Sujétate la lengua

Llegué al aeropuerto de Porlamar y casi al instante lo que me vino a la mente fue esa guaracha que lleva por nombre “Sujétate La Lengua” ...

“EN ESTE MUNDO, HAY UNA COSA MUY MALA
QUE MALA ES, QUE MALA ES ...
¿QUÉ COSA?
LA LENGUA”

A partir del mismísimo momento en que me coloqué en la cola para chequear mi pasaje, comencé a escuchar a mi alrededor toda clase de comentarios y expresiones acerca de la “realidad nacional” y tengo que decir que, desde tan temprana hora, mi viaje más bien pareció convertirse en un recorrido por el mundo de lo absurdo, en el que habita la más variopinta colección de eruditos en cuanto tema pueda uno imaginar. Conseguimos así numerosos “expertos” en estrategia política y económica argumentando con una facilidad de palabra realmente pasmosa. Se queda uno como loco al oír semejante sinfín de afirmaciones, y sin dudarlo siquiera una milésima de segundo hasta juran y perjuran que la vaina es así como ellos dicen, pero lo más insólito es ver a quienes circundan el lugar asintiendo y haciéndose eco de cada opinión emitida...

Poco a poco fue avanzando la cola. Cada vez estaba más cerca del mostrador y la habladera se mantenía sin cesar. Apareció una operadora de la línea aérea para organizar a los pasajeros según su destino porque a esa hora coinciden los itinerarios de vuelo hacia Puerto Ordaz y Caracas y entonces ocurrió lo peor, porque al dividirse la cola ya no era un grupo de disociados parlanchines, sino dos. Así pues, mi feliz viaje para pasar navidades y año nuevo con mi familia se inició desde muy temprano y bien atiborrado de una charlatanería necia y hostil, pero sobre todo inmoral...

“YA NO SE PUEDE VIVIR
EN EL AMBIENTE SOCIAL,
TENEMOS QUE LUCHAR POR LEVANTAR,
LA VIRTUD Y LA MORAL DE LOS HOMBRES”

Es que resulta del carajo viajar en Conviasa, pagando las tarifas más económicas y volando en la flota más moderna de aviones que existe en el país. Sin embargo, qué decir, sí durante el vuelo los hablantes de paja se pasearon desde los pobrecitos empresarios jugueteros, hasta lo corruptos que son todos los funcionarios públicos que trabajan en las instituciones y empresas nacionales y por supuesto, no faltaron los expertos de oficio en el asunto de los billetes, además de las consecuentes calificaciones y sentencias dirigidas al Presidente y al régimen castro-chavista-comunista y totalitario. Que si los aviones tuviesen una terraza me hubiera ido a sentar allá afuera.

“SE ESTÁ PERDIENDO EL CONCEPTO DE LAS COSAS,
ENTRE LA INJURIA, LA CALUMNIA Y LA DISCORDANCIA”

¡Cáspita! ya estamos en Maiquetía y siguió la novela. En la fila para comprar el boleto de SITSA para subir a Caracas en el autobús rojo-rojito, le explicaban a una mujer de la tercera edad que no tenía que pagar el pasaje, pero que en cada viaje había un cupo límite de pasajeros en su condición, por lo que posiblemente tendría que esperar hasta la próxima salida. Entonces la doña se molestó muchísimo porque lo que le informaron y pensé yo en lo absurdo que resulta que el pasaje le salga gratis gracias a las políticas sociales y dignificantes del Gobierno Bolivariano, pero como la cosa no es precisamente como a algunos les gusta, se arrechan del modo más elocuente y descarado.

Es asombroso lo que se puede oír en un autobús lleno de gente. Se lamentan cacofónicamente por los altos precios en todo, que ya se va a terminar diciembre y a la comunidad donde viven todavía no ha llegado la bolsa del CLAP y de allí pasan a las supuestas negociaciones que se estarían haciendo con los perniles que, según les consta, en lugar de ser distribuidos al pueblo, son desviados hacia un sinnúmero de restaurantes particulares. Por si fuera poco, una pareja de jóvenes casi que entran en pánico al momento en que la unidad de transporte dio la vuelta por San Agustín del Sur y el puente de La Yerbera, para llegar a la avenida Lecuna y de ahí hasta el Hotel Alba Caracas ¡Qué horror, qué peligro!...

“QUÉ MALA ES, QUÉ MALA ES
OYE! LA LENGUA DE LA SOCIEDAD
TÚ LO VES”
 

Luego de dejar la maleta en la casa se me ocurrió ir a comprar pan y allí fue donde se prendió el coro de la canción. Es lastimoso presenciar expresiones que rayan en el odio hacia el Presidente, el chavismo, los militares y todo lo que el gobierno revolucionario representa, por parte de quienes sufren directamente y el abuso tanto de los panaderos como de muchos de sus empleados de mostrador que parecieran no tener conciencia de clase y en consecuencia se dirigen con desprecio hacia la numerosa clientela que lo que desea es poder comprar su pan y así terminar de salir de esa cola que le han obligado a hacer, para posiblemente irse a hacer otra en quién sabe cuál comercio. Es que sin duda se trata de una de las más perversas acciones diseñadas para generar rabia y desasosiego en todos los estratos de la población, sumándose a ello, en paralelo, la permanente campaña de manipulación y distorsión informativa. ¡Coño! y a uno lo que le provoca es responderles cuatro vainas...

“SUJÉTATE, LA LENGUA, SUJÉTATE”

Es verdaderamente lastimoso escuchar de qué manera le salen sapos y culebras por la boca al mismo pueblo que tanto se ha visto beneficiado y dignificado por las acciones emprendidas por el gobierno revolucionario en materia de salud, educación, vivienda y alimentación. Pero es indudable que los desagradecidos y aprovechadores de turno son muchísimos y para esa gente no existe nada que tenga que ver con solidaridad y reciprocidad,  

En esos escenarios en los que nos corresponde interactuar, lo mínimo que puede uno hacer es salir en defensa de los logros alcanzados en casi dos décadas de Revolución Chavista y alzando el estandarte de la verdad, dar la batalla permanente de las ideas para contrarrestar y vencer la falsedad y la ignominia, aun ante los encendidos y hasta violentos verbos de quienes, incluso siendo gente humilde, sirven de fértil terreno para el cultivo de ideas reaccionarias y contrarias a su propio bienestar.

“QUE PENA ME DA
CON ESOS QUE SE CREEN QUE TODO LO SABEN
Y HABLAN, SIN SABER LA REALIDAD”

Qué el gobierno ha tenido sus pelones de bola, es cierto. Qué ha habido decisiones poco acertadas y a destiempo, no hay duda. Qué existe ineficacia, abuso y falta de control en algunas instancias gubernamentales, es innegable. Qué falta mucho por hacer, por supuesto. Lo que corresponde es profundizar las acciones para erradicar los vicios y los viciosos que detentan cargos públicos; privilegios, amiguismo, padrinazgos, corruptelas y ventajismos, con lo que algunos lo que hacen es raspar la olla y joder al país.
Es el momento de demostrar que el gobierno tiene las bolas bien puestas. Ahora es cuando hay que dar la lucha con las armas de la razón y la conciencia, pero también es preciso actuar con la fuerza de la autoridad para erradicar la mala yerba, esté donde esté.
Ese sería un buen modo de enfrentar la canalla: ya no darle argumentos a la contrarrevolución para continuar su campaña de descrédito. Es que la pelea es peleando, es todos los días y es hasta las últimas consecuencias.
A estas alturas a mí se me quiere olvidar el coro de la canción y lo que me dispongo es a hacerle frente, y a viva voz, a todo aquel que quiera venir con su verborrea llena de odio y falacias.
La guaracha sigue sonando... “Sujétate, la lengua, sujétate” ...

luisprieto.2303@gmail.com
@luisprieto2303



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