Somos arabo-persas

Seamos capaces de abrir nuestras mentes y espíritus a nuestra propia diversidad, a nuestro propio pluralismo, a nuestro propio mosaico y tejido. Liberémonos de nuestros prejuicios que tanto nos esclaviza y nos embrutece. Tenemos un pasaje milenario, contemporáneo, constante y latente arabo-persa que proteger, rescatar e ilustrar. Un frondoso horizonte por defender, amar y disfrutar.

Somos sensibles al occidente cuando hace llamado a la diversidad, al multiculturalismo, la abrazamos, nos entregamos a ella, y por supuesto que hay que respetarlo y cultivarlo, pero en algunos casos se es incoherentemente salvaje a su propia diversidad regional.

El llamado a la diversidad del occidente es también estratégico… de un pacto donde se promulga la tolerancia y queda ausente el vocablo respeto… Países como Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá que expolian recursos de los denominados pueblos del tercer mundo, los bombardean, les venden armamento, financian terroristas, facilitan dictaduras o falsas democracias, deudas externas impagables, los someten a un monopolio comercial, asimétrico o desigual, o mejor dicho, un comercio explotador, y si no se someten serán demonizados y bloqueados, arrojándolos a un estrangulamiento de siniestro caos. Esa población víctima, una parte inmigra a los países que les provocó su tragedia. Estos países occidentales los acepta hasta cierto límite, los aprovecha y muchos inmigrantes logran hacer una vida mejor.

Las víctimas de las guerras, genocidios, expoliación, terrorismo, bloqueo económico creado por occidente serán educadas o publicitados en pro de la diversidad etnocultural y religiosa.

El occidente de no invertir en esta ingeniería, sería entonces el caos, la guerra social, el pánico y el terror del racismo civil. La plataforma por los valores multiculturales es grande y generadora de empleo, de interesantes estudios, contribuyen a no tener miedo, de gratos festivales, fórums, conmemoraciones patrias. Todo un aporte y logro positivo que edifica el occidente a la par y/o al compas de su simultáneo salvajismo depravador a los pueblos que residen en su suelo occidental y que estos últimos deben agradecer por haberlos salvado y educado en el multiculturalismo.

Es tal vez imposible ser árabe sin ser persa y es tal vez imposible ser persa sin ser árabe. Puntualmente nos referimos a los países árabes del Medio Oriente, el Levante o Mashriq. Irán es una frontera compartida, no es un ultramar y es más que una frontera. Es nuestra diversidad territorial y más que territorial, es también cultural, histórica, comercial, política, científica, estratégica religiosa, filosófica, poética, sentimental. De esplendor y horror. De lo mutuo e inter aporte.

Persia, que en 1935 se le conoce como Irán, es hoy una acuarela de ethnicidades, entre alguna de ellas está la Persa que es la mayoritaria, Azerbayanos, Kurdos, Luros, Turcomanos, Árabes, Baluchies.

El gobierno de Irán a pesar del bloqueo económico occidental y la planetaria demonización, estoicamente ha logrado desarrollar su propio pilar tecnológico, científico, agrícola, militar, nuclear, comercial, sanitario. Irán es el único país del Medio Oriente y de los pocos del mundo que porta una autonomía, independencia y soberanía nacional. Ese gobierno no se somete a la imposición de Estados Unidos, Europa, China, Rusia, ni a la petro poderosa tiranía Saudita, que somete a muchos gobiernos árabes y africanos. Es un gobierno a viva voz anti imperialista. De postura radical por la justa liberación del pueblo nativo Palestino contra el yugo colonial israelí.

Es bien sabido que la soberanía y seguridad de un pueblo no se limita a sus fronteras sino al hemisferio mismo y sobre todo ante la particularidad del colonialismo expansionista israelí que presenta el Medio Oriente. Es por esto el apoyo irani al pueblo árabe libanés exactamente a Hizbullah, que logró expulsar al régimen colonial de Israel del Sur del Líbano, su apoyo al Yemen, Siria, Iraq. Irán sabe bien que de no proteger estos países vecinos ellos serán los próximos en ser descuartizados. Hoy Irán, Siria, Hizbullah y Rusia son los verdaderos combatientes del macabro terrorismo seudo islámico, por ejemplo una logística de guerra de 180 mil mercenarios enviados a Siria, un flagelo contra la humanidad organizado y financiado por Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania, Arabia Saudita, Qatar, Turquía y Jordania.

Lejos de hacer loas, Irán es un bastión moral y real de la lucha contra la atrofia y el anacronismo imperial y colonial en el Medio Oriente. Es un referente y reserva que nos queda a la mano ante tanta traición árabe a la Causa Palestina.

Podemos ser profundamente secularistas y no apoyar un sistema teocrático que es nuestro caso, pero eso no es motivo para no reconocer el aporte histórico en su firme lucha por su soberanía, contra la atrocidad imperial y el colonialismo expansionista sionista de Israel. Además desde el fin de la Guerra Fría, no somos los secularistas, socialistas, comunistas y progresistas los que hemos dado la batalla real contra el imperialismo, ese imperialismo que es el eje de la violación de los derechos humanos.

Podemos tener nuestras grandes diferencias con Irán y las tenemos e Irán las tiene con nosotros. La unidad no es algo homogéneo, ni monolítica.

La Unidad es también un trago amargo a emprender para avanzar en la historia. Y recordemos la letal amenaza sionista colonial expansionista que no se limita a Palestina sino a gran parte del Medio Oriente, lo que los sionistas denominan la Gran "Israel".

De hecho el ex Primer Ministro del régimen colonial de "Israel", Benjamín Netanyahu, en reiteradas ocasiones hablaba de los derechos históricos del "pueblo" judío en Irán.

Es frecuente escuchar a algunos árabes decir Irán es una dictadura y otros árabes replican, pero todo el Medio Oriente es dictatorial.

Los bombardeos occidentales contra Iraq y Libia no han instaurado ninguna democracia. Que el baluarte de la democracia no sea un chantaje, ni un ropaje que cubra nuestra buena imagen de demócratas, y permitir así el avance del genocidio árabo-persa.

Hoy a través de las petro-tiranías del golfo y demás tiranías árabes, aliadas al sionismo imperial, están invirtiendo millones de dólares en hacer ver a Irán como el enemigo del mundo árabe.

No podemos ser árabes, sin sentir a nuestros pueblos kurdo y persa, pueblos nativos, oriundos de una misma territorialidad, nuestra propia diversidad. Podemos decir que la unidad es nuestra salvación o por lo menos nuestra sabia protección, recordemos que no fue un árabe el que liberó al pueblo árabe, fue un kurdo, Salah il Din il Ayubi, Saladino. Hoy Irán está pagando el precio por su digna posición política.

Ernesto Guevara, lo sentenció, al decir: Si no luchamos juntos, nos mataran separados. Y Friedrich Hegel nos advirtió: La Historia nos enseña, que nada nos enseña. Del Imperio Romano nos viene la lapidaria frase, divide y vencerás. Debemos tener memoria histórica... Que nuestras diferencias no sean capitalizadas por el horror imperial y colonial. La unidad es nuestra salvación, cerremos filas.



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Susana Khalil


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