Que Manuela ni que ocho cuartos, al diablo Joaquina Sánchez o Luisa Cáceres, que importa Josefa Camejo, o Juana Ramírez ahora ya está aquí con nosotros la maricory directamente de Washington porque acaba de aparecer en el celuloide de la política nacional la nueva abanderada como globo de ensayo del Pentágono: María Corina Machado, tal como si se tratara de una nueva campaña de gaitorei –Roberto Malaver dixit-.
María Corina nos quiere gobernar… y ya muchos que consideran a la MUD como prótesis política le siguen, le siguen la corriente, pero bajo el cuidado casi quirúrgico de aquellos que no quieren que diga la gente que María Corina nos quiere gobernar, especialmente Ramos Allup, que no le teme a sublevaciones de lechuguines y petrimetres. o el vino tinto Ismael que ya casi que finiquita un “negocio” de por lo menos cuatro gobernaciones y no precisamente “al precio que ve en pantalla” sino que este es el secreto para llevarse a la tumba fría: 9.000.000 de dólares como para gritar a brinco rabioso la nueva consigna de la franquicia vinotinto ¡podemos hacer posible el negocio electoral!.
A María Corina le debe resultar mejor iniciar una campaña para democratizar el botox o municipalizar los hilos de plata para tensar el rostro, no de las señoras aristócratas sino más bien de Juanita la que lava o Berta la que plancha, en una especie de Misión Lancome, María Cristina debe resultar perfecta para ello… pero para la presidencia no, por eso es que debería estar pensando en correr la arruga, a menos que el rostro de democracia que quiera sea la ya vetusta hija de punto fijo sin rubor o con rubor y patas de gallo.
María Cristina nos quiere gobernar y todo un caterva de precandidatos que también nos quieren gobernar como emulando el cuento de Aquiles Nazoa, la fiesta de los animales. La verdad, deberían gobernarse ellos porque ni su alma los soporta. Representan, eso sí, la mejor expresión de la letrinizacion de la política verbi gratia Ismael que ha hecho suya ya del refranero latinoamericano aquello de amor de puta y convite de tabernero siempre te cuestan dinero, de allí que ya conciba a varios Estados en una especie de oferta electoral, como para decir te dejo Anzoateguia tanto el kilo.
Lo cierto es que María Corina, nos quiere gobernar, lo malo es que pese a su ya arrugada foto con Bush lo que va es restando y en la MUD, apenas algunos le siguen, le siguen la corriente.
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