La revolución de vacaciones

El 29 de diciembre de 2009, por esos azares de la vida, llegue a una reunión familiar de una amiga de las que se declaran “apolíticas” y que yo llamo escuálidos intoxicados de sobre exposición mediática, pero que no lo saben. Así se lo digo siempre a mi amiga, quién me rogó no hablase de política en su casa oyera lo que oyera de su familia y amigos, y así se lo prometí.

Lo cierto del caso que entre todas las mentiras que repiten cuya fuente es la televisión al servicio de los yanquis me llamó poderosamente la atención la gratificante historia contada por su hermano quién trabaja en una empresa cuya casa matriz se encuentra en gringolandia, Miami.

De allí (Miami) viajó a Venezuela, la directora de “recursos humanos” para el Caribe, una hija de los conocidos “gusanos” en otras palabras una cubana “maiyamera” y digo que al historia fue gratificante por el dominio histriónica del hermano de mi amiga contando su experiencia formal de la reunión de trabajo con la ¡directora ¡ su jefa, y que tratare de reproducir aquí y fue mas o menos así:

Con pocas horas en el país ya tenían la primera reunión de trabajo muy formal con exposiciones en power point, preguntas y respuestas etc. pero al llegar el receso, el “tiempo del coffe brake time” - como expreso la directora- todos o casi todos sacaron de inmediato sus respectivos blackberrys –el hermano saca su celular y hace como si estuviera enviando mensajes de textos y llamando- la directora puso los ojos como el dos de oro y la quijada casi cae al piso al ver a todos sus subalternos con semejante avance tecnológico en sus manos, no podía dar crédito a lo que veían sus ojos y casi gritando expreso:

“oooye tu, pero que comunismo es este ¡Tu! ¿Es que esos teléfonos los da la compañía o que? La respuesta fue casi al unísono: ¡Nooo lo compramos nosotros...!

¿Queee?... algo esta pasando –expreso la directora- esto no puede ser..., que comunismo es este, nos están engañando en mi país, en este país no hay ningún comunismo...ni socialismo ni nada que se le parezca, pero si en Miami llamamos a Venezuela la hija de Cuba...” –continua el hermano contando- la directora se volteo hablar con el director general con gestos de tu dime que esta pasando aquí...

(El receso continúo unos minutos más y la directora se puso hablar con los directores Venezolanos y haciendo preguntas no salía de asombro.)

Cuando se retomo de nuevo la reunión de trabajo, la gerente de administración una chica de 30 años recibe una llamada e interrumpe al reunión para atenderla -dirigiéndose a la directora- pide excusas porque tenía que darle instrucciones precisas a la “señora de servicios” porque su hija esta enferma y salió del lugar. No había salido la gerente del salón cuando la directora, sorprendida, excitada y casi con rabia, perdiéndose la formalidad de la reunión y en alta voz expresó:

“¡Dios! Pero que comunismo ni que comunismo es este tuuu –viendo al director general Venezolano- con chica de servicio, mucama, nana, eso es imposible en los EEUU, no podemos darnos ese lujo Tuuu, ¿Cuál es el empeño de este hijo de castro de hacernos creer que esto es un comunismo o socialismo? Tuuu, “pero si en os EEUU nos pintan a Venezuela como una Cuba” y la Mujer comenzó a preguntar sobre la libertad, el consumo de alimentos de a población, ¿existe o no libretas de ración? Etc....”

En una mezcla de incredulidad y cierta rabia la directora dio más importancia a informarse sobre este comunismo o Socialismo Venezolano y pospuso la formalidad para las horas de la tarde convirtiendo aquello en una tertulia política

Esta historia real contada con mucha chispa y gracia por éste escuálido “apolítico” es de una riqueza sociológica inagotable y desde la perspectiva política, mediática e ideológica, pudiéramos escribir un libro.

En esta reunión decembrina maniatado por mi palabra, reflexionaba dos cosas. Una, sobre el referéndum que perdimos y en el artículo escrito sobre ello: “El Sambil derrotó a la Reforma” (cuando lo lean comprenderán por que lo asocio con la directora cubana)

Y la otra reflexión es que mientras en el plano del pensamiento colectivo el consumismo (expresión del capitalismo más destructor) nos sigue golpeando y las fuerzas Especiales del imperialismo yanqui a través de sus vasallos colombianos invaden Venezuela y lacayos venezolanos (oligarquía, políticos y medios) están dando cobijo y apoyo pareciera que toda la Revolución Bolivariana se fue de vacaciones este diciembre, si no fuera por ese Motor llamado Hugo Chávez y unos pocos, el ausentismo revolucionario sería total, ni hablar del sistema nacional de medios públicos.

Por cierto ¿dejaremos que el Comandante Hugo Chávez se borre o se cambie el Nombre este 2010?

Y usted quizás se preguntará amigo(a) lector(a) ¿y a que viene esa pregunta?... tarea para la casa.

oliva2021@googlemail.com


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Alfredo Oliva

Conductor del programa ?Construyendo la utopía? en YVKE Mundial 550 am y 94.5 FM.

 oliva2021@gmail.com      @oliva2021

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