"Una brisa cargada de cesio-137 sustituye al fantasma del comunismo que Marx imaginó. Hoy, Europa no es acechada por ideologías, sino por su propia arrogancia suicida. Y este embajador lo grita desde la tribuna de la conciencia humana."
El 2 de agosto de 2025, drones de combate sobrevolaron la central nuclear de Zaporiyia. Las explosiones sacudieron los cimientos del reactor número 4, a escasos metros de las piscinas de combustible gastado. ¿Cómo es posible que la gran mayoría de los medios y líderes occidentales sigan mudos ante esta locura? Mientras la OTAN celebra su Cumbre de La Haya para impulsar el plan 'ReArm' y aumentar el gasto militar, un silencio criminal envuelve el mayor acto de terrorismo ambiental de la historia. Rafael Grossi, director del OIEA, ha calificado estos ataques de "temerarios". Pero Bruselas sigue enviando armas y Washington aplaude.
Zaporiyia alberga seis reactores y toneladas de combustible radiactivo. Grossi advierte: "Las plantas nucleares no están diseñadas para resistir ataques militares". Sin embargo, las explosiones del 2 de agosto, intencionadas y coordinadas, confirman que la élite europea ha perdido el juicio. ¿Dónde están los titulares? ¿Por qué las televisiones repiten como loros "peligro para la democracia" mientras ignoran el cesio-137 que envenenará a sus hijos? Chernóbil nos enseñó que una nube radiactiva contaminaría al menos trece naciones europeas de forma inmediata. Vientos envenenarían los campos de Polonia, Alemania y Países Bajos; la lluvia radiactiva mataría cultivos en Ucrania —el granero de Europa— y convertiría la leche, el agua y la carne en veneno. ¿Acaso no lo saben? ¿O les importa más el negocio de la guerra?
Denuncio esta hipocresía con la misma crudeza que condeno el genocidio en Gaza. Mientras drones impactan reactores, la UE firma acuerdos con EE.UU. que imponen aranceles del 15% a productos europeos, ahogando a sus pueblos. Berlín envía tanques Leopard mientras su industria se desploma. ¿Qué protege la OTAN? Las ganancias de los mercaderes de muerte: fabricantes de misiles cuyas acciones se disparan, lobbies energéticos que venden gas a precio de oro. Esta misma élite que bombardeó la "zona humanitaria segura" de Al Mawasi en Gaza —matando a 52 palestinos bajo bandera de la ONU— ahora juega a la ruleta rusa nuclear. Son desgastados, terroristas, suicidas.
El "anglonazisionismo" convertirá a Europa en un cementerio de espectros. Imaginen campos polacos cubiertos de polvo radiactivo, ríos húngaros fluyendo cesio-137 y niños bálticos bebiendo leche con estroncio-90. Será una película de horror real, dirigida por ineptos que, como escribo, "escupen al cielo". ¿Cómo callan los medios ante esto? Mientras, el BRICS construye un mundo multipolar: Rusia e India crean corredores económicos, China protege su soberanía. Exijamos paz YA: basta de enviar armas, desmantelen la OTAN, convoquen a los pueblos.
Si Zaporiyia estalla, no habrá vencedores. Trece naciones quedarán contaminadas de forma inmediata, y la situación se extenderá al resto del globo. El trigo ucraniano se volverá tóxico. Veremos cánceres masivos, dolor, defectos de nacimiento por la destrucción genética y la misma situación por décadas. Grossi lo dice: "Nadie gana atacando plantas nucleares". Pero la maquinaria bélica avanza. Europa baila sobre el reactor mientras sus líderes —corruptos, delirantes, supremacistas— firman su sentencia de muerte.
EL DETONANTE FINAL: 2 DE AGOSTO DE 2025
Ese día no fue un "incidente". Fue un ataque premeditado. Testigos reportan drones ucranianos —provistos por la OTAN— impactando el sistema de refrigeración del reactor 4. Los bomberos que intentaban apagar las llamas fueron ametrallados. Grossi lo confirma: "El personal resultó herido; los generadores de emergencia están dañados". Si falla la electricidad, el combustible nuclear se fundirá en horas. Europa tiene 48 horas antes de que:
* Trece naciones reciban lluvia radiactiva de forma directa e inmediata.
* El "granero de Europa" (Ucrania-Rusia) quede inservible, desatando una hambruna global. Ya hoy, 295 millones de personas padecen hambre aguda; 1,9 millones están al borde de la inanición.
* Se desaten cuatro millones de cánceres en dos décadas, dolor y defectos de nacimiento, así como una destrucción masiva de genes, como proyectó la OMS tras Chernóbil.
¿Por qué exigimos movilización? Porque mientras la OTAN planea gastar 544.000 millones de euros más en armas, recorta fondos para hambrunas. Porque esta élite prefiere la destrucción total de Zaporiyia antes que la paz multipolar.
EUROPA: ZONA DE SACRIFICIO DEL IMPERIO
Trump exige a Europa el 5% del PIB para gasto militar, un saqueo disfrazado de "seguridad". Mientras, la UE ya tiene 1,4 millones de soldados —más que Rusia y China juntas—, pero recorta fondos para sanidad y educación. La OTAN no defiende a los pueblos, defiende los contratos de Lockheed Martin y Chevron.
LA ÚNICA SALIDA: ¡PAZ MULTIPOLAR YA!
Exijamos:
* ¡Cese inmediato de envíos de armas a Ucrania! Que la Cumbre de La Haya sea un fracaso. Apoyemos el Foro Internacional por la Paz en Bruselas (23-24 junio), que exige desmantelar la OTAN y rejuvenecer los Acuerdos de Helsinki.
* ¡Desobediencia civil masiva! Unámonos a la 3ª Marcha Mundial por la Paz (2 de octubre de 2024), que recorrerá 97 países. Solo la calle frenará a los plutócratas.
* ¡Reinvertir el 5% del PIB en vida, no en muerte! Que los 544.000 millones de euros para armas vayan a hospitales, escuelas y granjas sostenibles. La FAO lo dice: "La agricultura de emergencia es 4 veces más eficaz que la ayuda alimentaria".
"El fantasma de hoy no es ideológico: es radiactivo. Llevará nombres de isótopos asesinos y recorrerá Europa porque sus élites eligieron el suicidio. Pero los pueblos aún podemos detenerlo. ¡Movilicémonos antes que el reloj del Juicio Final marque la medianoche!"
Nota: Este artículo se basa en informes del OIEA, datos históricos y análisis geopolíticos directos. Los silencios mediáticos confirman la complicidad con el poder.
