La cumbre económica G-20

Para unos pérdida de tiempo total; para otros interesantes adelantos para encontrar y aplicar soluciones a la crisis financiera internacional. Lo que nadie pone en duda es la nueva disposición, asumida por WASHINGTON, bajo el mando de BARACK OBAMA, con exitosa actuación y de manera especial su modo de admitir que pasaron los días cuando Inglaterra y Estados Uniodos elaboraban las reglas que otros seguían al pie de la letra o no estaban “dentro”. Allí cada quien expresó lo suyo y se concluyó con armonía que el planeta requiere de la comprensión y entendimiento de todos, bajo estrictas medidas regulatorias, aspecto que negó de por vida el CAPITALISMO SALVAJE en el mundo. OBAMA se presentó con humildad y carisma, en su debut internacional, como el líder de Estados Unidos, pero otro país distante al que se conoció por años bajo su antecesor, el mal recordado por todos GEORGE W: BUSH., admitiendo sin temor que su pías no podía continuar el camino por su cuenta y dispuesto a amarrarse al protocolo y disposiciones de sus compañeros de tarea subliminal, amortiguar la crisis por muchos heredada. Tanto fue así, que nuestro Presidente, de viaje de trabajo, de inmediato emitió el mensaje, dirigido a un mundo impaciente por sus primeros cien días, de que a OBAMA se le tenia que “abrir un compás de espera”, palabras aplaudidas por todo un mundo, quizás menos “cabezas calientes” que desean que Estados Unidos desaparezca del mapa geopolítico, desde hace años. Falló OBAMA, es cierto, en que otros aliados se comprometieran a poner mas fondos de estimulo, aspiración de la delegación estadounidense, pero se aceptó un cúmulo de nuevas regulaciones financieras y menor proteccionismo, es decir incrementar el comercio internacional, mientras se aprobó por unanimidad terminar con el SECRETO BANCARIO y los refugios fiscales, incluyendo Hong Kong, Maicao, las Islas Caimán y muchos otros. Había terminado, ante el pesar de muchos, la ERA DEL SECRETO BANCARIO. No por nada, por primera vez en la historia del G20, la prensa aplaudió de pie el final de la conferencia del líder de Estados Unidos, costumbre ya en las de nuestro Presidente en invtervenciones de trabajo de carácter internacional.

OBAMA admitió que si su país no brindaba atención o abandonaba a los países pobres del planeta, no solo se privaban ellos de potenciales oportunidades para el crecimiento del mercado y crecimiento económico, pero que esa actitud podría convertirse en sobrada violencia contra ellos mismos. Acertado pronunciamiento, sin duda. Refiriéndose a la educación en general, no solo para la juventud gringa, admitía que se podrían estar privando del próximo gran científico mundial, que bien podría encontrar fuentes de emergía que salvarían el futuro del planeta, pero tan bien haríamos mas vulnerable la propaganda anti Yankee. Mucha rabón, claro está!

Los líderes el G20, por primera vez, se comprometieron a asistir al mundo en desarrollo comprometidos hoy en una crisis que no causaron. Aportaron nuevos fondos al Banco Mundial y al Fondo Internacional, aspecto que afortunadamente Venezuela no requiere por las apropiadas medidas tomadas, no en estos tiempos, pero desde hace tres y cuatro años por el Gobierno Nacional, aunque acrezcan de por vida del reconocimiento de la decadente Oposición burguesa, entendiendo que solo ellos, como países “ricos” podían hacer ese compromiso, bajo nuevas reglas de juego y regulaciones estrictas que jamás aceptaron, mientras empobrecían aun mas a sus prestamistas con usuras y medidas antidemocráticas para sus pueblos. El Presidente Chávez comprendió de inmediato que este es el perfil que llevará BARACK OBAMA, en representación del G20 a la CUMBRE de las Americas, de donde saldrá, sin temor a equivocarme, el fortalecimiento de relaciones de estos dos continentes. DIOS BENDIGA A VENEZUELA


(*) CNP 471
andresdechene@cantv.net


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2027 veces.



Andrés de Chene D (*)


Visite el perfil de Andrés de Chene para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Andrés de Chene

Andrés de Chene

Más artículos de este autor