Chiang Kaishek, Joseph Stalin, el fracaso del Frente Nacional

Un proceso político-social en revolución es un acto de amplio espectro que afecta dramáticamente la "normalidad establecida" en busca de una transformación profunda del status quo en la direccionalidad de alcanzar profundos cambios estructurales sustentados en una teoría política diferente a la realidad que ejerce el poder a ser desplazado y sustituido. Es un proceso de y en perfectibilidad continua. ("…Una revolución (del latín revolutio, «una vuelta») es un cambio social fundamental en la estructura del poder o la organización que toma lugar en un periodo relativamente corto o largo dependiendo la estructura de la misma…". https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n).

En ese orden, nos permitimos expresar que un proceso de cambios profundos en una nación-estado, en el marco histórico de la modernidad, es inevitable en considerando el propio proceso natural de la relación Historia-ser-creado como "ser social histórico". Es decir, la propia aplicación en la estructura de un estado de la Ciencia y la Técnica en un proceso histórico de una nación-estado afecta, inevitablemente, las relaciones sociales, económicas, políticas e ideológicas incluso militares en la búsqueda de la aspiración de alcanzar nuevas maneras de vivir de la sociedad afectada por esos cambios propuestos. En ese sentido, esas afectaciones entran en fuertes contradicciones con lo establecido-social y económico produciendo confrontaciones inevitables y dramáticas justificadas por el propio sentir de la Historia en evolución natural. En lo concreto, en el caso de China cuando se viera afectada, profundamente, por su propio proceso histórico semi-colonial fue cuando la sociedad comprendió las debilidades consecuentes de las aplicaciones de los tratados y acuerdos impuestos por los imperios europeos, japonés y norteamericano a su sociedad como un todo; realidad objetiva que se expresó en el desplazamiento del significado de "imperio" para sustituirlo por una "república al estilo occidental" (1911).

Lo inmediato anterior afectó al mundo pensante chino en tres conceptos social-teórico en la aspiración de tratar de alcanzar el "reflejo occidental" de una "sociedad moderna". Ellos fueron el cosmopolitismo, el nacionalismo y el individualismo. Estas tres propuestas ideológicas se vieron afectadas por dos hechos históricos: los sucesos del "4 de mayo de 1919" y la Revolución Bolchevique de los obreros, campesinos y soldados. Esas afectaciones produjeron, a su vez, dos realidades políticas a nivel nacional como fueron la consolidación de un partido nacionalista, Kuomintang (Guomindang), fundado por Sun Yatsen, y un partido político que podríamos calificarlo de "los nuevos tiempos" como sería el Partido Comunista Chino de corte leninista.

En el marco de la necesidad de la defensa de la Revolución Rusa, las autoridades ruso-bolcheviques consideraron el escenario socio-político en curso en China en dos objetivos realistas: alcanzar un acuerdo de reconocimiento del gobierno ruso por el gobierno chino y, a través de la Internacional Comunista, convencer a los políticos de ambos partidos políticos referidos a suscribir un frente unido nacional que pudiera establecer políticas nacionales y anti-imperialistas con profundas afectaciones en las realidades en la sociología existente en el campo chino (¿feudalismo chino?).

Alcanzar un acuerdo frentista significaba afectar los profundos intereses de los países imperiales y norteamericano en China en considerando las objetivas realidades políticas y sociales de la post-Gran-Guerra en el continente europeo, el proceso militarista japonés y las realidades políticas en suelo norteamericano (años de la década de 1920). Este frente tuvo dos momentos que influirían en el propio proceso unitario del KMT y el PCCh como fueron el fallecimiento del líder fundador del KMT, Sun Yatsen, y el ascenso a la dirección del partido nacionalista del general Chiang Kaishek, y el deceso del líder bolchevique, Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, y el ascenso a la dirección tanto del gobierno como del partido PCUS por Joseph Stalin y su "fuerte influencia" en la Internacional Comunista.

En ese orden de ideas, podríamos aceptar que la existencia del Frente Unido Nacional de China se circunscribiría entre los años 1924 a abril de 1927 cuando el general Chiang Kaishek decidió romper con el acuerdo tanto con el PCCh como comenzar un proceso de distanciamiento paulatino con la Internacional Comunista. Es decir, la existencia del primer frente nacional de corte nacionalista y anti-imperialista que se expresó en el escenario internacional llegaba a su fin por la traición del líder-general Chiang. Aquella realidad no fue ajena a las profundas diferencias entre Joseph Stalin y León Trotsky que marcarían el futuro de los procesos revolucionarios a nivel mundial. Ambos hechos históricos marcaron un antes y un después en una posible proyección revolucionaria en los países semi-coloniales en la América meridional desde México hasta Argentina.

A título de ejemplo-guía probemos citar a Rómulo Betancourt en su carta dirigida a Valmore Rodríguez cuando le expresa que "…ese concepto del frente único…era el que imponía Stalin al joven partido comunista chino, cuando lo subordinaba al Kuomintang y a Chiang-Hai-Chek (Chiang Kaishek); era el que le imponía al partido comunista mexicano…" (Betancourt, Rómulo. Carta confidencial a Valmore Rodríguez. San José de Costa Rica, 15 de agosto de 1932. Libro Rojo. El Centauro, ediciones, 2005, pág. 180).

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.



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Miguel Ángel Del Pozo


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