¿Arturo Herrera es verdugo?

La Presidenta Bachelet es un buen ejemplo de cómo las personas tienden a justificar las agresiones de las que no pueden vengarse. Algo común en Chile donde la condición para ejercer la democracia es respetar la memoria de la dictadura y donde los hijos de las víctimas deben humillarse ante la impunidad de los victimarios. A veces hasta defenderlos. Como hizo Bachelet con su Jefe de Policía Arturo Herrera, acusado por de Chávez de complicidad con las atrocidades de Pinochet.

Arturo Herrera Verdugo es jefe de policía. Como tal, se considera por encima de la política. Se cree con derecho a decir (discurso del 25 de Septiembre 2004):

“No podemos desconocer que una parte importante de la sociedad chilena vivió directamente los acontecimientos que posibilitaron que se quebrantara el Estado de Derecho, que regía en el país bajo la Constitución de 1925. No es esta la ocasión de analizar las causas que originaron aquella crisis. Pero sí es válido señalar que la policía civil no concurrió con su pequeña fuerza, ni con sus armas ni hombres, al quiebre de la democracia chilena. No fuimos llamados, ni fuimos parte del poder que se instaló”.

¿”Los acontecimientos que posibilitaron que se quebrantara el Estado de Derecho”? Estos acontecimientos no pueden ser sino el gobierno de Presidente Allende, quien así vendría a ser responsable de que “se quebrantara el Estado de Derecho” o, lo que es lo mismo, culpable de su derrocamiento y muerte, como del encarcelamiento y muerte por torturas del padre de la Presidenta, el general Alberto Bachelet que el 16 de Octubre de 1973 escribía: “Me quebraron por dentro, en un momento, me anduvieron reventando moralmente -nunca supe odiar a nadie- siempre he pensado que el ser humano es lo más maravilloso de esta creación y debe ser respetado como tal, pero me encontré con camaradas de la FACH a los que he conocido por 20 años, alumnos míos, que me trataron como un delincuente o como a un perro”.

Esos mismos oficiales son hoy generales de la Fuerza Aérea Chilena, son parte del gobierno de Bachelet y se paran detrás de ella en los desfiles. La democracia es farsa infame cuando los militares sólo nos permiten representarla a condición de no cambiar nada.

Ni fuimos parte del poder que se instaló” ¿Arturo Herrera pretende hacernos creer que la policía no era parte del gobierno? Que mientras éste torturaba inocentes, la Policía respetaba los derechos humanos de los delincuentes.

El teniente Trincado recoge, ensaca y lanza al mar restos humanos

Volvamos a la pregunta original sobre Arturo Herrera.

Cito al periodista chileno Pedro Alejandro Mata:

“El Comandante de la II División del Ejercito, de la Guarnición de Santiago, y también Juez Militar, General Miguel Trincado Araneda, visitó en su casa al Director General de la Policía de Investigaciones, Sr. Arturo Herrera Verdugo. Este hecho, de por si curioso, tuvo características aun más sorprendentes cuando se supo que el motivo de la visita del General Trincado al Director de la Policía Civil tenía por objeto pedirle que, haciendo uso de su cargo, cambiara un informe policial que lo inculpaba de la exhumación ilegal, destrucción, y desaparecimiento de los restos de 26 ejecutados políticos de Calama (fueron lanzados al mar desde un avión de transporte C-47 de la FACH). El informe había sido elaborado por la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones a partir de órdenes de investigar emitidas, primero por el ex Magistrado Juan Guzmán, y posteriormente refrendadas por el Ministro Víctor Montiglio”.

”En esa época el General Miguel Trincado tenia el grado de teniente y estaba al mando de la Sección de Inteligencia del Regimiento de Calama. Haciendo uso de un camión del Ejército, y con un pelotón de soldados bajo su mando, el teniente Trincado primeramente ubico el lugar de entierro, para después proceder a desenterrar los restos humanos, a ensacarlos, y a transportarlos al avión de la FACH que esperaba en el aeropuerto de Calama. Desde dicho avión los restos humanos correspondientes a 26 personas que habían sido fusiladas o asesinadas por efectivos militares, en Calama, después del golpe de estado de 1973, fueron lanzados al mar”.

Interviene Arturo Herrera

“El informe técnico preparado por la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones llego a conocimiento de su Director General, el Sr. Arturo Herrera, quien dio ordenes inmediatas para que el informe técnico fuera alterado en su contenido y que el nombre de Trincado fuera omitido por cuanto Herrera lo consideraba inocente”.

“El autor del informe, el Comisario Abel Lizama, fue presionado para que procediera a redactar un segundo informe técnico alterando las conclusiones que se explicitaban en el primero. Se pretendía que el nuevo informe consignara la inocencia de Trincado en los hechos investigados”.

“Lizama se negó a ejecutar la orden del Director de la Policía, aduciendo que no tenia facultades para alterar un informe técnico, y que ello le correspondía al Jefe de la Unidad, el Comisario Sandro Gaete. Al ser requerido Gaete en el mismo sentido, vale decir, que procediera a alterar el informe técnico por orden del Director General, Gaete se negó de plano. De haberlo hecho habría cometido un delito”.

“La actitud asumida por Gaete y Lizama fue respaldada por el Prefecto Rafael Castillo, entonces Jefe de la Brigada de Asuntos Especiales y DDHH de la Policía de Investigaciones, y superior inmediato de Gaete y de Lizama”.

“Posteriormente el Prefecto Castillo, como asimismo los Comisarios Gaete y Lizama declararon ante la Presidenta de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, Magistrado Rosa María Pinto, respecto del contenido del informe elaborado y también de las presiones recibidas del Director General de la Policía de Investigaciones para que el informe fuera cambiado, liberando de responsabilidades y exculpando al General Miguel Trincado”.

“Basada en este informe técnico, la magistrado Rosa María Pinto resolvió procesar al General Miguel Trincado, lo que significo que este fuera pasado de inmediato a retiro por el Alto Mando de la institución”.

“Sin embargo, la denuncia formal al tribunal, efectuada por los funcionarios Sres. Castillo, Gaete, y Lizama, en el sentido de haber sido presionados para modificar el informe técnico por el propio Director General, no tuvo mayores efectos. La denuncia quedo incorporada al expediente pero la magistrado se limito a continuar investigando los hechos bajo su competencia y no inicio una investigación paralela para dilucidar el gravísimo hecho, a pesar de que este revestía caracteres de delito: abuso de autoridad, tráfico de influencias, y obstrucción a la justicia, entre otros”.

Herrera si es Verdugo

A partir de cierta jerarquía los funcionarios son corresponsables de los actos del Estado por acción u omisión. Arturo Herrera Verdugo fue cómplice genérico en las atrocidades pinochetistas y cómplice necesario en el ocultamiento de crímenes horrendos. Como también lo es hoy de avalar con su silencio, como Presidente de INTERPOL, las mentiras de su Secretario General Ronald Noble, que contradicen el informe de esa organización sobre las computadoras presentadas por el gobierno colombiano como prueba contra las FARC. Herrera Verdugo se limita a callar, es decir a mentir con su silencio para encubrir al encubridor de los crímenes de Uribe, el policía gringo Ronald Noble.

Lamentablemente para la Presidenta Bachelet, una vez más Chávez tuvo razón.

rotheeduardo@hotmail.com




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Eduardo Rothe


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