Nos vamos quedando solos

"Mirá lo que son las cosas, nos vamos quedando solos. Cada rincón de la casa
se va muriendo en silencio" (De la canción del músico argentino Juanón Lucero).

Los análisis absolutamente racionalistas, propios del modernismo y postmodernismo, presentes en el positivo de Descarte pero también en el marxismo, chocan con la realidad de hoy donde las emociones, los sentimientos, la indecibilidad, las sorpresas y el azar están presentes y pueden producir cambios y también retrocesos.

Si algo está dejando al descubierto la guerra que tiene lugar en Europa del Este es que el factor sorpresa está haciendo presencia y el "mandamás del mundo", que siempre ha despreciado al otro, se encuentra con gobernantes que son capaces de alzarle la voz, aunque sean sus aliados, incluso incondicionales.

Ejemplos existen por doquier y aquí haremos uso sólo de una muestra.

En la Cumbre de Las Américas, realizada en junio de este año, y tras criticar con dureza las sanciones a Cuba y Venezuela, el presidente argentino, Alberto Fernández, espetó el siguiente mensaje ante el señor Joe Biden: "Definitivamente, hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela. Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un ‘derecho de admisión’ sobre los países miembros del continente. El diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia, la modernización y la lucha contra la desigualdad".

Y pidió al Gobierno de Biden "abrirse de modo fraterno" tras la "política inmensamente dañina" de Donald Trump para la región. "Es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen".

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, hombre ideológicamente identificado con el establishment del capital, tiene, de repente, unos comportamientos que deja a más de uno sin "herramientas de interpretación". A mediados de agosto de este mismo año envía un mensaje al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras dar a conocer los resultados de las medidas económicas implementados en el país centroamericano para combatir la crisis inflacionaria a nivel mundial, y le dijo: "Mira y aprende".

En el contexto del conflicto en Ucrania, algunos países, entre ellos algunos incondicionales como Arabia Saudita, han escogido el camino de comercial con monedas distintas al dólar. Por ejemplo, el 15/03/20202, se informó que ese país estaba considerando aceptar el yuan en lugar del dólar para fijar el precio de sus ventas de crudo a China.

Eso significaría, ni más ni menos, que la entrada de la moneda nacional china en los contratos para el crudo reduciría la dominación del dólar sobre el mercado global, y marcaría un avance en dirección a Asia como gran exportador mundial.

El 05/05/2022, en una evidencia más de que EEUU se consideran el ombligo del mundo y les importa un bledo la soberanía de los países, el Comité Judicial del Senado de esa nación aprobó un proyecto contra los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios, en el cual se contemplan demandas antimonopolio por "orquestar cortes de suministro que elevan los precios mundiales del crudo". Este proyecto de ley bipartidista cambiaría la ley antimonopolio de EE. UU., para revocar la inmunidad soberana que protege a la OPEP y sus compañías petroleras nacionales de juicios.

Si se convierte en ley, esto le daría al fiscal general de los EE. UU. la capacidad de demandar a los estados soberanos, incluidos a sus aliados, Arabia Saudita o los Emiratos Árabes Unidos, en un tribunal federal. Para convertirse en ley, el proyecto debe ser aprobado por el pleno del Senado y la Cámara de Representantes, y luego firmado por el presidente Biden.

Ese exabrupto, político y jurídico, responde a que desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, la Casa Blanca ha exigido reiteradamente a los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, que rompan sus compromisos con la OPEP+ y aumenten la producción de petróleo. Sin embargo, ambas naciones han rechazado esas demandas.

Pero, muy a pesar de esa amenaza, el 05/10/2022, la OPEP+, organización de la que ambos países forman parte, tomó la decisión de recortar la producción de petróleo en dos millones de barriles por día, ante lo cual EEUU acusó, en particular a Arabia Saudita de "ponerse del lado de Rusia" y el 7 de octubre, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, indicó que Estados Unidos está considerando diferentes opciones de respuesta en sus relaciones con Arabia Saudita.

El 11/10/29022, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo "que habrá consecuencias para las relaciones de su administración con la monarquía árabe, va a haber algunas consecuencias por lo que han hecho con Rusia".

Mientras tanto, el canciller saudita, Adel Jubeir, indicó que el alto precio de la gasolina en EEUU no es culpa de la política de Arabia Saudita, sino de la escasez de refinerías en el país norteamericano y dijo: "Con el debido respeto, la razón de los altos precios en Estados Unidos es porque tiene una escasez de refinación que ha existido durante décadas", asegurando que su país no pretendía perjudicar a EEUU y que las acusaciones al respecto son infundadas.

La cancillería de Arabia Saudita recalcó: "Si bien el reino saudí busca mantener la solidez de sus relaciones con todos los países amigos, no acepta dictados y rechaza cualquier acción o intento encaminado a alterar los nobles objetivos en los que trabaja para proteger la economía global de las fluctuaciones de los mercados petroleros" y enfatizó que la decisión de reducir la producción de petróleo fue tomada por unanimidad por todos los países del grupo OPEP+ y a través del consenso colectivo de sus Estados miembros "desde una perspectiva puramente económica".

Por último, este reino denunció que EEUU intenta oscurecer los hechos con respecto a la posición de Riad sobre la crisis de Ucrania, un acto "desafortunado" que no cambiará la posición de Arabia Saudí al respecto.

Según fuentes de Bloomberg, una delegación de funcionarios estadounidenses encabezada por Elizabeth Rosenberg, vicesecretaria del Tesoro para asuntos de financiamiento al terrorismo y crímenes financieros, visitó recientemente Turquía y sostuvieron varias reuniones con empresarios de Ankara y Estambul, así como con funcionarios del Ministerio de Finanzas y el Tesoro turcos. En la agenda estuvo el tema relacionado con las sanciones antirrusas. Washington reclama que Ankara no ha sido solidaria con Occidente en imponer restricciones a Rusia, y que incluso ha incrementado la cooperación con Moscú, en particular en el ámbito energético.

Como se sabe, hasta ahora, Turquía ha mantenido una postura de no alineación en cuanto a las restricciones unilaterales, por lo que Washington trata de ejercer presión sobre Ankara. La visita de Rosenberg y su delegación no es el primer intento. Ya en agosto, otro vicesecretario del Tesoro de EEUU, Wally Adeyerno, envió una carta a la Asociación Empresarial e Industrial Turca, en la que amenazó con sanciones a los empresarios turcos que hacen negocios con Moscú. En septiembre, autoridades estadounidenses advirtieron a los bancos turcos sobre los riesgos de hacer negocios a través de Mir, el sistema de pagos ruso, lo que llevó a esas entidades a suspender los pagos por esa vía.

Así están las cosas para el país que siempre estaba acompañado, muy acompañado y hoy, por su propia arrogancia, recibe no buenas respuestas y tampoco buenas noticias. De allí que el mensaje hacia esos poderes que manda en EEUU sería, con el apoyo del contenido de la canción de Juanón Lucero, el siguiente: "Los hijos se hicieron grandes entre penas y alegrías. Y alrededor de la mesa nos quedan sillas vacías", porque "los hijos se fueron yendo, cada cual con su ilusión y aunque partieron muy alegres, yo siento penas en mi corazón".

 

 



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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