¡El trancazo se nos fue de las manos!

"La tolerancia en la paz es tan grandiosa

como el heroísmo en la guerra"

José Martí.

A mediado de mayo de este año, apareció en los diarios del país, una pregunta hecha por el errante "gobernador" del estado Miranda, Capriles Radosnky: ¿Cuántos muertos más necesita Maduro? No podía ocultar el cinismo, y la frustración, que lo ha identificado en su opaca carrera política. Luego han venido apareciendo, otros enemigos del gobierno con las mismas características: Freddy Guevara, Richard Blanco, para unirse a varias frustrados, entre ellos: María Corina Machado, Julio Borges, y el vetusto conspirador Ramos Allup, quienes engrosaron la lista de opositores cargados de odio, al lado de algunos tránsfugas solapados; desde el 2002, cuando aparecieron apoyando el golpe de estado contra el Comandante Chávez, vienen realizando esta tarea encomendada e impulsada por su verdadero amo, y manejador: el imperialismo. Todos los intentos han fracasado, pero el daño a país es incalculable.

Hace pocos días, un grupo de esos dirigentes convocó una rueda de prensa–paso por debajo de la mesa– para anunciar los 100 días de haber comenzado una nueva ofensiva contra el gobierno de Nicolás Maduro, y el proceso venezolano; solamente los acompaño la frialdad, y la funebridad; no tenían nada por decir, y, por el contrario, mucho por "ocultar", aunque todo el mundo sabe, y ha sufrido las locuras, que se le han podido ocurrir, sin llegar a pensar, a quien le van hacer daño; ni siquiera se disculpan o reconocen el error, como hace su amo de manera hipócrita.

Ese recordatorio de los cien días de la oposición violenta en la calle haciendo desastres, nos recuerda las tardes, cuando aparecía Carlos Ortega, rodeado de un enjambre de micrófonos y cámaras, para informarle al país el parte de guerra, finalizando con la misma expresión: ¡El paro continúa! pero en medio de la repetitiva mala noticia, el pueblo heroicamente seguía al lado de su líder, y Presidente Hugo Chávez frías, como si estuviera esperando el momento, cuando el señor Ortega, se le escuchó con la voz apagada: ¡El paro se nos fue de las manos!

Han transcurrido 15 años de ese paro petrolero, cuyo funesto anunciante "desapareció", y la oposición en su desesperación sigue con el mismo libreto: la violencia, rechazando cualquier intento de dialogo. Nadie puede entender la forma de lucha empleada por los opositores en estos 100 días: de plantones, pasaron a trancas, o "trancazo", como han dado por llamar, cuando en realidad son trampas mortales, colocadas de manera cobarde, como es el caso del explosivo con el cual, hirieron de gravedad a 7 GN, de manera alevosa, sin escucharse ningún pronunciamiento de la señora fiscal Luisa Ortega Díaz, quien no se cansa de pifiar sin cumplir con su verdadera función.

Las últimas actuaciones de la oposición, los empieza a retratar tal cual, como son: escuálidos y desorientados, a tal punto que van dejando un basurero regado en los sitios, donde han venido obstaculizando el libre desenvolvimiento de la ciudadana; en muchos casos no aparecen los responsables de los hechos, y cuando hacen acto de presencia, son grupos muy pobres, numéricamente hablando, pero sumamente peligrosos, por la forma de protestar: escondidos, como los verdaderos cobardes. Todo esto ha venido creando fisuras en el seno de la MUD, y no es raro, que escuchemos abiertamente, algún dirigente, para eludir responsabilidades: ¡El trancazo, se nos fue de las manos! La realidad no la pueden ocultar; cada día son menos los participantes en esos actos vandálicos, y contrariamente crece el descontento y rechazo. La paciencia del pueblo, amante de la paz, se hace presente, como un verdadero faro, antes tantas adversidades.



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Narciso Torrealba


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