No hemos podido dar el salto
cualitativo en la comunicación; es decir, el impulso de una política que nos
permita estar al otro lado de la ecuación: acción-reacción; una política que nos coloque a la ofensiva.
Son verdaderos retos los que se enfrentan:
Primero, diseñar y desarrollar una Política Comunicacional efectiva que señale en el seno del pueblo, el rumbo del Socialismo que Construimos.
Segundo, imponer nuestra propia agenda de noticias y contenidos.
Tercero,
Revolucionar el Sistema Nacional de Medios Públicos.
Cuarto, hacer visible la Obra de Gobierno en el contexto socio-político del Socialismo Bolivariano y
Quinto, crear la Radio Correo del Orinoco.
Sin dudas el año que recién culmina ha dejado importantes avances en la comunicación revolucionaria y socialista, estos avances se han hecho notar en la Radio, Prensa e Internet, pero en el gran fenómeno de masas del siglo XX como es la televisión, allí aún estamos muy lejos de hacer una televisión que impacte a las grandes mayorías y que deje en evidencia a la telebasura privada.
Con la reforma de la Ley de Responsabilidad de Radio y Televisión (LEY RESORTE), si bien es cierto avanzamos, es de hacer notar que perdimos una oportunidad de que se incluyeran las cadenas presidenciales en los servicios de televisión y radio por cable y satelital. Estamos permitiendo el uso de nuestro territorio y sirviéndoles en bandeja a transnacionales de la comunicación para que “penetren” en los hogares de millones de compatriotas, sin que allí lleguen los mensajes del Gobierno, salvo que pague. Llego la hora de tomar la a la ofensiva.
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