Durante la temporada de lluvias, los precios de la leche y sus derivados suelen experimentar una baja, impulsada por la mayor disponibilidad de agua y pasto para el ganado. Esta mejora en las condiciones productivas ha permitido que el costo del litro de leche disminuya en zonas rurales. Sin embargo, ganaderos advierten que esta reducción no se refleja en los precios al consumidor urbano.
Gomel José Sierra, vicepresidente de la Federación de Ganaderos de la Cuenca del Lago, explicó en entrevista con Fedecámaras Radio que el precio de la leche a puerta de finca ha descendido de 0,74 dólares a 0,52 dólares por litro, estabilizándose actualmente en torno a los 0,58 dólares. "Vemos cómo en los anaqueles se sigue cobrando lo mismo. Es decir, el público general está pagando igual o incluso más", señaló Sierra en el programa Venezuela Productiva.
Ganaderos en desventaja
Sierra advirtió que estas distorsiones perjudican directamente al productor primario, quien recibe menos ingresos por un producto que continúa vendiéndose a precios elevados en centros urbanos. A esto se suma el alto costo de insumos agrícolas —como medicinas, vacunas y fertilizantes— que deben adquirirse a precios superiores al dólar oficial que reciben por la leche.
Además, los ganaderos enfrentan dificultades adicionales por la escasez de divisas. En el sur del Lago de Maracaibo, por ejemplo, la mano de obra se paga en moneda extranjera, como pesos colombianos o dólares, los cuales han comenzado a escasear. "Muchos productores no están bancarizados, lo que agrava aún más la situación", alertó Sierra.
La denuncia pone en evidencia una brecha persistente entre el precio de origen y el precio final de los productos lácteos, que afecta tanto a los consumidores como a los productores rurales, en un contexto de alta vulnerabilidad económica para el sector agropecuario.