Guaidó redacta como habla: nadie entiende las preguntas de su próximo "plesbiscito"

La guachafa institucional venezolana es digna de un Récord Guiness pues desde 2019 salió un loco a autoproclamarse en una plaza pública y los únicos votos fueron unas manos levantadas muy al estilo de Pedro Carmona Estanga...No se sabe realmente cuántas manos alzadas "votaron", pues las máquinas del Consejo Nacional Electoral no estuvieron en ese acto de votación ni tampoco están hechas para esa clase de "sufragio", pero allí comenzó el relajo, respaldado por gobiernos foráneos que desde hace rato buscan acabar con el proceso que inició Hugo Chávez aquel 4 de febrero de 1992.

Un gobierno "interino" que no está en la Constitución Nacional de 1999, de lo cual afortunadamente la Corte británica se dio cuenta cuando le tocó decidir quién era el dueño del oro venezolano. El autoproclamado transita quizás los últimos meses de su "gestión", pues las elecciones parlamentarias convocadas para el 6 de diciembre de 2020, son su fecha de vencimiento, es decir, Guaidó caduca el 5 de enero de 2021, según el mandato de la Constitución porque realmente su único cargo es el de Presidente de la Asamblea Nacional.

Pero Juan Guaidó tiene dos años "en ejercicio" por obra y gracia de la justicia venezolana que ha decidido dejarlo hacer, con todo lo que eso ha significado en términos de recursos financieros pues desde el 25 de enero de 2019, Estados Unidos le dio carta blanca para que dispusiera de las riquezas de Venezuela en el exterior, además de la cuantiosa ayuda humanitaria que ha recibido el chico de La Guaira...

Pero ahora Guaidó no quiere entregar el coroto y junto a su espúrea Asamblea Nacional "en desacato" ha resuelto aprobar la "continuidad administrativa", otra figura que no existe ni en la Constitución ni en el Reglamento Interior y de Debates de la AN. No contento con eso, se inventa también la "rotación de cargos" para mantener su interinato. Es decir, no reconocen las elecciones del 6D ni mucho menos sus resultados por lo tanto él seguirá siendo presidente interino o encargado, como quiera llamarle, de "algo". Quizás dirigiendo un ente con diputados caducos también, en una plaza o en un autocine, aprovechando la flexibilización de la cuarentena.

Lo malo de todo este juego es que sigue amenazada la institucionalidad, las riquezas y activos de Venezuela en el exterior, mientras existan países que apoyan esa locura. No hay Ley Antibloqueo que pueda anular las sanciones unilaterales contra Venezuela, que nos devuelva Citgo o Monómeros...

La última carta que esgrime Guaidó es una fulana "consulta popular" contra el proceso electoral del 6 de diciembre y a favor de las "presiones" internacionales que hagan tambalear el gobierno del presidente Maduro.

Las preguntas

La "consulta" (que algunos han llamado erróneamente "plebiscito" pues éste no se contempla en la CRBV) se fundamenta en los artículos 5 (la soberanía reside en el pueblo), 70 (medios de participación política) y 333 (deber de colaborar con el restablecimiento de la Carta Magna).

El evento aún no tiene fecha pero ya están redactadas las dos preguntas:

1. ¿Apoya usted todos los mecanismos de presión nacional e internacional para que, en el marco de la Constitución, se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables, se ponga fin al régimen usurpador de Nicolás Maduro Moros, se salvaguarde al pueblo de Venezuela de la crisis humanitaria, la migración forzosa y los crímenes de lesa humanidad, y así se garanticen la paz, el bienestar y el progreso de los venezolanos?

2. ¿Rechaza usted el evento convocado por la dictadura de Nicolás Maduro para el 6 de diciembre o para cualquier otra fecha mientras no existan condiciones para elecciones libres, justas y verificables y solicita a la comunidad internacional el desconocimiento de sus resultados?

Desde luego si usted responde "Sí" o "No" a estas complejas preguntas que contienen diversos temas, eso no significa nada porque esta consulta no es vinculante. Fueron redactadas por Guaidó quien, al parecer, escribe como habla. Además de su mala redacción, las preguntas están cargadas de opinión, adjetivos calificativos y en sí mismas definen acciones. Esto no es una consulta popular, son, más bien, instrucciones.

En la Constitución se establece que todo proceso refrendario será organizado por el CNE pero como no lo reconocen, es de suponer que la consulta se regirá por otros métodos.

En 2017 hicieron algo similar y lo llamaron "plebiscito Nacional" (ya dijimos que eso no está en la CRBV). Uno iba y depositaba la papeleta en cajas de Clap que forraron cuidadosamente. Hasta te regalaban un caramelito después de votar. Hubo gente que sufragó varias veces, en sitios diferentes pues no había control en eso.

Estas fueron las preguntas:

  1. ¿Rechaza y desconoce la realización de una Constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo venezolano?
  2. ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?
  3. ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los poderes públicos de acuerdo a lo establecido a la Constitución, y a la realización de elecciones libres y transparentes así como la conformación de un gobierno de unión nacional para restituir el orden constitucional?

El CNE sentenció que la consulta de 2017 no tenía valor jurídico. ¿Y ahora?

 



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Luisana Colomine

Profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Comunista.

 @LuisanaC16

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