A raíz de la coyuntura del conflicto social y armado en la región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, el presidente Gustavo Petro ha dado curso al decreto 0062 del 24 de enero del 2025, con el cual se adopta la figura de la Conmoción interior regulada por la Ley 137 de 1994 y que fue incluida en el artículo 213 de la Constitución política.
Los hechos de violencia que se están presentando en dicha región y en otros lugares de la periferia rural colombiana reflejan el Tercer ciclo de la violencia histórica del país que presenta sus características específicas por sus agudas manifestaciones regionales a raíz del fracaso del Acuerdo de paz santista del 2016, que dejo en el aire la reforma agraria integral, la democracia ampliada, la política de sustitución voluntaria de los cultivos de uso ilícito y la protección de la vida de los ex combatientes que actuaron de buena fe cuando confiaron en la palabra de un Estado falso y corrupto.
Desafortunadamente en los fundamentos de la actual estrategia de Paz total este hecho se ha desconocido propiciando los desaciertos y bancarrotas que se han dado recientemente como la suspensión de la Mesa de diálogos y negociaciones con el Eln.
Asociado con la destrucción de esta Mesa está la agudización de la confrontación bélica en esta región fronteriza con Venezuela, lo que ha inducido la determinación presidencial de utilizar el recurso de la Conmoción interior para intervenir dicho territorio.
La Conmoción interior es una figura excepcional que otorga facultades especiales al presidente de la república para que mediante decretos con fuerza de ley de solución a los problemas violentos que azotan a las comunidades. Históricamente los Estados de excepción han sido utilizados por la derecha y la ultraderecha para para barrer con las libertades democráticas, cercenar los derechos ciudadanos e imponer instituciones despóticas que se reflejaron en atropellos, masacres y persecución de las organizaciones sindicales y populares. Ese fue el uso que los gobiernos de Gaviria, Samper, Pastrana, Uribe, Santos y Duque le dieron a este instrumento que reemplazo el Estado de sitio de los gobiernos del Frente y post Frente Nacional entre 1960 y 2022 a cuyo amparo se dieron brutales métodos de gobierno como el Estatuto de Seguridad Anticomunista de Turbay Ayala y la represión al paro cívico de 1977.
Colocado en una situación muy compleja por los hechos violentos del Catatumbo y los problemas fiscales del gobierno central, el presidente Petro hace uso de este recurso que seguramente permitirá ganar margen de maniobra en su gobernabilidad. Lenin, desde su experiencia en la revolución rusa de 1905, siempre aconsejaba no descartar recurso político alguno en el combate revolucionario. Acá estamos delante de una circunstancia especial que debe dar la medida de la visión estratégica del presidente Petro para sortear todas las dificultades, obstáculos y ataques de la ultraderecha que presiona por la destrucción definitiva de su gobierno, antes de que finalice su periodo constitucional en agosto del 2026.
Lo conveniente, con esta declaratoria de la Conmoción Interior, sería lograr enderezar el Programa de la Paz total descarrilado por la incoherencia de algunos altos funcionarios que hicieron todo lo necesario para provocar su ruina al no dar curso oportuno al principio que determinaba el cumplimiento inmediato de los acuerdos pactados en las diferentes Mesas de negociación con los actores insurgentes de la resistencia agraria revolucionaria; y al fomentar la fragmentación de dichos actores políticos para debilitarlos en su capacidad negociadora.
Esta Conmoción interior debería ser utilizada para fortalecer y desarrollar instituciones y libertades democráticas que protejan a la ciudadanía de los poderes mafiosos y corruptos en la región del Catatumbo. Debería ser utilizada para impulsar la organización ciudadana y comunitaria con el fin de contrarrestar el dominio de poderosos gamonales de la politiquería como el actual gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, quien ha ejercido ese cargo durante tres periodos en representación de la ultraderecha uribista y los sectores más conservadores de Cúcuta. Se trata del mismo funcionario que lanzó desde el 2024 un Plan de inversiones para el Catatumbo por 400 mil dólares (un billón 6 mil millones de pesos) que han sido objeto del más descarado despojo mediante obras con cemento, hierro y arena utilizadas para la corrupción y el enriquecimiento de clanes politiqueros. Plan que ha tenido el respaldo del comisionado uribista de paz Fabio Valencia Cosio, quien fue Ministro del Interior en el primer gobierno del Caballista del ubérrimo, declarado enemigo público del gobierno del presidente Nicolás Maduro, junto con el señor Ivan Duque.
Viene los decretos reglamentarios de la Conmoción interior que requerirán la vigilancia y el control ciudadano para evitar cualquier desviación de sus sentidos progresistas.
En todo esto hay un dato importante que debe ser tenido en cuenta. Me refiero a la comunicación de Petro con Nicolás Maduro para coordinar acciones de paz en los territorios compartidos. Con este paso, el tema de la solicitud de las tales Actas electorales desde Bogotá por el ex Canciller Murillo, queda en un segundo plano por su intrascendencia y tono desacertado.