I

La Arquidiócesis de Barquisimeto estrena nuevo Obispo. Al parecer exhibe una gran singularidad. A saber, la de usar con desparpajo las novísimas redes sociales. Como si fuera un discípulo tardío del beato fundador de la Congregación Pía Sociedad de San Pablo o Familia Paulina, Don Santiago Alberione (San Lorenzo di Fossonao, Italia, 1881-Roma, 1971), cuyo "carisma" es el de evangelizar a través del libro y demás medios modernos de la comunicación. Particularmente este Obispo los utiliza para lo que seguramente considera "denuncias proféticas".

Concretamente a través del twitter escribe con letras muy indignadas. Acusó recientemente que en comunidades de Barquisimeto el gobierno nacional, estadal o municipal no suministra agua potable, gas y ofrece eficientes servicios de salubridad y en el pueblo cunden muchas calamidades. Por lo que ha pedido, nada menos, que si no son capaces de resolver esos problemas renuncien el presidente Nicolás Maduro y de la gobernadora del estado Lara Carmen Meléndez. ¡Menudo asunto!

No se sabe si fue por esa campanada que la ciudadana gobernadora anunció un plan especial de suministro de agua, llamado "Plan de Agua" y aumentar el número de las cisternas de 70 a 90 diarios, aumentado así la atención a esas necesidades, también dijo que se abocaría con mayor esfuerzo a éste y todos los servicios con el monitoreo de una "Sala situacional" (Noticiero PROMAR TV, Barquisimeto, 21 de abril de 2020).

Por otra parte suponemos que el nuevo Obispo no ignora que de esa manera enfrenta a quienes hoy detentan el poder político en Venezuela legítimamente por voluntad popular, pero él pensará que tales personeros están ahí usurpando tales funciones, de acuerdo a cierta tesis manejada por sectores políticos opositores; además de estar guiados por lo que el Papa Juan Pablo II en el libro de entrevista "Memoria e Identidad" denomina "la ideología del mal" (el fascismo, nazismo, socialismo y su correlato superior, el comunismo; aunque también denunció en su encíclica sobre El Trabajo Humano el capitalismo salvaje que no pone como centro el trabajo humano y la dignidad de la persona sino la acumulación de capital).

Lo anterior podría ser una forma de entender el activismo en las redes del distinguido prelado, pero no es la única como se verá más adelante en estas letras. Si el lector eventual tiene a bien seguirlas. Lo que importa destacar no es que el gobierno se vaya a caer con esos "trinos" del pajarito azul, sino que demuestra la intención de quien los propala. ¿A quién servirá su excelencia el Obispo Basabe? ¿A toda la grey barquisimetana o una parcialidad?

II

Destaquemos tal vez una curiosidad del contexto sociohistórico que nos parece una gran singularidad de la historia eclesiástica larense reciente: la de contar al menos formalmente con dos arzobispos eméritos en estos momentos, los monseñores Tulio Manuel Chirivella-Varela y Antonio José López Castillo. Agregan una "nota de color" muy especial en la historia regional menuda, aunque no sea un dato de efectos inmediatos, o con eficacia jurídica. Esto es, los lineamientos pastorales los establece hoy el ya referido nuevo Obispo, eje de la comunión de la iglesia local junto a su presbiterio, consejos de pastoral, etc.

Basabe parece persona de una personalidad recia, directo. Junto a los magisterios respectivos de los antiguos arzobispos constituye ya un elemento de referencia contradictoria, principalmente con las autoridades políticas del gobierno bolivariano y los simpatizantes de éstos, que no pocos son sencillos cristianos católicos. Contrario a los ilustres predecesores de aquellos que, como se dice coloquialmente, se la llevaban de maravillas con gobernantes civiles y militares de 1959 en adelante. Además de integrarse y hacer parte de las llamadas "Fuerzas vivas" (empresarios, comerciantes, productores agropecuarios …) en la llamada Cuarta República; fueron así de grata memoria para unos y amargura para otros, particularmente se recuerda el activismo cívico y la obra educacional de Mons. Crispo Benítez Fontourbel, un margariteño que ejerció también la política como diputado por el partido de Jóvito Villalba en los años 40 pero después esas funciones les fueron incompatibles.

En fin, que por razones de edad y salud como manda la legislación eclesiástica hubieron de renunciar a su tiempo Chirivella y Castillo a la rectoría de esta Iglesia particular que "peregrina" por estas tierras de las nubes coloradas, los famosos crepúsculos, que por las tardes se encienden y alumbras tunas, cujíes y demás arboleda tropical en la planicie barquisimetana; tierras fecundas que a veces parecen ser más un valle de lágrimas que cielo.

Sólo que sus gentes buenas se imponen sobre los climas ardorosos del semiárido a fuerza de voluntad férrea de trabajo. Otras veces la región larense es tierra de gran alegría como se puede apreciar con el tamunangue y otras manifestaciones culturales ligadas a tradiciones religiosas populares.

Hay que decir también otra curiosidad, al menos como parte de la crónica menuda y es que, desde que se tiene memoria (los eruditos pueden consultar la historia de la Diócesis de Barquisimeto, de Renzo Begni), sería la primera vez que esta Iglesia particular tiene la figura de un Administrador Apostólico. En obra antes referida que nos la hemos tropezado en la Sala Larense de la Biblioteca Pública Pío Tamayo de Barquisimeto, trae el evento un poco extraño: la renuncia de Mons. José María Dubuc (¿?), hacia las primeras décadas del siglo XX, dado que cayó en errores doctrinales al hacerse parte de una sociedad secreta (del tipo espírita o espiritismo) y la Diócesis pasó a ser administrada por el Vicario General o algo así.

Estos días no hemos podido volver a consultar el texto en mimeografiado del padre Renzo Bagni porque está cerrada la biblioteca por esto de la emergencia sanitaria y cuarentena social; como fuere, de lo poco que lleva transcurrido ya se ha visto que la nueva autoridad eclesiástica barquisimetana seguirá en la línea de acción de sus antecesores: garantizar la mayor libertad de la iglesia y la defensa de la justicia social, la democracia liberal, así como cerrar las puertas a todo intento de proyecto político alternativo socialista.

La Conferencia Episcopal de Venezuela siempre reunida en Montalbán siempre marca el camino. A saber, que optar por identificarse casi exclusivamente con la llamada "Sociedad Civil" en una acepción bastante restringida que la identifica más con las élites que con el tejido social popular, vinculado con organizaciones autónomas al modo como Antonio Gramsci comprendiera la noción de bloque histórico, sino que se lo apropian como noción exclusiva de una élite, cuyos partidos políticos reunidos en la desaparecida MUD se han degradado tanto que sus líderes han perdido todo carisma; ya no convocan sino a unos pocos simpatizantes. Por lo que se ha corrido la bola de que hay obispos y arzobispos, directivos de la CEV, no menos degradados, los pobres, y abandonando sus funciones y roles originarios: ser maestros de la fe. Al contrario, quieren erigirse en "líderes políticos de la oposición".

Y quieren tumbar el gobierno actual. Aunque no será mediante los famosos hilos de twitter sino tratando de crear una "masa crítica", suponemos que luego querrán arriar al pueblo más humilde como ovejas al matadero en alguna aventura golpista; como esa de los plátanos verdes que por estos días ya cumple un año, llamada "Operación Libertad", de allí lo delicado que resulta llamar a renuncias extemporáneas.

Aunque que no es cuestión de defender ad hoc a este gobierno, que "se defiende solo", como dicen por ahí. Que, dado los efectos de las sanciones verdaderamente criminales en lo económico financiero impuestas a la nación venezolana por USA y la CEE, como decían los viejos narradores de boxeo, lo han puesto contra las cuerdas; sin embargo, éste ha podido maniobrar la tempestad para gestionar la actual crisis económica-social, pero con graves restricciones, por su puesto. Más aún muchos creen que ha sido acertada el manejo de la situación de prevención y actuación científica-técnica sanitaria contra la pandemia del coronavirus.

III

En ese aspecto, el discurso de los obispos de Venezuela contra el gobierno nacional la comunidad eclesial muestra una gran diversidad. La sección del noticiero estelar de Venezolana de Televisión, VTV, dedicada a la "Oración por Venezuela" parece ser una muestra de ello: se ha visto que sacerdotes y otros líderes religiosos ofrecen sus servicios espirituales a la población y hasta simpatizar con el estilo de acción social del gobierno, lo perciben cercano a las necesidades de la comunidad en general y como identificado ampliamente con las comunidades más humildes; sí, hay problemas de servicios públicos pero no se puede negar que los servidores públicos han sido diligentes. La gestión del gobierno bolivariano actualmente lo perciben como una bendición. En cambio, la jerarquía eclesiástica católica, núcleo duro de la oposición, lo considera poco menos que un engendro del mal.

Esas son las contradicciones más flagrantes de tales obispos, pero volviendo a Barquisimeto. El Vaticano pues nombró un Administrador Apostólico sede plena, luego ratificado como obispo diocesano, según informes de prensa, en la persona de Mons. Víctor Hugo Masabe, obispo de San Felipe, estado Yaracuy. Una diócesis que en tiempos de Mons. Críspulo Benites Fontourbel era "sufragánea" de la de Barquisimeto. Con el Gobierno Superior Eclesiástico de Chirivellla se separaron, pero manteniendo la cooperación junto a la de Acarigua-Araure y Carora.

Por cierto, en lo personal creemos que el Arzobispo renunciante más recientemente, Lic. López Castillo, maracucho de acento irreconocible, tuvo una actuación poco feliz en tierras larenses: ciertas homilías suyas fueron motivo de grandes controversias (por cierto, ¿qué pasará que ahora los obispos no portan título de doctor como antes? ¿Será que ya no consideran necesario ese lauro académico para elaborar y enseñar sana doctrina?).

Además, Castillo al parecer "no tuvo tiempo" como en su tiempo dijo un tal expresidente colombiano Uribe, de desarrollar una notable labor educativa o religiosa traducida en la fundación de nuevas instituciones de ese estilo o benéficas, sino que ejerció indebidamente labores de agitación política. Después se quejó que lo estaban persiguiendo, claro no supo leer la realidad como lo hizo Mons. Arias-Blanco en 1957; pero lo cierto es que no había misa de ocasión que no la convirtiera en una insidiosa arenga opositora, uno de cuyos "asesores de pastoral" no solo era el Vicario General de apellido Araque (que suponemos se está candidateando para obispo también porque viene de Roma con una licenciatura en Derecho Canónico y cursos en Alemania de Doctrina Social de la Iglesia, según es fama), sino que su principal asesor político parecía ser el entonces alcalde del municipio Iribarren, un tal Ing. Ramos, principal responsable de acciones terroristas que ese pobre espíritu se sentía en la obligación de apoyar desde el altar en sus homilías. Un tipo precario en realidad, de verbo tembloroso y argumentos extraviados que no edificaban, sino que confundían.

IV

Por su parte, Mons. Víctor Hugo Masabe actual Administrador Apostólico que, según la impresión de un amigo nuestro, el Sr. Delepiani, un viejo sabio y prudente, el padre Víctor Hugo es persona de mucha "Ciencia Sagrada". Lo manifiesta en ciertas misas inesperadamente y se convierte en un "predicador muy inspirado", dice; semejante al golpe larense en esas ocasiones parece una "una cartilla abierta", es como una "lanza tirada" que mueve y conmueve; pero es cuando la gana le da, pero cuando no le da la gana no es ninguna mansa paloma, "pájaro ni nada de nada".

En cambio, se une a "La Nada" que en realidad y en última ratio vendría a ser el famoso autoproclamado o interino ese, ¿cómo es que se llama? Lo cierto es que de ser un simple empleado de una empresa de computación y diputado suplente es ahora multimillonario, ¿por qué el obispo Masabe no lo cargará también con su twitter? No le dice nada. Denuncia es al gobierno. Pierde así "la dulzura de su carácter", que decía el recordado narrador de béisbol Beto Perdomo cuando un jugador se ponía a buscar camorra.

Últimamente, Mons. Basabe se ha convertido en un "guerrero del teclado" de los 140 caracteres del twitter. Así primero propaló dudas sobre la necesidad, efectividad y sinceridad de las medidas de cuarentena social frente al coronavirus decretada por el presidente Maduro, que por cierto interrumpió la peregrinación anual de la Virgen Divina Pastora en Barquisimeto a principios de marzo de 2020, precisamente antes del Domingo de Ramos, bendito sea Dios, ¿pero qué se podía hacer?; luego dizque por ese mismo medio digital el prelado ha pedido que renuncien el presidente Nicolás Maduro y la gobernadora del estado Lara Almirante Carmen Meléndez.

¿Ud. ha visto? Este obispo antes que rendir cuentas al Papa de Roma, pretende hacerlo ante el presidente de USA Donald Trump, será; en un arranque de ira el obispo Masabe, como ya se ha señalado, ha pedido a Maduro y Meléndez que renuncien porque no suministran agua, gas ni otros servicios a la población de Barquisimeto y del estado Lara en general. También se ha quejado por la estrategia del ministerio de educación, esa de continuar el desarrollo del año escolar a través de las clases a través de las aulas virtuales o educación a distancia por la televisión.

Particularmente se alarmó porque dizque alguien escribió servilleta con z, que lo hizo concluir que eso era un desastre; al respecto algunos medios de comunicación regional lo señalan como fuerte opositor del gobierno de Maduro, de tal suerte que con este nuevo obispo tampoco habrá paz en Barquisimeto con los entes oficiales, sino que ya se ha constituido en un agitador magnífico; será que recuerda sus tiempos de juventud cuando era militante político en Maracaibo, concejal o asesor jurídico en la tierra del Sol amada, en pleno ejercicio del poder adeco-copeyana de la Cuarta República. Lo sentimos, pero esos datos hacen parte de su biografía, ¿será la política parte de su pasión dominante y debe "trabajar" aún mucho ese aspecto como recomienda Thomas Kempis en su famoso opúsculo de espiritualidad "La imitación de Cristo"?