¿Un mundo basado en reglas o en el derecho internacional público?

"El OBR (orden basado en reglas) es algo distinto del derecho internacional. Es un régimen alternativo fuera de la disciplina del derecho internacional que inevitablemente plantea desafíos y amenazas al derecho internacional". (John Dugard, profesor de derecho internacional en la Universidad de Leiden, Holanda).

Desde la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, se viene hablando de un orden internacional basado en el derecho internacional; y solo existe un conjunto de reglas, a saber, las normas básicas que rigen las relaciones internacionales y se basan en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Pero, en los últimos años, desde Occidente se viene hablando insistentemente y en todas sus cumbres, de un nuevo orden internacional basado en "reglas".

Según Paul Poast, profesor asociado en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Chicago, la confusa frase comenzó a aparecer en los textos a finales de la década de 1980, y su utilización despegó a partir de principios y mediados de la década de 2000, que fue parcialmente en respuesta a la invasión de Irak en 2003, sobre todo desde que la guerra se llevó adelante sin autorización de la ONU.

En la actualidad, el presidente Joe Biden y voceros de la Unión Europea repiten y repiten un mantra: "Debemos congregarnos en torno a un orden internacional basado en reglas", y "aspiramos a un orden mundial basado en reglas".

Siempre es bueno recordar que lo externo, el derecho internacional, la ONU, para EEUU, está supeditado a sus leyes internas y, por eso, termina aplicando selectivamente las normas internacionales que considera apropiadas. De allí que pretenda, a diestra y siniestra, imponer sus propias reglas al mundo, haciéndolas pasar por normas internacionales, cuando en los hechos, en la práctica, viola los principios del derecho internacional.

Como ejemplo de ello, debe decirse que, a pesar de docenas de resoluciones de la Asamblea General de la ONU, Estados Unidos ha seguido adelante con su bloqueo integral contra Cuba, el embargo comercial sistémico y las sanciones financieras más largas y crueles de la historia moderna, basándose en sus políticas de embargo y leyes internas como la Ley Torricelli y la Ley Helms-Burton. Se calcula que el bloqueo ha causado a más de 100.000 millones de dólares de pérdidas directas a la economía de Cuba.

Alexander Gusev, director del Instituto de Planificación Estratégica y Previsión de Rusia, sostuvo que Estados Unidos deja deliberadamente vaga la definición del "orden internacional basado en reglas", porque cuanto menos específicas son las llamadas "reglas", más pueden manipularlas a voluntad.

Mientras que Estados Unidos no puede dejar de insistir en la urgencia de mantener el orden mundial "basado en reglas", acusa a países como China y Rusia de constituir un desafío para ese orden. Cada vez más, el término se ha convertido en un arma para suprimir a las naciones que consideran una "amenaza" a su búsqueda de la hegemonía global.

Según Sergey Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, "la belleza de estas reglas occidentales reside precisamente en el hecho de que carecen de contenido específico. Cuando alguien actúa en contra de la voluntad de Occidente, inmediatamente responde con una afirmación infundada de que se han violado las reglas (sin molestarse en presentar ninguna prueba) y declara su derecho a exigir responsabilidades a los perpetradores. Cuantos menos específicos sean, más libertad tendrán para continuar con la práctica arbitraria de emplear tácticas sucias como una forma de presionar a los competidores".

Para el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, "conformar el entorno estratégico alrededor de Beijing", implica que Washington está defendiendo el orden internacional "basado en reglas" mediante la construcción de alianzas como Alianza estratégica militar entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos, para la región del Indo-Pacífico (AUKUS) y la alianza de seguridad en la zona de Asia-Pacífico que incluye a Australia, India, Japón y Estados Unidos (QUAD).

En palabras de Stephen M. Walter, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Harvard, Estados Unidos siempre está preparado para "ignorar, eludir o reescribir las reglas cuando estas le parecen inconvenientes".

Wang Honggang, director del Instituto de Estudios Estadounidenses de Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, sostuvo que cuando las hegemones están en decadencia, comienzan a enfatizar las reglas.

Wang condenó tanto al Grupo de los 7 como en particular a EE.UU. por "violar y alterar" constantemente esas normas y recordó que, en los últimos años, Washington ha abandonado 17 organizaciones y tratados internacionales.

El país norteamericano "ha espiado indiscriminadamente" a Estados de todo el mundo, incluidos sus aliados del G7, y "ha presionado diplomáticamente" a otras naciones "aplicando la coerción económica y la injerencia militar".

"Estados Unidos ha invadido descaradamente Afganistán, Irak y Siria, así como otros países más pequeños y débiles que Estados Unidos, matando y desplazando a decenas de millones de civiles inocentes", afirmó Wang

Mientras tanto, John Dugard, profesor de derecho internacional en la Universidad de Leiden, Holanda), afirma: "Un orden internacional basado en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, que ha evolucionado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, es una receta más sólida para la paz que el orden internacional basado en las normas amorfas y discriminatorias",

El subdirector del Departamento de Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, ha dicho: "Cuando se trata de normas internacionales, el lugar de Estados Unidos está en el banquillo de los acusados. No está en posición de señalar con el dedo a otros países".

Ahora y, en definitiva, ¿qué significa la frase "basado en reglas".?

Para el G7, se trataría de reglas occidentales, que trazan líneas según ideologías y valores, pero que deben ser extrapoladas como reglas internacionales, aunque sean realmente reglas de un pequeño círculo dominado por Estados Unidos y el G7.

Ese mundo no estará basado entonces en la justicia, la equidad o incluso la ley, como sería realmente deseable, sino en las reglas. Porque al contrario de lo que ocurre con la justicia, las reglas son totalmente arbitrarias y, por tanto, todo el poder político, social, económico, cultural y militar que sea necesario recaerá sobre el disidente hasta que se atenga a ellas.

En otras palabras, un orden internacional basado en reglas se trataría de un orden en donde EE.UU. dicta las reglas y el resto del planeta estaría obligado a obedecer las órdenes que se impartan.

Ante esa postura, la bitácora está clara. De lo que se trata es de tener como desiderátum la lucha por un mundo donde las reglas impuestas por el "abusón o guapetón de barrio" no sea las que prevalezcan, sino que impere el Derecho Internacional Público (DIP). Es una tarea ciclópea, titánica, a lo mejor muy utópica, pero no queda de otra, porque si no el Armagedón será el que termine imponiéndose.

 



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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