Más que curioso, resulta intrigante el empecinamiento del CEN de AD en no apoyar a Rosales. La reticencia sería explicable si el candidato hubiese sido Petkoff o Borges, pero escatimarle votos a un adeco es absurdo.
Por lo visto hay una agenda oculta. La conspiración sigue planteada.
Tras varios lustros en la política todavía hay fenómenos que me desconciertan. Para muestra el Conde del Guácharo.
Realmente es inexplicable que Teodoro Petkoff, personaje que, equivocado o no, ejerció roles estelares en la política venezolana, no captara más del 5% del electorado de oposición a Chávez.
En cambio un cómico procaz y bastante mediocre, en dos semanas de figurar como aspirante rebasa el porcentaje del antiguo candidato, líder e ideólogo de la izquierda criolla.
¿Acaso cualquier saltimbanqui supera en popularidad a los antiguos dirigentes, desacreditados e incompren didos? ¿Será que la imbecilidad campea en ciertos predios y existen electores que razonan como pollos?
Afortunadamente la confusión se limita a los votantes de clase media. Los votos duros en los sectores populares están claros.
Como revolucionario que apoya la candidatura de Hugo Chávez considero que lo que más le conviene al país y al candidato oficial es una oposición con suficiente arrastre para llegar sin culipandeos al 3-D y depositar sus votos mino ritarios. Prefiero una votación reñida que un triunfo sin contendor de peso. Así la elección será más legítima y el Gobierno tendrá mayor autoridad.
Lanzarse a descalificar a Manuel Rosales como golpista o conspirador, sin derecho a ser candidato presidencial, es algo así como rechazar un regalo del cielo. A estas alturas sería una locura que lo inhabilitaran políticamente por su participación en la "Carmonada", capítulo que debería engavetarse para después de las elecciones. Desde 2002 el Mi nisterio Público anduvo guabineando para ponerse ahora en plan de Savaranola.
Hugo Chávez definió la cuestión de fondo con su acostumbrada claridad conceptual. La pelea es entre el candidato revolucionario y el imperialismo avasallante.
A George W. Bush sólo le quedan dos años como portavoz de las transnacionales.
Tenemos 24 candidatos presidenciales. Inscribirse en el CNE debe ser más fácil que sacar un pasaporte.
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