Marketing conchemango

No porque Radonski por primera vez patee calles, abrace y cargue niños y bese abuelitas, sus oligarcas financistas creen que tienen hecho el mandado de ambiciones para echarle el guante de nuevo a Miraflores. Se equivocan señores asesores. Se necesita mucho más que esa burda copia del Estilo Chávez para ganarse la sabia del corazón del pueblo venezolano. Los tiempos, para bien, han cambiado. Hoy el Marketing conchemango ntv (no tiene vida)

No es lo mismo intentar ganarse el alma del pueblo con acciones hipócritas cocinadas en laboratorios de marketing político que sentir lo que es vivir en el barrio; que sufrir el desprecio de las clases poderosas por ser negro, indio y pobre. Ya el pobre no es aquel bolsa que se resbalaba con esas “conchemango”.

¡Ojo señores oligarcas! A Chávez no se le gana con comiquitas. Además es tiempo que comiencen a respetar y a valorar ale pueblo venezolano, sobre todo a los que menos tienen, que son el tuétano del chavismo. Es tiempo de darle al pueblo la importancia que se merece. Dejen de estarlo menospreciando. Que con carantoñas y enamoriscamientos de baja estofa no van a conquistarlo. A los que menos tienen se les conquista gobernando para ellos, que es lo que ha hecho Chávez. Por eso Mercal, Pdval, Barrio Adentro, Misión Milagro, Misión Robinson, Misión Sucre. Misión Saber y Trabajo, Misión del amor Mayor, etc. A Chávez el pueblo lo quiere porque él le sirve.

En 13 años es mucha el agua que ha corrido por debajo de los puentes. Hoy el pueblo sabe leer y escribir, navega por Internet, sus hijos son expertos en el manejo de computadoras gracias a las Canaimitas. El bombardeo mediático de La Canalla les ha abierto los ojos; auque hay todavía por allí quienes creen en potes de humo. El pueblo hoy tiene educación, salud, pensión homologada, estabilidad laboral. Los hijos de los pobres que cursan estudios universitarios le cuentan a los viejos, quienes a su vez también ahora cursan estudios superiores.

Un día le pregunté a un ingeniero adeco de uña en el rabo su opinión sobre Chávez. Y esta fue su respuesta: “Yo soy adeco y fui gobierno. Pero cómo puedo estar en contra de un hombre que me regala los lentes, que me da comida barata, salud gratis y me paga 1.500 bolívares de pensión del Seguro Social. ¡Por mí que mande 200 años!”.

Para llegarle a la psique del pobre hay que vivir en carne propia lo que significaba en Venezuela ser excluido. El pobre tiene una manera muy particular de darse a entender y de entender las cosas. Lo mismo que el olor de su piel, y la intensidad de su mirada triste por la desatención oficial a la que fue sometido por más de 500 años. El pueblo quiere a quien le da la gana. El pueblo tiene sus propios amores y una manera muy especial de querer a sus líderes. Chávez es pueblo. Y el 7 de octubre no sólo va a ganar sino, que una vez más derrotará a la premisa, el medio es el mensaje y al Marketing conchemango. Los amores del pueblo pelabola y Chávez no se desintegra con los potes de humo del Marketing conchemango. No basta con intentar parecerse al pueblo. Hay que serlo realmente, como lo es Chávez. Si se quiere Maricori tubo más bolas que Estefanuti cuando dijo, por la calle del medio, aunque un pelo chaflaniao, “Si soy capitalista, pero popular”. Vaya vaina más incongruente.

El pueblo tiene sus novios en el deporte, en la farándula, en las Bellas Artes, en la política. Dudamel, por ejemplo, es uno de sus grandes amores. Igual que Chávez, Vizquel, Galárraga, Reinaldo Armas, Gualberto Ibarreto, Simón Díaz, Oscar De León.

Las directrices trazadas para Radonski por sus asesores internacionales especialistas en conchemangos, se sustentan todas en hacerle carantoñas al pueblo. Aunque el racismo de esta gente le han hecho descuidar en su plataforma mediática a indígenas y afrodescendientes.

A Radonski lo están vendiendo como un catalogo de maravillas. La estrategia publicitaria de los vergatiesas en Marketing Político, que le asesoran, le recomiendan parecerse lo más que pueda a Chávez en el manejo del discurso, del mensaje y de los símbolos. Por eso la chaqueta tricolor, el Comando Tricolor, el uso de los vocablos Seguridad, Crecimiento, Desarrollo, Cambio, Progresismo, etc. Por eso la caimanera de baloncesto con Cabeza en mango. Por eso el disfraz de sencillez, humildad. La idea es vender a Radonski como Chávez. Pero no les funciona; Estefanuti ha bajado en las encuestas. Mientras Chávez crece. Es decir, las conchemangos no les ha dado buenos resultados.

Ahora. La conchemangos de plagiar el Estilo Chávez, por parte de Estefanuti es un reconocimiento tácito al poder del liderazgo del Presidente venezolano. Por qué si no fuese así, entonces por qué estos cráneos internacionales de Marketing conchemangos ordenan a Estefanuti copiar el estilo de Chávez. Cómo será de cierto esta careta que falta muy poco para que el tercio mudista, de alpargatas, liquilique y sombrero de cogollo se lance a bailar tramoliado un joropo llanero.

TINTERO

Escotet se cuadró con Radonski convencido que Chávez no va “pal” baile. Pero le va salir el tiro por la culata. De todas las cosas buenas que Dios hizo, hizo una que me gusta mucho, y es un Día tras otro. El 8 de octubre me gustaría verle la cara a este banquero, con apellido que suena a güisqui, ante el contundente triunfo de Chávez.

americoarcadio@yahoo.com


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Américo Hernández


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