Ya no son guerrilleros los de Colombia. Llámenlos de otra forma

Estar en la guerrilla o ser guerrilleros era para la izquierda un oficio noble. Guerrilleros que además llenaron al mundo de ideales fueron El Che, Fidel. Denle otro nombre a los colombianos en armas, pero no guerrilleros.

La guerrilla y los guerrilleros fue una forma de lucha utilizada por la izquierda en América Latina durante el siglo XX. La guerrilla como estrategia de lucha armada se basaba en que un grupo de combatientes irregulares opera de manera clandestina y realiza ataques sorpresivos contra fuerzas militares o gubernamentales. Su fundamento ideológico y politico fue principalmente la Revolución Cubana que llega al poder gracias a la acción guerrillera emprendida desde la Sierra Maestra.

Sin embargo fue una forma de lucha que tuvo amplias expresiones en todo el mundo pues se consideraba que era la forma más adecuada para erradicar a los capitalistas del poder politico, mediante su derrota militar.
Gran influencia tuvo en esos años Ernesto "Che" Guevara, revolucionario hasta la médula que jugó un papel importante en la Revolución Cubana liderada y compañero de luchas de Fidel Castro. El Che se convirtió en un símbolo de la lucha revolucionaria y la resistencia contra el imperialismo estadounidense en América Latina y muchos países del mundo. Participó en varias guerrillas en países como Bolivia, Congo, antes de ser capturado y asesinado por los Estados Unidos y sus agentes en Bolivia en 1967. El Che sigue siendo una figura icónica en la historia de la lucha revolucionaria en América Latina.

De todas las experiencias guerrilleras una de las más extendidas en el tiempo ha sido la de Colombia, que llegó a tener zonas liberadas y distintos frentes guerrilleros. Sin embargo en el trascurso de los años las motivaciones ideológicas e idealistas, de reivindicación de los pobres y llegar al socialismo se fueron diluyendo y prácticamente han desaparecido lo cual se puede interpretar como una manifestación de la crisis ideológica y política de la izquierda en general.

Hoy la antigua guerrilla le cuesta diferenciarse de bandas armadas que apoyan al narcotráfico, penetradas por los agentes de Estados Unidos y convirtiendo su lucha en un contrasentido, pues el narcotráfico es el sostén financiero de la oligarquía colombiana, de Uribe y Duque, contra la cual se hace la lucha guerrillera.

No hay que dudar que esta crisis en la guerrilla colombiana haya sido impulsada por esa penetración norteamericana en los frentes guerrilleros para su destrucción y desviándolos hacia objetivos favorables a los intereses de Estados Unidos, y su primer paso en este sentido fue la ruptura del enlace fraterno con las comunidades en las cuales operaban.

Creo que esto no se realizó sin dificultades internas, pues no todos los militantes priorizaron la realización de actividades ilícitas como medio de financiamiento y supervivencia con el consiguiente debilitamiento de sus principios ideológicos. Pero creo que los grupos más ideológicos fueron bombardeados y masacrados.

Esta lucha interna concluyó, al igual que en toda la izquierda de América del Sur y Centro, con la fragmentación del movimiento guerrillero y su adaptación a las condiciones del contexto capitalista colombiano que facilitaron alianzas con actores del crimen organizado, evidenciando una crisis en la capacidad de la izquierda para mantener una agenda ideológica coherente frente a los factores externos y la presión del negocio ilícito.

Esta evolución también refleja una crisis más amplia en la izquierda política, en la que la lucha armada y los ideales revolucionarios se ven empañados por la asociación con otras actividades legales o delictivas pero que dificultan su legitimidad revolucionaria cuando participan en procesos políticos electorales. Y es que el proceso de transformación de una fuerza guerrillera a una fuerza electoral no la tiene fácil.

Los grupos guerrilleros colombianos cayeron en la tentación del lucro y el control territorial para actividades delictivas, como el tráfico de drogas, en lugar de luchar por ideales políticos o sociales. Pero como decía el cura de Churuguara, usted no puede evitar que la tentación le llegue para seducirlo, lo que puede evitar es decirle que sí y caer en ella.

Así que creo que esta transformación de guerrilleros ideológicos a bandas criminales en Colombia puede entenderse como una manifestación de una crisis ideológica y política que afecta a la izquierda, evidenciando cómo las circunstancias internas y externas han llevado a una pérdida de coherencia entre sus principios originales y las acciones que han emprendido en la realidad del conflicto armado y el narcotráfico. Por ahora no se les puede llamar guerrilleros. Quizás alguno este fortaleciendo su praxis de guerrilla política.

Nuevas realidades y luchas tiene por delante el pueblo de Colombia, hermano, donde deberán aplicarse a fondo para salir con bien.



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Oscar Rodríguez E


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