Coctelera mediática imperialista contra la Democracia y contra el derecho de la paz en Venezuela está en desarrollo, por lo que a todo vapor están las oficinas de editores y de redacción de las agencias internacionales de prensa, tanto televisivas, escritas y radiales que se mueven como un ejército pero vestidos de civil y juntos emprenden con los articuladores de las redes sociales su arsenal de guerra contra la novel Revolución Bolivariana que paulatinamente se viene imponiendo en esta potencia petrolera del mundo.

Todo un complejo entramado mediático imperialista es el escenario previo, así como a la par, que orienta el Imperio y sus aliados apátridas para manipular lo que verdaderamente ocurre en Venezuela, por lo que es necesario como respuesta, la articulación urgente con medios comunitarios y/o institucionales en distintos países que en el continente y en otras partes del mundo que apoyan la Revolución Bolivariana.

Lo cierto, es que está a prueba en esta oportunidad una vez más, la razón de ser de la UNASUR, CELAC, Mercosur, ALBA, Petrocaribe, la solidaridad real de los pueblos y de los gobiernos del Continente; estamos en presencia de una Guerra de Cuarta Generación donde de forma “sutil” los medios internos aparentan “reseñar” los hechos acontecidos, mientras que articulistas, opinadores, creadores de matrices hacen de la suya y las empresas privadas de comunicación se escudan en: “No nos hacemos responsables por las opiniones emitidas por nuestros colaboradores”. “Colaboradores” que actúan y se desenvuelven como un ejército de ataque desplegados en combate mediático.

Los pueblos del mundo solidarios con Venezuela han de mostrar ese apoyo, esa solidaridad, denunciando a las empresas privadas internacionales de comunicación e información, los movimientos populares del mundo han de hacer sus propias concentraciones y marchas, brindar apoyo y solidaridad con nuestras embajadas y consulados, cada quien a su manera pero que sea expresiones públicas, consignas y acciones de concienciación notorias y comunicacionales para romper el cerco y la hegemonía comunicacional e informativa y cultural del Imperio y sus aliados.

Personalidades de distintos ámbitos y el mundo cultural cualquiera sea su género ha de ocupar su espacio y su ascendencia y cerrar filas por una JORNADA MUNDIAL POR LA DEFENSA DE LA DEMOCRACIA Y EL DERECHO A LA PAZ EN VENEZUELA.

Hay que apartar los oscuros nubarrones que el Imperio mediático coloca sobre Venezuela, la lucha nacional y de los aliados internacionales está en apartar esas tenebrosas nubes para que brille el sol de la verdad y demostrar al mundo el por qué el Imperio y sus fuerzas aliadas y demás instrumentos de dominación cultural pretenden hacer para sucumbir la Revolución Bolivariana en el naufragio de la desesperanza mundial.

El otro escenario es el del conflicto real, es conseguir una excusa o crearla ficticiamente, para justificar una intervención en Venezuela; de manera pues, que estamos en presencia de un cálculo interactivo, las partes involucradas hacen sus cálculos, sus pronósticos, por supuesto, la Revolución Bolivariana hace lo propio.

Más allá del Ministerio del ramo, las fuerzas comunicacionales e informativas de la Revolución y los medios comunicacionales, así como las oficinas de prensa de los Ministerios e instituciones han de realizar los ejercicios parciales de articulación, pero con análisis profundo, convincente y convencidos, así como salir de los lugares comunes para pasar a explicar, argumentar, convencer, evaluar y dar a conocer a ciencia cierta y convincente de cuáles son los verdaderos intereses imperiales y de los apátridas para querer deshacer la Revolución Bolivariana Socialista y el legado del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías.