro lado, otro grupo de la Derecha lanza de nuevo la propuesta para eliminar la postulación indefinida (QUE ASÍ ES QUE DEBE SER DENOMINADA). Eliminar la postulación indefinida sería antidemocrático e inconstitucional, no sólo porque ya figura en la CRBV; sino, más importante, porque la postulación indefinida garantiza el derecho del Pueblo, el soberano, de ejercer esa soberanía postulando a quien desee postular. No es sólo el derecho del candidato o candidata, sino el derecho de los electores y electoras. Además que este debate fue debidamente abordado tanto en la reforma constitucional del año 2007 como de la enmienda del 2009.

Además que ese fue el principal argumento que se utilizó para convencer a Chávez que aceptara la postulación indefinida en todos los cargos de elección popular para aquella enmienda, así como los dirigentes y funcionarios de la oposición en aquél año apoyaron esa enmienda, porque como era de esperarse, también querían ser reelectos y reelectas, además que sabían que contaban con los votos para ello. En cambio, los infiltrados y derechistas dentro del PSUV adversaron la posibilidad de la reelección, y por eso se perdió el referendo de la Reforma de la CRBV, la verdad sea dicha o mejor, expresada.

No es cierto que la postulación indefinida fomente "autocracias" ya que es el Pueblo el que decidirá si vota o no por el candidato o candidata aspirante a la reelección, y si así es, es la voluntad del Pueblo. Esa es la manipulación de citar de manera truncada la frase de Bolívar en el Discurso de Angostura. Si hay elecciones, no hay autocracia ni tiranía, sino la expresión de la voluntad del Soberano, el que escoge a sus gobernantes, sean los mismos o las mismas o sean otros u otras.

Y lo de los "nuevos liderazgos" es el argumento de quienes no tienen esa cualidad. El líder o la lideresa de verdad se imponen dentro de su organización, o crean una nueva. Antonia Muñoz se lanzó por su cuenta, sin el PSUV, cuando su partido no la postuló como candidata en Portuguesa, en ese momento el estado más chavista del país, y Antonia ganó la gobernación.

El chavismo no debe perder la oportunidad de postular a sus mejores candidatos y candidatas, y tiene mecanismos para medirlos; ya ha habido casos en que han sacado a gobernadores, gobernadoras, alcaldes y alcaldesas, a quienes no se les permitió ir a la reelección, al ser evaluados por votación interna; procedimiento que deberían seguir todos los partidos.

Por otra parte, como la derecha ve la carrera política sólo como una vía para el negocio comercial, el enriquecimiento rápido; es por lo que plantean que no haya posibilidad de reelección, para que haya más oportunidades de hacer negocios para diversos grupos.

También advierte Piña que esta "oposición democrática" puede hacer la propuesta de la elección popular el cargo de Vicepresidente o Vicepresidenta de la República. Esa sería también una propuesta malintencionada y con veneno.

Veamos, como en Colombia, Francia Márquez pareciera anulada hasta por el mismo Petro, como hizo Biden con Harris. Peor lo hacen Noboa en Ecuador y Milei en Argentina. Se demuestra lo inútil de incluir la vicepresidencia como cargo de elección popular, porque el Presidente o la Presidenta pueden anular de facto el desempeño del cargo, afectando, además, la credibilidad futura de los electores y las electoras, como creo que pasará en Colombia con la población afrodescendiente.

Y cercanas están las nefastas experiencias de Lenin Moreno en Ecuador o de Michel Temer en Brasil, con la aplicación del "lawfare" para desplazar a un gobernante legítimo y la asunción de un vicepresidente con ideas totalmente contrarias a las del Presidente y, peor aún, a las de las fuerzas que eligieron al binomio presidencial. Queda claro el acierto en nuestra CRBV de crear la figura, pero como cargo de designación.

Acá casi nos ocurre cuando en el año 2000 Chávez casi designa a su entonces "padre político" Luis Miquilena como el primer Vicepresidente Ejecutivo de la República. Éste no solo de por sí ya manejaba mucho poder sino que además iba a controlar nada más y nada menos que el Consejo de Estado y el Consejo Federal de Gobierno (recordemos que de acuerdo a los artículos 185 y 242 del texto constitucional, estas figuras son dirigidas nada más y nada menos que por el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, esto es algo que habrá que corregir en la próxima reforma). Y nos salvamos gracias a la sabia intervención de Fidel Castro, y fue cuando Chávez en su lugar designó nada más y nada menos que al doctor Julián Isaías Rodríguez Díaz. Este relato después le daremos mayores detalles.

Al igual que José Gregorio, tememos que la "oposición democrática" intente chantajear al PSUV canjeando su apoyo a otras propuestas en las leyes electorales, a cambio de estos "caramelos de cianuro": Congreso bicameral, doble vuelta y elección única. No se debe ceder en estos aspectos clave porque son perjudiciales esas propuestas; es preferible sacrificar el "consenso" e imponer la mayoría.

Y si esas propuestas fueren a referendo, como tendría que ser, por implicar reformar la CRBV, la oposición estaría más clara en que le conviene; mientras que al electorado chavista le pueden parecer indiferentes o creerlas adecuadas porque el PSUV es la fuerza que está promoviendo las reformas electorales.

En general, cualquier cambio normativo en materia electoral debe, necesariamente, estar acorde con la letra, propósito y razón de todo el articulado de la CRBV; no solamente con un artículo en particular, y debe mantener la supremacía de la voluntad del Pueblo que la CRBV le consagra. Además, es útil recordar que los cambios legales sólo surten efectos desde su vigencia, nunca pueden tener efectos retroactivos.

En cualquier caso, adoptar una o más de las propuestas analizadas, u otras que han sido mencionadas o que surgieren, requeriría en muchos casos una reforma constitucional que sea aprobada en referendo popular. Y decimos "reforma" porque esos cambios requerirían modificar el articulado en los respectivos capítulos, previa discusión pública, en los términos de ley; no es meramente cambiar una frase. Obviamente, el llamado "núcleo duro de las disposiciones fundamentales" sólo puede ser modificado por una Asamblea Nacional Constituyente, en los términos previstos en la CRBV.

En cambio, sí pueden hacerse sin necesidad de referendo, cambios en las leyes electorales y conexas que no colidan con el articulado constitucional vigente.

Podríamos continuar desmontando "caramelos de cianuro" que esta "oposición democrática plantearía en esta reforma constitucional, pero preferimos esperar mejor cuando este debate se abra e ir con nuevos bríos a esta batalla de ideas que se avecina.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

*Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas (RENTSOC). jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com, juan.martorano@yandex.com. Cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta en Facebook: Juan Martorano Castillo. Canal deTelegram: El Canal



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Juan Martorano

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