Impacto de la desunión de América del Sur y Central en su bienestar

La desunión en América Latina, que ha sido generada y sostenida por las políticas y acciones de Estados Unidos, los afecta significativamente y los sustrae de desplegar sus grandes posibilidades de desarrollo y bienestar en todos los órdenes.

Estados Unidos impulsado por su lógica guerrerista, alimentada por Inglaterra e Israel, siempre se empeña en garantizar esta desunión la cual someramente, tiene implicaciones económicas, políticas y sociales, obstaculiza el comercio regional y debilita el crecimiento económico.

Esta desunión reduce el peso diplomático frente a potencias globales, limitando su influencia en decisiones internacionales.

También contribuye a profundizar las desigualdades sociales y dificulta la resolución de problemas comunes, como migración y desarrollo tecnológico o el incremento del valor agregado de sus productos primarios. Y por supuesto afecta la estabilidad y el desarrollo colectivo de la región.

Así que nuestras relaciones se han visto severamente dañadas por obstáculos imperiales y no solo imperiales, pues muchos de los gobernantes tienen una visión política miope, priorizando los intereses personales, lo inmediato, lo corrupto, ignorando las consecuencias a largo plazo y descuidando las alianzas estratégicas, todo lo cual es una causa interna que impide la formación de una voz común en lo internacional, que ayudaría a lograr acuerdos más beneficiosos para los países de la región.

Sin una postura unificada, los países tienen menos fortaleza para resistir las presiones externas y negociar desde una posición de firmeza.

Indudable que las intervenciones y la influencia de EE.UU. en la política interna y externa de los países latinoamericanos provocan estas divisiones entre naciones, para impedir la cooperación y la confianza mutua, dificultando las relaciones bilaterales y regionales.

Estas intervenciones de los Estados Unidos también genera la inestabilidad política característica de estos países, con grandes repercusiones y desconcierto en la región en su conjunto. Las crisis políticas generan tensiones que se reflejan en las relaciones comerciales, diplomáticas y sociales entre los países de la región.

Un aspecto poco destacado es cómo la percepción de inestabilidad política y la desconfianza entre las naciones perjudican además, la seguridad jurídica y la implementación de normas estables, fundamentales para atraer a las empresas transnacionales y nacional en el exterior. La falta de estas condiciones, agravada por la intervención externa, desincentiva la inversión en países con conflictos o tensiones regionales, afectando el desarrollo económico y limitando la cooperación entre las naciones.

Aunque esta influencia de EE.UU. es altamente negativa, es tal el dominio casi físico que ese país ejerce, que aun así a los países les resulta difícil buscar alianzas con otras potencias, no tradicionales, como Turquía, China o Rusia, ya que EEUU complica la situación, con la maldad que lo caracteriza, atacando a los países que examinan otras opciones comerciales.

Así que la desunión en América Latina, creada y estimulada por los EE.UU., tiene un impacto perjudicial considerable en su prosperidad, su desarrollo, el bienestar de la población, la cooperación bilateral, la estabilidad, la seguridad jurídica y su futuro. La unión nos hará libres.

Y solo el socialismo es una opción real de independencia.



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Oscar Rodríguez E


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