El vuelo de las cucarachas

No soy cucarachero, ni cucarachólogo. Este último término no aparece en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, pero me acojo a la sabiduría popular que todo lo entiende. Varios informes científicos publicado por las agencias de noticias internacionales, entre ellas la BBC, señalan que ese prodigio de la naturaleza llamado cucaracha es un verdadero fósil viviente y desde que comenzó sus andanzas, en el planeta, hace 354 millones de años ha sido el insecto más repulsivo en el ser humano.

Una nota fechada en el Reino Unido sostiene que la gente las odia, pero desconoce que las cucarachas pueden convertirse en una fuente de antibióticos más que un riesgo para la salud, según los investigadores de la Universidad de Nottingham. Los científicos buscando nuevas fuentes para combatir afecciones bacterianas graves encontraron en el cerebro de las cucarachas nueve compuestos químicos diferentes que podrían ser utilizados para matar el 90 por ciento de estafilococo dorado resistente a la meticilina, sin dañar a las células humanas.

Otros estudios provenientes de la Universidad de Londres dan cuenta de la necesidad de estudiar el comportamiento de esos insectos. Las cucarachas-al igual que nosotros-toman decisiones colectivas. Los científicos creen que las cucarachas se comunican entre si y se recomiendan las buenas fuentes de alimentos. “La gente tiende a matar a las cucarachas en lugar de estudiarlas”, dijo Mathieu Lihoreau, biólogo y químico de la Universidad Queen Mary Collage.

Estos insectos noctámbulos parecen morir panza arriba. Y una mujer de 34 años preguntó, ¿por qué ocurre este fenómeno?, ¿cómo hacen para voltearse?. La respuesta a las interrogantes fue que las cucarachas cuando se encuentran panza arriba no es que están muertas necesariamente, porque algunas veces utilizan esa posición inmóvil, boca arriba, como un método de supervivencia y cuando pasa la amenaza se voltean para huir o “dejar el pelero”.

¿A qué viene este asunto de las cucarachas?. Es que el proceder de la dirigencia y voceros de la oposición política venezolana cada vez se parece más a este insecto volador que trabaja en la oscuridad de la noche y espera la oportunidad para inocular el veneno en la víctima, lo cual produce no sólo ronchas en el cuerpo social, sino incluso la repulsión de la población cuando los ve aparecer.

Los grupos minoritarios de la oposición al Gobierno de Hugo Chávez toman, también, decisiones en colectivo y se comunican entre si para nutrirse de las fuentes de los medios de comunicación que “alimenta” sus ansias de poder y en caso de lograr ese objetivo usufructuarlo, pero en modo alguno ponerlo al servicio de la mayoría del país.

Los perversos representantes de las organizaciones políticas integrantes de lo que ellos llaman Mesa de la Unidad Democrática, en la que no hubo diálogo, unidad, ni democracia, para escoger a los candidatos a la Asamblea Nacional con miras a las elecciones del 26 de septiembre, con los recursos provenientes del tesoro público de las gobernaciones de estado donde la oposición venezolana es gobierno, Zulia, Táchira, Lara, Nueva Esparta, Carabobo y Miranda, y los dineros de fuentes de financiamiento de negocios ilícitos y de organizaciones foráneas, siguen fraguando el plan B que es “la marcha sin retorno” a Miraflores o una parada militar, por cuanto los sondeos de opinión hechos por las empresas de mayor credibilidad en Venezuela, aun cuando hoy día son escasas, apuntan que los aspirantes de la MUD para ocupar una curul en el parlamento nacional quedarán, como las cucarachas, panza arriba en los próximos comicios.

Es vergonzoso percibir el derroche de vallas publicitarias, pendones, pancartas, cuñas y cadenas de radio y televisión regionales, en las cuales-en el caso del Zulia- aparece la figura del gobernador Pablo Pérez al lado de sus candidatos, los “rebullones de la zulianidad”, cuya mejor virtud en su mayoría es un prontuario policial o haberse enriquecido a costa de los fondos públicos cuando desempeñaron funciones de gobierno.

Tanto Pablito Pérez como sus candidatos padecen el síndrome de Pinocho. En sus intervenciones, sin el menor escrúpulo, es una mentira tras otra para tratar de crear la matriz de opinión adversa al Gobierno de Chávez y contra los candidatos del PSUV. Según Pablito el índice delictivo, en el cual el Zulia ocupa el tercer lugar a escala nacional, el deterioro de los servicios públicos, entre ellos el aseo urbano y domiciliario que es competencia de la Alcaldía de Maracaibo, el deterioro de las vialidad en la capital zuliana, aunque el alcalde sostiene que han echado 100 mil toneladas de asfalto en la ciudad y el abandono de las escuelas y hospitales de la Gobernación, entre otros asuntos, es responsabilidad del centralismo que no le entrega los recursos suficientes al mandatario regional para encarar estos problemas y supuestamente mejorar la calidad de vida de la población.

Esta conducta típica del Gobernador del Zulia y de sus aliados de la oposición venezolana quedó al descubierto con el libreto de culpar al Gobierno de Chávez de la muerte de Franklin Brito. Ellos como cucarachas quisieron volar sobre el cadáver y la memoria de un venezolano que, aun cuando el Ministerio Público haya desistido en iniciar la investigación, fue inducido públicamente por la carroña opositora a inmolarse con el propósito de tratar de obtener dividendos políticos del infortunio.

Les confieso que -con honrosas excepciones- no encuentro en el cerebro de los candidatos de la oposición en el Zulia, ni en otros estados del país, algún elemento de validez que haga dudar que su accionar no se corresponde con el reclamo del bienestar colectivo. Ello explicaría por qué los venezolanos en lugar de estudiar esos insectos llamados cucarachas, prefieren aplastarlos por la repulsión que les causa.


marinsjournalist@hotmail.com


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