La derecha en los países latinoamericanos tienen en común, el dominio de los medios de comunicación privados, y a través de los mismos crean realidades virtuales. La maquinaria propagandista de Colombia, en vista del fracaso de los medios privados venezolanos, inicia otra campaña de desprestigio contra el presidente Chávez, disimulando torpemente las incitaciones al magnicidio. En la última cumbre de Unasur, Uribe se equivoca al exigir la transmisión en vivo del debate. Su plan era hacer graves acusaciones contra el presidente de Venezuela. Sin embargo, el pueblo colombiano fue testigo de lo peligrosas que son las bases militares en ese país. Evidenciaron además, que Uribe mentía descaradamente, pues el presidente ecuatoriano, Rafael Correa desmontó cada uno de los argumentos del presidente colombiano. Inexplicablemente, un comentario en facebook contra Chávez, moviliza las marchas de la derecha en varios países latinoamericanos. ¿Quién es este hombre que despierta tantas pasiones a favor o en contra en muchas partes del mundo?, ¿qué hace, qué dice?. Y los medios privados preparan toda una campaña para responder esas preguntas. Y lo hacen en coro, porque las acciones de sus empresas mediáticas se entremezclan como si fuesen una sola Corporación que domina los multimedias en el mundo. Ejemplo de ello, son las acciones de la familia Cisneros, las cuales tienen intereses en Colombia, Chile, Estados Unidos, Costa Rica, etc. Creer que un comentario en el facebook provoca esa movilización, sería como pensar que el gobierno norteamericano caería porque quemamos sus banderas en todas partes del mundo.
La convocatoria del facebook, evidencia que la oposición venezolana solo cree en los medios, porque fueron los medios los que organizaron la movilización y no una supuesta iniciativa virtual. Es una parte de la sociedad acostumbrada a vivir de apariencias cuya referencia inmediata para entender el mundo, su triste existencia individual y materialista, son los medios de comunicación. Los celulares, la Internet, la televisión, la música, la radio, el cine, todo lo relacionado con los multimedia, en manos de un poderoso sector económico, han conspirado para crear procesos de comunicación ficticios, donde no hay memoria, no existe posibilidad para el debate de ideas, y donde la esencia de su dominio es fragmentar la realidad para hacerla incomprensible, descontextualizar hechos y medias verdades, para crear nuevos hechos articulados en una gran mentira. El resultado es una parte de la sociedad alienada que cree todo lo que dicen los medios y que luego comparte con su pequeño círculo de amistades.
Uribe no tiene otra alternativa, además de narcotraficante es paramilitar. Y Estados Unidos tiene todo su expediente para destruirlo cuando contradiga los intereses de esa nación, que pasan por obtener energía barata, además del control del narcotráfico. La “facebopolitica” de Uribe está adelantándose a lo que pueden significar las bases de paz promovidas por Chavez con un sector de la sociedad colombiana. Se trata de destruir todo proyecto de paz, que arruine el negocio de la guerra y el narcotráfico, cuyo dinero es lavado para sostener la narco-economía norteamericana.
Eso significa que el discurso de Chávez está generando debates antes silenciados en Colombia. Y por eso el gobierno de Uribe se inventa otra discusión con campañas en facebook. La oposición venezolana tampoco quiere discutir ciertos temas como la Ley Orgánica de Educación. Se esconden en esas trincheras mediáticas, donde experimentan un orgasmo ideológico, cuya duración avergonzaría a un gallo.
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