Paradigma de desarrollo endógeno, sustentable y sostenible en un modelo de desarrollo capitalista

Después de la segunda guerra mundial la obsesión por encontrar nuevas formas para incrementar el crecimiento económico, fue una tarea importante para los países con poder económico, por lo que para muchas economías; el crecimiento económico fue la única vía al progreso de la sociedad y a encontrar un alto nivel de vida para todas las personas, de hecho la segunda guerra mundial aceleró el desarrollo tecnológico, ingenios espaciales y la aplicación de la fisión atómica, destinada a la destrucción, o autodestrucción del mundo, y así nuestra civilización tiende a aniquilar el ambiente que le rodea, y lo ha reemplazado por técnicas sofisticadas, perjudicando nuestra tierra.

De modo pues que, en lo sucesivo; muchas ideas acerca de desarrollo han emergido, con este propósito surgió a finales de los años 80 la idea sobre el Desarrollo Sostenible como modelo a seguir por todos los países y, como es sabido; el desarrollo endógeno busca la satisfacción de las necesidades básicas, la participación de la comunidad, la protección del ambiente y la localización de la comunidad en un espacio determinado, pero que este desarrollo trascienda hacia arriba, hacia la economía del país, hacia el mundo.

De esta manera; el desarrollo endógeno, humano, sostenible implica el derecho de todo ser humano y de todos los pueblos a una existencia digna en un medio ambiente sano, permitiendo elevar la calidad de vida y el bienestar de toda la comunidad, en donde están presentes la dimensión humana y la preocupación ambiental, el respeto por el medio ambiente, la necesidad de lograr equilibrio entre el desarrollo y la preservación de la calidad de la vida y de los recursos naturales.

LEFF (1998, p.15) sostiene que "El principio de sustentabilidad emerge en el contexto de la globalización como la marca de un límite y el signo que reorienta el proceso civilizatorio de la humanidad", y MARTÍNEZ y ROCA (2000, p.241), citando a LEFF: "El impacto del comercio y de la explotación acelerada de recursos, sin embargo, trasciende regiones y naciones y se convierte en un problema global…La economía se globaliza y, por tanto, aumentan las empresas trasnacionales (ETN) que actúan en innumerables partes o lugares del mundo afectando a individuos, comunidades y ecosistemas locales…al mismo tiempo los conflictos locales propician el acomodo de la economía global a los límites de los ecosistemas".

Pero volvamos a LEFF (1998, p. 22) "La retórica del desarrollo sostenible ha convertido el sentido crítico del concepto de ambiente en una proclama de políticas neoliberales que habrán de conducirnos hacia los objetivos del equilibrio ecológico y la justicia social por la vía más eficaz: el crecimiento económico guiado por el libre mercado. Este discurso promete alcanzar su propósito sin una fundamentación sobre la capacidad del mercado para dar su justo valor a la naturaleza y la cultura; para internalizar las externalidades ambientales y disolver las desigualdades sociales; para revertir las leyes de la entropía y actualizar las preferencias de las generaciones futuras".

Como es sabido, durante siglos, la especie humana ha modificado el entorno en que vive para adaptarlo a sus necesidades, en esta relación sociedad y medio ambiente se han instituido valores que promueven una mentalidad de sometimiento del mismo, desarrollándose normas de uso que unidas a los avances científicos y tecnológicos que han dotado al hombre de un poder enorme de impacto sobre el entorno; lo condicionan a la acción depredadora de éste sobre el medio; cambiado así las condiciones de vida del planeta y originando efectos nocivos que afectan la calidad de la vida en su conjunto, es entonces que se puede observar el paradigma de desarrollo sostenible, bajo las condiciones económicas actuales, además, es evidente que el crecimiento económico por sí mismo; no puede resolver los problemas globales de las sociedades.

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En efecto, LEFF (1998 p.23) argumenta que "El discurso del desarrollo sostenible va engullendo al ambiente como concepto que orienta la construcción de una nueva racionalidad social. La estrategia discursiva de la globalización genera una metástasis del pensamiento crítico, disolviendo la contradicción, la oposición y la alteridad, la diferencia y la alternativa, para ofrecernos en sus excrementos retóricos una re-visión del mundo como expresión del capital. La realidad ya no sólo es refuncionalizada para reintegrar las externalidades de una racionalidad económica que la rechaza. Más allá de la posible valorización y reintegración del ambiente, éste es recodificado como elemento del capital globalizado y de la ecología generalizada".

Así mismo, LEFF (1998 p. 246) plasma "La crisis ambiental ha puesto de manifiesto el límite de las economías de la aglomeración…La ciudad se arraiga más fuertemente que la industria y que las prácticas agrícolas. Mientras se reconvierten tecnologías, se reubican empresas...las ciudades permanecen incólumes, acumulando funciones políticas".

Evidentemente, la actual situación mundial ambiental pone en peligro la perspectiva económica, no sólo para los países en desarrollo, incluso para los desarrollados; debido a que el desarrollo es siempre dependiente de la explotación del capital natural, las actividades económicas han ido incrementándose a un ritmo acelerado y el crecimiento económico como sinónimo de desarrollo es un paradigma erróneo, pues este no contribuye siempre a aumentar el nivel y la calidad de vida, ni tampoco a eliminar la pobreza y satisfacer las necesidades humanas básicas.

BIBLIOGRAFÍA

LEFF, E. (1998). Ecología y Capital: Racionalidad Ambiental, Democracia Participativa y Desarrollo Sustentable. 3era. Edición. México: Siglo veintiuno Editores, s.a. LEFF, E. (1998). Saber Ambiental. Sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder. 1era. Edición. México: Siglo veintiuno Editores, s.a.

MARTÍNEZ, J. y ROCA, J. (2000). Economía Ecológica y Política Ambiental. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y Fondo de Cultura Económica. México.

mariasamzhara@gmail.com



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