Atentado en Paris: “el que se acuesta con muchacho amanece…”

Al leer las noticias sobre los hechos acaecidos en Paris, sobre los atentados terroristas a la revista satírica Charlie Hebdo, sale a la luz una reflexión y es el irrespeto a la cultura y civilización ajena por parte de Occidente y el querer imponer sus ideales y superestructuras sobre otras, basadas en cimientos legítimos de decenas de siglos de antigüedad.

La Sociedad Occidental así como la cristiano-ortodoxa (cuenta Arnold Toynbee)[1] encuentran su origen en los inicios de la edad media y basan gran parte de sus fundamentos en la Civilización Helénica, la herencia de la democracia se remonta a las primeras ciudades estado griegas. Ahora bien, los inicios de la civilización islámica se remontan en Mesopotamia, cuna de la escritura, de las matemáticas y de las leyes, por ende, ambas civilizaciones son dignas y valederas en sí mismas, por cuanto han hecho sus aportes invaluables a la humanidad.

De hecho, todos los conocimientos legados de los antiguos griegos son conservados cuidadosamente en almácigos por los eruditos árabes, poseedores de bibliotecas, promotores de la higiene personal y practicantes de la tolerancia; en contraposición, la Europa atrasada en su oscurantismo religioso, quemaba los códices de los antiguos mayas, fundían obras de arte de los Incas y Aztecas, confundieron y persiguieron químicos y alquimistas por brujos, murieron como moscas por pestes y enfermedades producto de su ignorancia supina y de sus condiciones insalubres de existencia, se hicieron la guerra unos a otros desde la antigüedad hasta casi exterminarse en pleno siglo XX, casi murieron de hambre, caquexia e inanición en sus países devastados y fueron alimentados por las bendiciones del maíz, la papa y el trabajo americano, hicieron retractarse a Galileo Galilei y martirizaron a Giordano Bruno.

Es por ello que Occidente no tiene nada que enseñar a nadie, pues casi todo le ha sido legado de otras culturas mas avanzadas y complejas, a las cuales se les hace desprecio en nombre de la libertad de prensa. Lo que ha pasado en Charlie Hebdo, más que ser condenable y detestable, es algo lamentable e innecesario. A diario se han burlado del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), se califican a los hermanos musulmanes y cualquiera que no sea ojos azules y rubio como terrorista, basta que alguien luzca una barba o algún atuendo en la cabeza y podría ser objeto de humillantes revisiones en aeropuertos y trenes, y en el peor de los casos, contar con la muerte al ser tiroteado por algún agente de seguridad prejuicioso e inculto “cumpliendo con su deber”, o ser deportado a una de estas cárceles de la CIA donde las convenciones de Ginebra y demás Cartas de la ONU no existen.

Sin contar, que Occidente, los fascistas monarcas del Golfo, los omnipresentes israelíes, así como los “laicos” turcos; han armado hasta los dientes y alcahueteado a las fuerzas opositoras del Presidente sirio Bashar Al Assad, y entre los cuales se encuentra el Estado Islámico, ahora enemigo número uno de Occidente; ¿hasta donde llegará esta locura?, ¿hasta cuando seguirán financiando una guerra de agresión en contra de Siria?; la OTAN, así como sus aliados en el Medio Oriente están jugando, con un palito de fósforo, pólvora, gasolina, C4 y una bomba atómica a la vez; en esa pretensión de reescribir las fronteras Sykes – Picot.

No se olviden que solamente hay (según los cálculos más conservadores) unos 500 mercenarios europeos en el Estado Islámico, ¿quién les paga a esta gente para que hagan una guerra de agresión?, ¿de donde sale el dinero para éstas operaciones como las que hemos visto hoy?, por allí dice un dicho muy sabio: “cría cuervos y te sacarán los ojos”, en mi pueblo San Felipe dicen mas claro y raspao, el que se acuesta con muchachos amanece … ahí se los dejo.


*Abogado, Magíster en Relaciones Internacionales


elgranmillan@hotmail.com


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jesús Millán Alejos


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