En algunos artículos y programas de TV he dicho que el principal Recurso de persuasión del Gobierno es la verdad y su obra, pero hasta la verdad hay que saberla Comunicar, porque el imperialismo y sus lacayos tratarán de hacerla invisible o minimizarla.
La Comunicación no es sólo buena intención, ella exige rigor y calidad, pues los errores en la Comunicación de una Revolución asediada y hostigada suelen tener resultados catastróficos.
Pareciera que hay ausencia de una planificación de largo alcance, además es imprescindible sensibilizar que nuestra Comunicación se inserta en la lucha antagónica de ideas y valores. La estrategia de lucha contra la mentalidad capitalista, requiere una buena dosis de pensamiento complejo y de mucha sencillez al expresarla, para que el pueblo la comprenda y con conciencia, asuma y defienda los cambios impulsados por el Gobierno revolucionario.
Tomemos por ejemplo: el problema del agua y la electricidad, donde a pesar de que se dijo la verdad, se evidenció una deficiente comunicación, creando en algunos sectores de la población el efecto contrario a lo deseado, cuando esperábamos como resultado, un apoyo nacional al Gobierno.
Es en el reflejo condicionado donde se atrinchera el enemigo con su ideología dominante. Entonces no sólo se trata de “publicitar” la Acción y Obra de Gobierno, debemos dotar a nuestra comunicación de un contenido liberador, cuyo impacto, coadyuve a desintoxicar el pensamiento y modo de vida aprendido e impuesto por la hegemonía capitalista.
Creo que el Gobierno debe diseñar una estrategia que examine nuevas formas, escenarios y espacios para que el Presidente y la Revolución, sin conciliar ni ceder un milímetro en la profundización de la misma, se comuniquen directamente con los que se abstienen y los 5 millones que votan ciegamente contra la revolución y desterrar el bloqueo mediático.
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