Es obvio que la conducta racista y de desprecio por el pueblo venezolano, ejercida por más de cuarenta años por el magnate de los medios privados, Marcel Granier, tiene una explicación psiquiátrica y política.
Marcel, de manera delirante, básicamente se comporta como un reptil que niega la existencia del otro, y en este caso el otro es el pueblo venezolano, esa mayoría que salió a la calle el día 13 de Abril de 2002 para rescatar la democracia del primer golpe mediático de la historia .
La superioridad narcisista , conducta asumida por Granier, lo hace pensar que es dueño de la “verdad”, de su verdad y la de su grupo económico, la cual es difundida a través de los medios masivos que poseen, para dominar y manipular las conciencias de las mayorías, con propósitos de enriquecimientos mercantiles.
Granielito dijo que su canal de televisión golpista RCTV, no mostró al pueblo rescatando la democracia ese 13 de Abril, porque eran imágenes vergonzosas que bajo ningún concepto debían transmitirse.
El cerebro de Marcel desde el punto de vista psiquiátrico, puede que haya perdido sus características humanas esenciales y se comporte como un primitivo Cocodrilo. Es así como asume que tiene el derecho de dominar a los otros, a negarlos como humanos , a maltratarlos e incluso incitar a su eliminación moral y física si es necesario.
El carácter primitivo del cerebro reptiliano, se inclina casi siempre por la guerra y considera las desigualdades entre las personas como algo natural. Marcel y su grupo económico trasnacional(que forma parte del poderoso oligopolio que ha controlado la televisión comercial en Venezuela desde hace varias décadas) están convencidos que la mayoría de los venezolanos somos sólo audiencias susceptibles de ser manipuladas y controladas para supeditarlas a sus intereses mercantiles.
Marcel con su conducta reptiliano-narcisista, aboga por la competitividad salvaje que subyuga a los más débiles. Sus ansias de poder y de acumulación lo han llevado, como lo ha analizado certeramente Britto García, a que su canal haya soslayado la educación, tergiversado y manipulado la información y confundido el entretenimiento con formas degradadas y degradantes de irrespeto al público.
La desvalorización interior de Marcel Granier, su autoestima devastada ,su elevación narcisista le impiden detener su irracionalidad, su odio por el pueblo al que llama lumpen marginal de siempre y se desvanece en improperios contra la revolución bolivariana.
Afortunadamente también el próximo 27 de Mayo de 2007, se desvanecerá, y ojalá sea por siempre, la señal de la indefendible RCTV.