La violencia y la guerra en Colombia es un poderoso recurso político de las castas oligárquicas dominantes para impedir los procesos de cambios y transformaciones de la sociedad y del régimen de poder establecido desde hace más de 200 años.
Masacres, falsos positivos, montajes judiciales, guerras mediáticas, falsas verdades, terrorismo, intimidación, aportes de USAID, desplazamientos, paramilitarismo, victimización y el miedo, hacen parte del repertorio utilizado por las mafias políticas de la ultraderecha para bloquear la organización y lucha de los sectores populares por la democracia ampliada, la paz y los derechos humanos, la justicia social y ambiental.
Por eso la lucha por la Paz es una tarea de profundos alcances revolucionarios.
A los carteles políticos nacionales, regionales y locales no les conviene y menos les interesa que cualquier intento de paz se consolide.
La Paz total impulsada por el presidente Gustavo Petro desde el gobierno nacional, ha sido objeto de sabotajes, estigmatizaciones, mentiras y ataques judiciales desde la Fiscalía y otros espacios mediáticos y jurisdiccionales.
Ocurre hoy con la Mesa de diálogos y negociaciones de Paz conformada con la Coordinadora Nacional Ejercito Bolivariano CN EB, conformada desde finales del año anterior, con avances plausibles en la búsqueda de la paz para los territorios de Nariño, Tumaco, Telembi, Putumayo, Amazonia y el Cauca.
Tanto la Agenda temática consensuada (transformación de los territorios, victimas, desescalamiento del conflicto, piloto de reconversión productiva de los cultivos de coca, zonas francas, distritos mineros, coordinación interinstitucional, derechos de las mujeres, distrito especial de Tumaco, puerto de aguas profundas, derechos de los afros e indígenas y democratización avanzada de las localidades), como la metodología de trabajo (simultaneidad y ejecución inmediata de lo pactado) ofrecían un horizonte promisorio a este emprendimiento contra la violencia que golpea a los territorios del sur.
Pero, como ha ocurrido a lo largo de la historia en las últimas décadas, saltó la liebre, la de la Fiscalía General de la Nación y su siniestro CTI, donde están bien atrincherados los enemigos de la paz total, al igual que en la Embajada Americana (DEA), en las brigadas militares y comandos policiales, amén de las consabidas bodegas de la ultraderecha fascista y de los medios corporativos del campo reaccionario, hegemónicos en el espacio público y del debate reglado por los valores y las ideologías neonazis.
del zarpazo se encargó la actual Fiscal Luz Adriana Camargo, de quien en el momento de su elección el presidente Petro, con un sabor amargo, afirmó que había que esperar a ver si se había acertado o no en su escogencia por parte de una Corte Suprema de Justicia dominada por el Cartel de la Toga, sometida a la nefasta influencia de los ex fiscales Néstor Humberto Martínez y Francisco Barbosa, las fichas de la DEA.
Pues, el desacierto fue completo. Han pasado unos meses desde el nombramiento de la Fiscal Camargo y su punto de quiebre ha sido la Paz total y el proceso con CN EB. En un acto torticero Camargo con el CTI/DEA asaltó la Mesa que se reunía en su tercer ciclo en el Hotel Marriot de Bogotá.
Sin importar el impacto y el daño a la paz, los agentes mercenarios al servicio de la DEA invadieron la Mesa desatando un grotesco espectáculo, causando estupor y asombro en millones de colombianos, cuando se dio la captura de Giovanny Andrés Rojas, uno de los delegados plenipotenciarios de las guerrillas en los diálogos en curso.
No se respetó la orden judicial que había levantado la medida de aseguramiento con anterioridad, tampoco las normas de la Ley 2272 del 2023 que sirve de sustento a la Paz total.
Con ese procedimiento fraudulento de Camargo se dio un tiro de gracia a la paz total, que de por sí ya viene afectada por diferentes circunstancias adversas.
Consciente del daño hecho, la funcionaria ha dicho que esa captura desatada por una Circular Roja se ha dado supuestamente para acelerar la firma de un Acuerdo de paz y la entrega de las armas de las guerrillas campesinas del sur.
Extraña cortina de humo la de la señora que, a todas luces ha incurrido en un desatino, para hacerle el favor a la ultraderecha enemiga de la paz.
La Fiscal Camargo ha encarcelado la paz en la persona de Andrés Rojas. Lo que procede es adelantar todas las acciones en favor de su libertar para que la reconciliación y la justicia social se materialicen en los territorios.
Hay más recursos judiciales y políticos para conquistar la paz de Rojas. A todos se debe recurrir. No hay que desfallecer en la lucha por erradicar la violencia y el terrorismo de la ultraderecha.