Nueva política exterior de la Republica de Dominicana

Con el actual clima turbulento que vive la humanidad, de guerras y amenazas de guerras, provocando crisis económicas globales, desestabilización geopolítica y la voracidad de las potencias occidentales por granjearse las riquezas mineras en posesión de las naciones empobrecidas por las injustas recetas económicas de la dictadura del antiguo mundo bipolar, dominado por un reducido grupos de hombres del poder oscuro, avariciosos, despóticos y crueles, sentados en la cúspide de la pirámide de una arquitectura geopolítica donde nunca fueron afectados por las crisis mundiales que ellos mismos ocasionaban.

Tenemos pues, que enfriar el cerebro político dominicano y reflexionar muy detenidamente sobre las conveniencias que se ciernen en las actuales coyunturas convulsas del escenario global, definiendo una nueva doctrina en materia de relaciones exteriores, que nos ayuden, en primer término, a garantizar la existencia de Dominicana y el Espíritu que en sí mismo hizo posible su aparición hace 180 años y así poder realizar la apoteósica misión que poseemos.

Estas conveniencias a las que me refiero, están íntimamente vinculadas a la fuerza arcana que somos, que ha de ser revelada en un tiempo de especial trascendencia para la historia humana y que por supuesto, van más allá de las constantes perturbaciones e intereses mezquinos que en largo recorrido de las naciones han marcado las relaciones de todos los pueblos de la tierra. Estos oscuros conflictos nos han hecho olvidar al HOMBRE, y su insondable misterio, protagonista del drama humano: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Génesis 1, 26.

Las escrituras divinas en el centro del escudo nacional dominicano, nos señalan el misterio del que es depositaria La Dominicana y el asiento de la estirpe iluminada responsable de la revelación de la fuerza arcana que somos, estirpe está, arribando ya a nuestro pueblo y en proceso de formación de un reino que no tendrá fin: "…su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido". Daniel 7, 14.

Tres eventos ocurridos en el siglo pasado posterior a la segunda guerra mundial, dieron inicio al mundo nuevo que se avizora, estos son: La caída del bloque socialista en Europa oriental, las protestas en la plaza Tiananmen en China y la caída del muro de Berlín en Alemania. De los tres, Rusia y China avanzan sin demora hacia la construcción de un mundo multipolar, Alemania empieza a salir de su rezago. El hijo del hombre hecho multitudes se levanta políticamente dentro del seno mismo de una de las naciones potencia integrantes del Grupo de los Siete con el afloramiento del partido político Alternativa para Alemania, se le suma así un nuevo dolor de cabeza a la Organización de Tratado de Atlántico Norte, por sus siglas la OTAN.

Alternativa para Alemania (AfD), es una organización patriótica que aboga por la soberanía de su nación, la separación de la tutela de los Estados Unidos en los intereses que le son propio al pueblo alemán. No comparten la retórica de la Unión Europea, rechazan el euro y luchan para que EEUU retire sus armas nucleares de su territorio. Las posiciones de su líder, la economista y empresaria, Alice Weidel, son más coincidentes con Rusia y China que con las potencias capitalistas, es un nuevo fenómeno político con gran arraigo en el pueblo alemán produciendo un cambio de rumbo en esa nación.

El mundo puede vivir en paz en medio de la diversidad, es cuestión de respeto a la soberanía de las naciones, se va avanzando en la creación de una nueva visión geopolítica en contraste con la política rudimentaria que implementó Estados Unidos de América, actuando deliberadamente como policía del mundo. Esos tiempos de bestialidad pasaron, los pueblos del mundo reclaman sus derechos a su autodeterminación. Si dentro de las mismas entrañas del gran monstruo del capitalismos salvaje ha sido posible el surgimiento de una oleada política emancipadora, cuanto más en lo que de manera despectiva se le ha nombrado como el patio trasero de los EEUU: La Dominicana.

Una nación poseedora de cuantiosas riquezas, siendo nuestro legado ancestral la principal y mayor de todas, tiene necesariamente que replantearse su posición de cara al mundo multipolar que se va afianzando; nuestra clase política se ha quedado inmovilizada en la época de la guerra fría del mundo bipolar, ellos han sido adoctrinados para que nuestro glorioso pueblo no tenga otra salida que reciclarse en el mismo fango que nos ha traído tantas desgracias y males sin números. Dominicana tiene que volver a sus orígenes, a Juan Pablo Duarte y Diez y los Trinitarios. Los pueblos son sus orígenes y el nuestro es tan profundo e inmenso que por poderosa que sea la mano que se extienda perversamente para arrancarnos de raíz, ¡jamás lo lograra!, puesto que nuestro ADN es Dios mismo, que es eterno e inescrutable. ¡Siempre seremos!

Vean lo verdaderamente nuevo, lo que estuvo para ser revelado desde el no tiempo y que ahora con nuevos aliados en el mundo podremos salir sin miedo al horror, los ángeles del cielo recogiendo la cosecha del Altísimo Dios: "Vosotros, pues, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá". Lucas 12, 40.



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Rafael Guillén Beltre


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