Desmedidos ataques a las instituciones

En un intento por desestabilizar el país, de nuevo un sector de la oposición venezolana apunta en su estrategia al desprestigio de las instituciones del Gobierno Bolivariano, como sacados con pinza han preparado un amplio campo de ataque hacia los diversos poderes del Estado en detrimento de su sola ofensiva frontal hasta ahora contra el Presidente Chávez; en todo caso parece que la derecha nacional aunque divida en su supuesto accionar unitario, de lo que si están claros es en el discurso mediático contra la revolución.

De tal manera podemos definitivamente diferenciar diversos sectores de la oposición: el primero de ellos vinculado con el tema económico que poco les interesa las instituciones, el segundo movido por extremistas de derecha con relaciones muy cercanas a los Estados Unidos y la derecha internacional, un tercero representado principalmente por la vieja dirigencia del puntofijismo aunque se han incorporado parte de la nueva, una cuarta representado por las nuevas caras de la derecha nacional pero relacionados principalmente con los sectores más apabullantes de la oligarquía nacional, quinto los medios de comunicación privados; en definitiva estos sectores no vacilarán en apoyar una salida no democrática de Chávez, aunque podrá encontrarse un sexto grupo que pretende una salida democrática pero que tiene la necesidad por ser minoría de establecer alianzas con los sectores golpistas del país.

Los objetivos planteados por la oposición tienden a concentrarse en matrices de opinión hacia la libertad de expresión, la inseguridad, la vivienda y la salud; de seguro estarán planteando tal como lo hicieron en la campaña de la reforma tomar como bandera el tema de la propiedad; es por ello que debemos ser muy cuidadosos en el accionar político de la revolución, recordemos aquella frase del camarada William Lara “la gerencia de la política debe ser con las neuronas y no con las hormonas”. La derecha golpista nacional sigue soñando con un escenario antidemocrático y esta campaña política (la presidencial de 2012) ya comenzó, y la misma estará repleta de provocaciones, ahora menos que nunca nuestra izquierda debe ser reaccionaria, mucho menos estalinista, debemos ser vigilantes del panorama global y recordar la famosa frase del comandante “águila no caza mosca”, y enfocar nuestros esfuerzos más radicales en la lucha contra el sistema capitalista y las formas camaleónicas del imperialismo.

Comunicacionalmente debemos ser más efectivos para sacar ventaja, como por ejemplo del hecho histórico de la nacionalización del oro, pues simboliza soberanía e independencia nacional, en contraste dedicamos esfuerzos contestatarios en una especie de acción reactiva, que pareciera indicar que la oposición dicta la agenda del día.

Recuerdo algunos camaradas haber criticado a Lina Ron por darles de que hablar a los medios de oposición cuando intentó acciones de protesta contra Globovisión, en una situación en la que no había de que hablar, ahora con el caso de la barbaridad visceral de sexto poder en una acción de provocación se repite; porque para nada se puede compartir la acción de ese medio amarillista, sin embargo la jugada es generar condiciones de opinión contra la libertad de expresión.

Es evidente que las instituciones son el blanco, de tal manera que al desprestigiarlas mas no desligitamarlas, aunque intentarlo moralmente, con ello se pretende generar condiciones para rehacer las cosas, no es otra forma de decir acabar por la vía de la fuerza con las mismas; lo que no se dan cuenta en la oposición o enceguecen el panorama es que la forma de la institucionalidad política venezolana actual se encuentra a pesar de los esfuerzos de la revolución marcada por la estructura heredada de la cuarta República, en todo caso es un punto a favor el esfuerzo de la revolución por transformarlas, más que hacerlas que funciones.

La conexión Chávez – Pueblo en consecuencia no termina imitándose en las instituciones, por ello quien sale principalmente a responder los ataques son los responsables de las instituciones y no la masa popular, de tal manera que no debemos desgastarnos en esta campaña por responder cuanto ataque provocador surja inescrupulosamente de la derecha venezolana, debemos concretar con más eficiencia en la gestión pública, la cual debe estar acompañada por la comunidad organizada.

A modo de reflexión veamos lo que significa democracia para la oposición nacional: claramente identificado con las acciones terroristas de la OTAN contra Libia, o la nefasta acción política de Piñera contra la educación y la juventud Chilena, sin duda las loas de los medios nacionales sobran ante tales escenarios, y sueñan con condiciones similares en nuestro país; es por ello que debemos capitalizar políticamente estas acciones que pueden generar mediante estrategias bien elaboradas revertirle la matriz de opinión generada por la oposición.

"Las instituciones perfectamente representativas no son adecuadas a nuestro carácter , costumbres y luces actuales”. Simón Bolívar

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Nelson Ortega

Aprendíz de Socialista, Bolivariano, Investigador, Planificador Ingeniero en Informática, Diplomado en Innovación Tecnológica, Msc. Planificación Global. www.masrevolucion,blogspot.com

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