Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
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*/ Un fracaso en Ucrania bien podría significar…
https://www.cnbc.com/2022/04/03/a-new-world-order-is-emerging-and-the-world-is-not-ready-for-it.html
la desintegración de la Unión Europea y de la OTAN, /**/ señala Alastair Crooke./*
A veces los cambios revolucionarios nos llegan de manera sigilosa, solo apreciamos una mayor bifurcación cuando se nos hace evidente en el espejo retrovisor. Esto es especialmente así cuando aquellos que aprietan el gatillo no aprecian de manera completa—ellos mismos—lo que han hecho.
¿Qué es lo que se ha hecho?
En un instante de prejuicios viscerales, unos cuantos personeros del "Equipo de Biden" decidieron palanquear su plan para colapsar el valor del rublo de tal modo que golpearan la pasantía—rusa – apoderándose de los dólares, de los euros y de los bonos de las reservas del Tesoro del Banco Central de Rusia.
Tan seguros estaban ellos con su plan que este iba a anular por completo los esfuerzos de Rusia para salvar el rublo que se hundía, que ni siquiera se molestaron en consultar a la Reserva Federal o al ECB. Este último lo señaló públicamente y discrepó con la acción tomada.
Lo que siguió fue el inadvertido lanzamiento del sistema financiero occidental hacia una defunción gradual. Los "halcones" rusofóbicos en Washington, estúpidamente provocaron una lucha con el único país –Rusia—que tiene todas las materias primas básicas para controlar el mundo y de provocar un cambio hacia un sistema monetario diferente.
¿Podrá este este evento monetario cambiar también la dinámica geo-política? -- Ya lo hizo.
En efecto, al arrebatarle sus reservas, Washington le estaba diciendo a Moscú lo siguiente: Los dólares están prohibidos para ti, no podrás comprar nada con dólares. Si eso es así, ¿por qué habría que retener los dólares? El fin de la movida de Estados Unidos y de Europa fue inevitable: Rusia vendería su gas a cambio de rublos.
Pero aquí, se introdujo un giro maquiavélico: Al jugar a ambos lados de la ecuación, es decir, vincular el rublo al patrón oro y luego vincular los pagos energéticos al rublo, el banco de Rusia fundamentalmente está alterando todos los supuestos operativos del sistema comercial global (es decir, al reemplazar los dólares fiat nominales por una divisa sólidamente respaldada por una mercancía).
Pero, nótese que el Banco Central de Rusia hizo dos cosas de importancia geoestratégica: En ambas agregó un "piso" de precios y (algo menos notorio) asumió otra de salida única. El Banco (agregó) un piso al precio del oro --prometiendo comprar oro a una tasa fija.
No obstante, al insistir en el pago en su moneda nacional, Rusia comenzó (a retirar) el piso impuesto por Estados Unidos el año 1971 al precio del dólar en todo el mundo teniendo (que vender) sus divisas nacionales (y por ende debilitarlas) –para comprar—dólares (para pagar el combustible). Abreviando, a pesar que el vocero ruso Dmitri Peskov señaló que Rusia procedería con cautela, la medida perfora la valuación estructural excesiva acordada para el dólar.
Los productores energéticos del Medio Oriente ven con claridad hace donde va esto: Rusia al vincular el rublo con el patrón oro y los pagos energéticos con rublos, está últimamente iniciando un proceso de vincular el precio del petróleo con el precio del oro.
Esto constituye una revolución pacífica. Tentativamente el oro se convierte en un tipo de divisa neutral de reserva, pendiente del desarrollo de otra de mayor amplitud.
Luego entonces, se trata del tercer "retiro": Esto iniciaría la separación de los intercambios de materias primas—a través "del papel" cosa que Occidente manipula para mantener una ventaja sobre los precios de las mercancías y el oro. Esto, potencialmente brindará un horizonte completamente nuevo a la OPEP, por ejemplo.
He aquí el punto: Si las Tesorerías y los dólares mantenidos en la Reserva Federal de Nueva York son rechazados, entonces ¿Qué devendrá en el almacenamiento natural del valor? Pues bien, por supuesto que las mercancías. ¿Por qué esto resulta tan revolucionario? Porque en una época de interrupción del suministro, la disrupción en los alimentos y la guerra, Occidente ya no tendrá acceso a las mercancías "baratas".
Quizás el personal del Equipo de Biden debió haberse tomado la molestia en consultar a la Reserva Federal, porque irónicamente, ellos no solo rechazan a otros tenedores extranjeros de bonos del Tesoro de Estados Unidos y dólares de la reserva cuando se tomaron las reservas rusas, solo que lo hicieron justo en el momento en que la inflación en Estados Unidos subía de manera aguda y los bonos de todos modos estaban siendo rechazados.
Luego de un lapso de cuarenta años la Hacienda norteamericana está hoy en día considerada como "un beneficio menos riesgoso". Riesgoso debido al temor que la inflación convierta las tasas de los bonos aún más negativas en términos reales. Ya el rendimiento de los bonos a dos años plazo se está elevando. Pero si la Reserva Federal desea seriamente combatir la inflación las tasas de interés deben subir mucho más.
Tal como uno podría esperar, la carrera por las mercancías (por todas estas razones: amenaza de guerra, interrupción en los suministros, sanciones contra Rusia) ha hecho que los precios de las mercancías se disparen hacia la luna. Los elevados precios de las mercancías afectan a todos los otros precios y vulnerar en todas partes – pero en ninguna otra parte más que en Estados Unidos donde el constructo que está masivamente financializado, descansa sobre una pequeña base de mercancía colateral. Y donde el gobierno está cogido entre el Scylla de la temida inflación y el Charibdis de la caída del mercado si los intereses suben demasiado.
¿Podría este curso de crisis económica y declinante relevancia occidental presagiada por un cambiante orden económico global; de hiperinflación; de escasez de alimentos; estanterías vacías; pobreza inducida por la inflación y los costos de los combustibles --todo ello revertido por una victoria de Estados Unidos en el conflicto de Ucrania?
Lo que "Bucha" nos señala es que Occidente está en un frenesí de "todo o nada" para demostrar que puede ganar esta guerra. El fracaso en Ucrania podría significar….
https://www.cnbc.com/2022/04/03/a-new-world-order-is-emerging-and-the-world-is-not-ready-for-it.html
la desintegración de la Unión Europea y de la OTAN. La cohesión dentro de estas alianzas no sobrevivirá el trauma de la derrota. Y como "Bucha" nos lo dice que Occidente está listo para alcanzar una "victoria" en una guerra imaginaria, aún al costo de una pérdida estratégica de territorio en Ucrania.
La desesperación en Occidente también es revelada por la imitación de Europa del mito Ouroboros (el antiguo símbolo de una serpiente devorándo su propia cola y comiéndose viva): Al deliberadamente bloquear las materias primas rusas más baratas, Bruselas estaría fomentando un espiral inflacionario fuera de control, y la relegación de Europa hacia un arrinconamiento económico puesto que su base manufacturera resultaría totalmente no competitiva debido a los altos costos energéticos.
El presidente del Consejo Atlántico de Estados Unidos, un "declarado ideólogo de la unipolaridad"….
https://www.indianpunchline.com/indias-dilemma-over-west-vs-russia/>
Frederick Kempe, escribió lo siguiente….
la semana pasada "una victoria ucraniana –con un Estados Unidos fuerte detrás obligaría a repensar en el compromiso y competencia norteamericana y cambiar la declinante trayectoria de la influencia y relevancia transatlántica—(la pregunta no es como sería el nuevo orden mundial, sino más bien si Estados Unidos y sus aliados pueden, -- a través de Ucrania—revertir la erosión de las ganancias obtenidas el siglo pasado—como un primer paso para el establecimiento del primer "orden global mundial" verdadero (énfasis agregado).
La última saliente de Ucrania es que el mundo (más allá de la estrecha Europa Occidental y Estados Unidos) está observando atentamente. En su mayor parte, puntualmente rechaza unirse para condenar a Rusia. Una muestra de esto es el reinicio del desaire a Biden de parte Arabia Saudita y los EAU. Ambas partes se negaron a darle bienvenida a la visita de Biden, y ni siquiera contestar sus llamadas telefónicas, como también rechazar la paralización de las estrechas labores con Rusia en torno a los niveles y precios de la producción petrolera.
De algún modo las "placas" geopolíticas ya están fluctuando. Un dirigente regional lo describió de manera sucinta: con posterioridad a la iniciativa de Rusia sobre el rublo, "ya no tememos a las sanciones; hemos visto a otros países sobrevivir".
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