Miedos y medios

En el imaginario mundial hablar del imperialismo se había convertido prácticamente en una profanación.

El imperio estadounidense (su maquinaria cultural y la industria del entretenimiento) había sustraído y enterrado del lenguaje de la ¿izquierda?, de las ciencias sociales –como categoría de análisis– cualquier referencia al imperialismo; quienes se atrevían se les ridiculizaba y minaba la moral: el miedo se adueñó de los intelectuales.

En medio de la hegemonía del miedo impuesta al mundo por el imperialismo, la Revolución Cubana con su líder Fidel Castro nadaba en solitario contra corriente, denunciando y defendiéndose del imperialismo, que aún le impone un bloqueo genocida.

Desde Venezuela un hombre, el Comandante Hugo Chávez, con su conciencia y sin miedo, izaba para los pueblos del mundo las banderas del socialismo y el antiimperialismo, y rápidamente se mundializó; el imaginario popular de los pueblos abrazó las ideas de Chávez, la esperanza y la utopía.

La ¿izquierda? mundial, acomodada y derrotada, junto con la oligarquía parasitaria en Venezuela, alzó su voz –con su aliento etílico y bolsillos dolarizados– contra Chávez, líder esculpido en la pobreza y con ideas libertarias.

El imperialismo (60 años de guerra fría, la CIA, millones de dólares invertidos en guerra psicológica, propaganda, Hollywood y la más poderosa maquinaria militar y mediática en la historia de la humanidad) quedaba de nuevo al descubierto.

Para valorar la acción de Hugo Chávez, deberíamos leer –obligatoriamente los ministros y viceministros de educación, cultura y comunicación– la obra de Frances Stonor Saunders: La CIA y la Guerra Fría Cultural.

“Frances Stonor Saunders demuestra cómo la CÍA logró infiltrarse en todos los espacios de la cultura. Las organizaciones que le servían de tapadera y las fundaciones «filantrópicas» que canalizaban su dinero organizaban congresos, exposiciones, conciertos y giras de orquestas sinfónicas por todo el mundo y subvencionaban ambiciosos programas editoriales y costosas traducciones; las revistas de toda Europa y de otros lugares del mundo compensaban sus pérdidas gracias a generosos mecenas tras los cuales se escondía la CÍA”

Propongo: que para transformar las asimetrías mediáticas y en defensa de la Nación, el Estado inicie, con la televisión, una etapa de transición que en consecuencia regule, controle, produzca, adquiera y provea todos los contenidos (alta calidad y producción) de la TV en Venezuela (abierta, satélite, cable, etc.) en el horario correspondiente entre las 06 de la tarde y 10 de la noche.

Chávez, de Simón Bolívar aprendió y nos enseñó a “echar el miedo a la espalda”. Los medios privados (apoyados por el imperialismo) no pueden seguir arrinconando al Estado.

¡Ya basta, ya!


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Alfredo Oliva

Conductor del programa ?Construyendo la utopía? en YVKE Mundial 550 am y 94.5 FM.

 oliva2021@gmail.com      @oliva2021

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