Mi palabra

Jugando con candela

La violencia engendra violencia, como se sabe;

pero también engendra ganancias

 para la industria de la violencia,

 que la vende como espectáculo

 y la convierte en objeto de consumo.

Eduardo Galeano

¡JUGANDO CON CANDELA!

Un señor, con un diario en la mano, se levantó de un banco descuidado, en una plazoleta no menos descuidada del centro de la ciudad, muy cerca de un puesto de periódicos, dejando escapar una sonrisa un poco burlona, para exclamar con la voz muy fuerte, para que lo escucharan las cuatro o cinco personas, que se encontraban muy cerca: Estos tres señores están jugando con candela  ¡cuidado si se queman!. Estaba a punto de marcharse, cuando me le acerque para preguntarle los nombres; la respuesta no se hizo esperar, en un tono muy serio, bravo, sin levantar la mirada: Usted no sabe leer; no sabe de quién estoy hablando, bueno se los voy a nombrar: María Corina, Capriles y Leopoldo López. Me callé para verlo marcharse con el periódico doblado en uno de los bolsillos del pantalón.

Estos tres personajes al cual hace referencia este señor, han probado lo amargo de las derrotas, desde el mismo momento, que se metieron en la mente, la idea de derrocar al Comandante Chávez y ahora a Nicolás Maduro; han incitado a sus seguidores a cometer inaceptables actos vandálicos, con el propósito de crear las condiciones para asaltar el poder; se han convertido en  los nuevos actores (principales) de esta larga novela, con todos sus capítulos de violencia, con un libreto muy conocido, creado en los Estados Unidos, por el departamento de estado.

Cada integrante de este nuevo trio de la política venezolana, pasa de los cuarenta años, sobresaliendo la dama de la aventura, quien se encuentra cerca del medio cupón; es decir que vivieron la democracia representada por los grandes partidos de esa época AD y COPEY. En esa etapa de nuestro país, fueron testigos mudos de todas las atrocidades contra la juventud venezolana; nada les interesó la violación de los derechos humanos, argumento utilizado en estos momentos para atacar al gobierno, cuando no los dejan acabar con los bienes públicos, de gran utilidad para la colectividad, como sucedió con el metro de Caracas, uno de los grandes paliativos para el transporte de una ciudad anarquizada, desde hace varios años por un crecimiento desenfrenado del parque automotor, más la llegada de una población de otros lugares, producto de la  era petrolera, fenómeno estudiado por un distinguido Antropólogo ya fallecido el profesor Rodolfo Quintero.

 Estos tres personajes, de mirada centellante, casi queman, parecen  hablar con los ojos, da la impresión, que se les escapan de la cara impulsados por el odio; empiezan a pelearse el liderazgo de una supuesta mesa de la unidad, como muchas patas, sin cuerpo, ni cabeza, solamente un esqueleto, que se mantiene de píe, por la bulla despertada, como las gallinas malas ponedoras, mucho cacarear y nunca se les consigue las posturas; tenía razón el dramaturgo griego Aristófanes, cuando decía: "Los hombres sabios aprenden mucho de sus enemigos." , eso justamente fue lo que hizo el Comandante Chávez, cuando escuchaba a ese desafinado trio; nunca les perdió el rumbo, porque tenía muy claro el peligro, que representan en una sociedad, muchas veces manejada por la manipulación y la tergiversación de la verdad.

En los últimos días, pareciera, que solamente existen ellos tres, son la cabeza visible en la oposición; pero, la explicación está en la manera solapada, como se esconden otros dirigentes tan peligrosos o más; actúan de bajo perfil, porque llevan una pesada carga en su conciencia, que lejos de sumar y multiplicar, últimamente empiezan a restar y amenazan con hacer estallar en mil pesados la tan cacareada MUD; en esa mesa aparecen tantos nombres, quedándose corto  el famoso almanaque del chivito; pero, ha empezado a cundir la desesperación; están viendo muy lejos una nueva oportunidad para tratar de sacar por la vía electoral al Presidente Nicolás,  quien ha demostrado firmeza y temple de acero, para enfrentar las dificultades; no es fruta, que se cae o se pudre a pesar del apellido, dándole la razón a ese trabajador, que me conseguí una mañana, lleno de esperanza, pregonando  ¡Están jugando con candela!.

Todo esto, me da la ligera impresión: que estos tres venezolanos de la oposición venezolana, no tuvieron infancia, menos juventud o llegaron de otro planeta a nuestro país, el 2 de febrero de 1999, cuando el Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, piso por primera vez el palacio de Miraflores como Presidente de la República; olvidan algo sumamente importante: cuando en un pueblo empieza a germinar la semilla de la conciencia, crea los anticuerpos, para hacerse invencible, y eso, que escuchamos ¡Tenemos patria! es la antorcha de la dignidad, encendida en la mente y corazón de millares de personas amante de la libertad.



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Narciso Torrealba


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