Suicidio, muerte y entierro. Alemania ahora provoca a China

*/No contento con empujar a su país hacia el suicidio económico al deteriorar sus relaciones con Rusia, el gobierno alemán ahora quiere enterrar el cadáver saboteando las relaciones comerciales con China./*

No contento con empujar a su país hacia el suicidio económico al deteriorar sus relaciones con Rusia, el gobierno alemán ahora quiere enterrar el cadáver saboteando las relaciones comerciales con China.

Robert Habeck, Ministro de Comercio Exterior de Alemania ha irritado a Beiyín declarando en la Cumbre del G7 la semana pasada que Berlín estaba considerando adoptar una nueva política con China con el propósito "de reducir la dependencia económica". Habeck señaló que Alemania se esforzaría para ejercer controles más estrictos sobre las inversiones extranjeras chinas y alejar la confianza alemana en China con relación a productos esenciales tales como semiconductores, baterías y otros productos electrónicos.

Sonó duro frente a otros miembros occidentales del foro del G7 (club elitesco redundante si alguna vez existió uno) dijo Habeck que…

https://www.usnews.com/news/business/articles/2022-09-15/g7-nattions-to-take-tougher-line-on-trade-with-China

"la ingenuidad con China se acabó". Señaló que las relaciones comerciales ya no serán vistas separadamente de supuestas violaciones a los derechos humanos y otras preocupaciones internacionales, presumiblemente queriendo señalar la supuesta hostilidad de China hacia Taiwan.

Beijín rechazó los comentarios…..

https://www.globaltimes.con/page/202209/1275548.shtml

de Habeck y replicó indicando que el "ingenuo" es él tratando de causar daño a las relaciones bilaterales mutuamente beneficiosas.

El canciller alemán Olaf Scholz, apoyó la provocación este fin de semana cuando fue interrogado acerca de la posición china respecto de Taiwan. Scholz comentó que China era la parte hostil durante las recientes tensiones acerca del territorio isleño separatista. Le advirtió a China…

https://www.globaltimes.cn/page/202209/1275490.shtml

"que es importante que prohibamos la violencia en las relaciones internacional."

Se trató de otra bandera roja que se agitó ante el rostro de China. Pareciera que Scholz no se da cuenta o no quiere darse cuenta que Taiwan es una parte soberana de China. Se trata del hecho legal de los tratados en Naciones Unidas y que fueron internacionalmente aceptados, la Política Una Sola China. Se trata de que Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Francia y Alemania de manera creciente están desplegando fuerzas militares en aguas territoriales de China y que están causando gravísimas tensiones y obligando a Beiyín a asumir una posición más dura en defensa de su soberanía, incluyendo su justo derecho sobre Taiwan.

¿A qué están jugando los líderes políticos alemanes? La insistencia de su posición y el daño que le están infligiendo a la economía del país, hace que uno se pregunte ¿qué intereses son los que ellos están sirviendo? Con certeza, pareciera que no se trata de los intereses de la población de Alemania.

Alemania como la primera maquinaria económica de la Unión Europea está chocando de frente con su loco sabotaje al comercio energético con Rusia. Esto le recuerda a uno aquellas pruebas de choques de carros en cámara lenta donde muñecos eran lanzados contra el parabrisas. Esta vez se dirigen contra un muro chino.

El corte auto impuesto del suministro de gas desde Rusia, está destrozando la industria alemana y hundiendo a la población en un invierno miserable e indescriptible pobreza. Muchos observadores, incluyendo al presidente Vladimir Putin, están asombrados por el voluntario abrazo del suicidio económico hacia donde se precipita el gobierno alemán.

Durante décadas, la economía alemana orientada hacia las exportaciones ha sido acompañada por abundante y económico gas natural y petróleo suministrados por Rusia. El gobierno de coalición en Berlín que se hizo cargo de la administración de Ángela Merkel a fines del año pasado, ha suspendido los vínculos con Moscú como parte de su apoyo a la política de Washington de aislar a Moscú. Alemania ha apoyado totalmente al régimen de Kiev apoyado por Estados Unidos suministrándole armamento pesado a Kiev en su guerra con Rusia.

Es mucho ruido y pocas las nueces la amonestación a China "prohibir el uso de la violencia en las relaciones internacionales". Berlín está alimentando el conflicto en Ucrania junto con Estados Unidos y otras potencias de la OTAN impidiendo cualquier proceso diplomático para encontrar una solución pacífica con Rusia.

Como si el golpe mortal contra la economía alemana no fuera suficiente a partir de la imprudente política hacia Rusia, ahora Berlín trata de liquidar las relaciones con Beiyin.

China ha sido el primer socio comercial de Alemania durante los últimos seis años. El intercambio bilateral ha crecido permanentemente. Este año el intercambio comercial superaría al del año 2021 con una suma de más de 240 mil millones de dólares entre Alemania y China.

Con una población de 1,4 mil millones de personas China constituye un mercado vital para las exportaciones alemanas, especialmente para la siempre importante industria automovilística que encabeza la economía alemana. Casi el cuarenta por ciento de las ventas globales de la Vokswagen, Audi, BMW y Mercedes se realizan en China estimuladas por su fenomenal desarrollo económico.

El gobierno de Berlín está poniendo en riesgo su vital línea económica con China adoptando una política de violenta provocación hacia Beiyín. En todo esto, los "líderes" alemanes están siguiendo las orientaciones de Washington. Hicieron lo mismo respecto de sabotear las relaciones con Rusia. Actualmente están inclinados en repetir esa locura con China.

Resulta notable que Habeck, Ministro de Comercio, sea miembro de los Verdes dentro de la coalición de gobierno con los socialdemócratas de Scholz. La otra antigua Verde en la coalición es Annalena Baerbock que es Ministra de Exteriores. Ambos están promoviendo una noción ideológica irracional dañando las relaciones con China y Rusia. Los verdes quieren llevar a Alemania hacia las fuentes energéticas renovables, eólica y solares.

Así es como ellos justifican deshacerse de los hidrocarburos rusos. Pero, el cálculo está lamentablemente mal ubicado. Las industrias alemanas y su amplia población necesitan el gas ruso para operar sus fábricas y calentar sus hogares.

La locura de cortar el flujo energético ruso está resultando un tiro por la culata. Resulta absurdo que Alemania esté ahora regresando al carbón, combustible sucio, con el propósito desesperado de llenar el vacío energético que le ha sido impuesto por los ideólogos Verdes.

No obstante, más que una ideología Verde, la ideología real subyacente es la Rusofobia y la Sinofobia. Habeck y Baerbock están enceguecidos por su servilismo hacia la agenda transatlántica de Washington para dividir a Europa e impedir que esta tenga una normal relación de vecinos con Rusia y China.

La agenda de Washington es la de promover la hegemonía de Estados Unidos y su supuesto dominio unipolar en las relaciones internacionales. En breve, el Imperialismo Norteamericano.

Una ampliación de aquella agenda es la de incitar el antagonismo hacia China. Rodear a Rusia va de la mano con rodear a China.

No se trata de una coincidencia cuando Washington aumenta las tensiones con Moscú en relación a Ucrania y la instrusión de la OTAN y que esté incluso frenéticamente incitando las tensiones con China en torno a Taiwan y sus dudosas acusaciones de atropellos a los derechos humanos de parte de Beiyín.

El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el Congreso están enviando armas hacia Ucrania y Taiwan en un deliberado –y uno podría decir en una criminal apuesta—para provocar una confrontación militar. La economía capitalista de Estados Unidos necesita tensiones y conflictos para mantener su complejo militar industrial –el palpitante corazón del capitalismo norteamericano.

Si el Canciller alemán Scholz tuviera alguna independencia de pensamiento más bien debiera retrucarle a Washington acerca del uso de la violencia en las relaciones internacionales.

Pero, no hay ninguna posibilidad que Scholz y su gobierno alguna vez lo haga.

Ellos son lacayos de Washington y tienen sus cerebros definitivamente lavados con basura ideológica: Rusofobia y Sinofobia.

Ya este invierno se está acercando con pavor para Alemania y para la mayor parte de la población europea debido a la escogencia de una política para destrozar la piedra angular de las relaciones energéticas con Rusia. Con el daño adicional a las relaciones germano-chinas, la elite política en Berlín le está disparando en la cabeza tanto a Alemania como a Europa, dos veces.

La industria alemana, sus negocios y sus trabajadores están indignados por la estupidez de su denominado gobierno, descrito más precisamente como un régimen en Berlín pero manejado por Washington. Furiosas protestas en las calles se han visto recientemente en Alemania y en otras partes a través de Europa en contra de la auto infligida miseria económica y constituyen un adelanto de la explosiva situación social que se está gestando.

Por Finian Cunningham Traducción desde el inglés por

Strategic Culture Foundation Sergio R. Anacona

http://www.strategic-culture.org

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

www.strategic-culure.org



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Finian Cunningham

Analista internacional


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