Mulino, supuesto Presidente de Panamá, merece la almohadilla de diamante por sus buenos oficios para con su amo alias "narcorubio".
Mulino, de hinojos, de tanto hinojarse, pudiese tener callos en las rodillas, así que bien le viene o le puede venir una almohadilla para sus actos, que no los del esforzado pueblo panameño.
Pero Mullino, que así parece ser su nombre, debe recordar lo que le ocurrió a Manuel Antonio Noriega, hombre de los "narcorubios" gringos pero que en una ocasión en que le brotó un viso de chispa nacionalista cuando le propusieron servir de base para invadir a Nicaragua la de Sandino, y él se negó, esa fue su perdición definitiva porque sus amos, en conchupancia con el Vaticano, se lo echaron al pico no sin antes encarcelarlo, humillarlo más de la cuenta y exhibirlo de escarmiento para quien ose desafiar a los capitostes de la droga, de esa basura infernal.
Mientras en Panamá no hay fósforo, de acuerdo con Mulino; en contrario aquí en Venezuela, bolivariana y chavista, López Padrino tiene a punto el yesquero del Diablo para quemar avionetas, cambuches y "mercancía" que pretendan pasar por nuestro territorio.
Los gringos justifican insistir en traficar el 5% de su basura por nuestro territorio para tener una excusa para intentar jodernos pero en eso se les irá todo.
Ah, ha escarbado usted "Un espejo para Mercedes", pués, hágalo, ahí os dejo el complemento a este discurrir.
Ñapa:
A la juventud colombiana os recomiendo escarbar ese "Un espejo para Mercedes"
(Colombia la también llamada Gran Colombia, eh, nosotros en ese sentido, en tanto somos colombianos de origen, en consecuencia, no nos ofende sino que a los venezolanos nos enaltece que nos llamen colombianos y Panamá debe volver a ser Colombia).
