1. Según el diccionario, nepotismo es cuando los políticos imponen en otros cargos a sus hermanos, hijos, nietos, amantes y demás familiares y amigos. En el México de hoy destacan López Obrador, Monreal, Batres, Alcalde, Salgado, Yunes y toda la lista de "traidores" que leyó Lilí Téllez en la cámara de legisladores el 26 de febrero. Al parecer todos somos "nepotes" al favorecer siempre a nuestros familiares, pero no lo hacemos con dinero público.
2. Cinismo o cínico, según el diccionario, es el político que critica a los demás buscando tapar qué hace o ha hecho lo mismo que critica; los cínicos "olvidan la podrida cola que arrastran". Dicen que hay que luchar contra la corrupción, cuando ellos son iguales o peores de corruptos. Basta con lo visto desde 1988 de Salinas hasta 2024 de AMLO. No hay nada funesto que critiquen porque son lo mismo.
3. Populismo viene de popular. Repiten los políticos con mucha demagogia que están al servicio del pueblo, pero sirven a sus amos natos: la burguesía empresarial. ¿Sabes cuantos miles de millones de pesos atracan cada año los empresarios encabezados por Slim, Salinas Pliego y otros mil millonarios que los gobiernos han aplaudido y halagado, mientras cientos de miles del pueblo sufren miseria y hambre o están en las cárceles?
4. Desfalco es el robo, el saqueo, de multimillonarias riquezas de la nación. Ningún gobernante -desde que nació México hace 200 años- (llámese Santa Ana, Juárez, Díaz, o los 20 presidentes productos dela revolución burguesa mexicana), se salva de la condena de asesino y ladrón. ¿Cómo no incluir a "la primera presidenta" si es producto del mismo sistema sociopolítico?
5. Demagogia. Demagogo es un político que en plazas públicas y reuniones habla mucho prometiendo todo con el fin de ganar seguidores. Sin embargo, pronto se desprestigian ante sus auditorios porque todos los demagogos conservan su estilo, inclusive las mismas palabras (democracia, justicia, independencia) donde se vislumbra las cantidades de dinero que reciben para criticar o halagar.
6. La narcopolítica parece introducirse en México desde el gobierno de Carlos Salinas al negociar en 1988 su reconocimiento con el PAN y demás personajes de la política y el empresariado. Cinco años después llegaría el asesinato de Colosio, la campaña presidencial de Zedillo, el famoso súper fraude Fobaproa y la amplia penetración del narco en todos los niveles de gobierno.
7.Desde entonces, las narco campañas; además de los miles de millones de pesos que el gobierno dilapida en campañas de sus candidatos, se ha demostrado que cientos de jefes del narco otorgan otros miles de millones para costear las compras de voto y acarreos. Lo demostrado por la mejor periodista mexicana Anabel Hernández, acerca del dinero recibido por AMLO, ha sido la mejor muestra. (1/III/25)