Santouribismo agita y escala anti venezolanismo

El señor Santos ha hecho un grandilocuente discurso sobre la crisis suscitada por el cierre de la frontera con Venezuela en el eje Cúcuta-San Antonio para hacer énfasis en el "irrestricto" respeto de los derechos humanos por parte de su gobierno. Las siguientes son algunas de sus palabras (http://bit.ly/1hVne8b):

"La política exterior de un país refleja los principios y valores en los que cree, y así ha sido en nuestro gobierno. Desde el 7 de agosto de 2010 dije que íbamos a privilegiar….el respeto por los derechos humanos".

"Los derechos humanos… esos principios universales que están por encima de cualquier norma, porque se refieren a lo más sagrado del ser humano, que son su vida, su libertad y su dignidad. Hemos venido aplicando esa política exterior y lo hemos hecho –en particular– con Venezuela, con cuyo gobierno tenemos profundas diferencias en cuanto al concepto de democracia y el modelo económico".

A renglón seguido se rasga las vestiduras para resaltar que lo ocurrido con el cierre de la frontera "¡Es un escenario de inhumanidad y crueldad que nunca imaginamos vivir ni conocer en nuestra región! Los organismos internacionales –como la ONU y la OEA– se conformaron para preservar una paz basada en el respeto a los derechos humanos".

"En la ONU hay un Consejo de Derechos Humanos y en la OEA hay un Sistema Interamericano de protección a los derechos humanos, con una Comisión y una Corte".

"Dos instancias a falta de una… ¡Así es de importante este tema a nivel internacional! Por eso –por la gravedad del tema– pedimos al Consejo Permanente de la OEA que convocara una reunión de cancilleres, confiados en que nadie iba a eludir un debate sobre una situación actual y urgente relacionada con los derechos humanos".

Posteriormente anuncia que la Canciller Holguín hará denuncias ante "el Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Lo hará ante el Secretario General de Naciones Unidas, ante el Alto Comisionado de Derechos Humanos en Ginebra, y ante la Organización Internacional de Migraciones. Y lo haremos ante la opinión y los medios del mundo, que no pueden desconocer esta tragedia humana".

También Santos ha notificado que "esta misma tarde, el Fiscal General de la Nación me comunicó que –en el marco de su autonomía– está considerando seriamente presentar una denuncia ante la Corte Penal Internacional contra miembros de la cúpula civil y militar del Gobierno venezolano que podrían ser responsables por crímenes de lesa humanidad consagrados en el Estatuto de Roma".

Rápidamente el supuesto opositor de la radical ultraderecha, el jefe del paramilitarismo, el señor Uribe Vélez, embelesado con tanta belleza oratoria, nunca vista en la historia patria, salió entusiasmado a brindar su desprendido respaldo. Estas sus palabras:

"A mí me parece correcta la intervención del Presidente de la República esta noche y creo que por el momento del país debo ahorrar preocupaciones por todo lo que venía diciendo y haciendo el Gobierno, y dudas sobre el futuro. Simplemente lo que ha dicho el Presidente de la República esta noche me parece correcto".

"Además de todo lo que ha propuesto el Centro Democrático, esta noche propusimos, aquí en la Plenaria, que por encima de las diferentes apreciaciones sobre el manejo de la política internacional, se apruebe una proposición de rechazo a la negativa de la OEA de citar al Consejo de Cancilleres. Y que quede absolutamente claro, porque a este país no solamente están regresando colombianos torturados por la tiranía de Venezuela, sino que están viniendo muchos venezolanos a buscar refugio, y se lo preguntan a uno en las poblaciones colombianas, que quede absolutamente claro que en Colombia debe haber una sola conciencia colectiva: afecto, cariño a todo venezolano que llegue acá. ¡Son nuestros hermanos!" (http://bit.ly/1ILJy97).

Cinismo es lo único que se me ocurre frente a esta verborrea. No se sale del estupor.

Que el Santouribismo en toda la línea, por el reencuentro de viejos compinches en los más execrables hechos de violencia de los años recientes de Colombia, nos diga que son la excelsitud defensora de los derechos humanos, no deja de asombrar. Produce pasmo. Desazón.

Desconcierto. Perplejidad. Y hasta risa. Que tal!!!!!

Pero, ¿Quién lo dice?

Lo dicen los responsables del desplazamiento violento de más de 7 millones de campesinos que a punta de masacres, torturas, violaciones, despojos, secuestros y destrucción de sus bienes, con la acción de los grupos paramilitares creados en brigadas y batallones militares, infiltrados en el Estado, generaron la mayor tragedia humana registrada en el hemisferio occidental.

Lo dicen los autores de los infames "falsos positivos" que terminaron con la vida de más de 5 mil humildes seres humanos, en situación de discapacidad mental, presentados por sus asesinos, miembros del Ejercito, como integrantes de grupos guerrilleros, a quienes se les colocaba prendas militares para cobrar las recompensas autorizadas por Uribe y Santos con dineros del Plan Colombia yanqui.

Lo dicen los cómplices y coautores del mayor exterminio de un partido político como la Unión Patriótica, que vio caer a lo largo de los últimos 20 años mas de 6 mil de sus militantes, entre quienes se contaban senadores, diputados, sindicalistas, intelectuales, periodistas, estudiantes, mujeres y activistas de derechos humanos.

Lo dicen quienes promovieron desde los altos cargos del Estado la acción sangrienta de los grupos paramilitares y de las mafias de la droga enquistados en las Fuerzas Armadas y organismos de inteligencia del gobierno.

Lo dicen quienes implantaron el neoliberalismo y las recetas mercantilistas que privatizaron la salud, la educación, las políticas laborales y otras estrategias sociales del Estado.

No joda. Se necesita mucho descaro. Mucha ruindad. Mucha cara dura para salirnos con ese discurso al día de hoy, a propósito de las demandas justificadas del gobierno popular bolivariano azotado en la frontera, y en la misma Caracas, por el paramilitarismo, el contrabando y la especulación delincuencial con el dólar, tal como ocurre desde el municipio de Cúcuta.

¿Por qué a Santos y a Uribe, como a Gaviria y a Pastrana, no se les ocurrió en las últimas décadas promover el respeto integral de los derechos humanos de millones de colombianos afectados en su integridad por el militarismo, el despotismo y el paramilitarismo?

¿Por qué no se acordaron en su momento de las entidades internacionales de los derechos humanos que ahora invocan con ocasión de los problemas fronterizos?

Es que no tienen autoridad moral. Carecen de legitimidad y eso los desnuda ante la sociedad y el mundo.

Si en la OEA les fue como a perros en misa. En la ONU y otros organismos internacionales será peor. Se tendrán que regresar muy trasquilados porque en esos ámbitos la gente no como cuento, como si ocurre acá donde su redes mediáticas mienten y manipulan sin límite.

Lo que el mundo debe saber, lo que los pueblos de América Latina deben entender, es que toda esta pantomima orquestada desde el poder por la elite oligárquica bogotana, tiene propósitos muy oscuros (ver: http://twishort.com/y3Vic). Lo que se pretende es sabotear el promisorio proceso de paz que se adelanta en la capital cubana con las Farc para superar la grave guerra civil que carcome a la nación desde hace mas de 60 años; destruir la unidad de las naciones latinoamericanas, agrupadas en Unasur; y barrer los logros alcanzados por los cambios revolucionarios dados en Venezuela, desde el año 1999, que han significado la plenitud de los derechos humanos fundamentales, con el liderazgo de los Presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Esos los fines de este anti venezolanismo virulento que trasluce el discurso del señor Santos. Es un discurso de odio contra el pueblo de Bolívar y Chávez.

Como van las cosas, la única alternativa que le queda a la dirigencia del Estado bolivariano es extender el estado de excepción y el cierre de la frontera en otros lugares como los Estados de Zulia y Apure.

Nota. Es tan delicada hoy la acción del paramilitarismo en la frontera con Venezuela, que uno de sus más sanguinarios Jefes, el Iguano (Jorge Ivan Laverde Zapata), quien sembró de terror el Área Metropolitana de Cúcuta durante los gobiernos de Uribe, cuando Santos era su Ministro de Defensa, en alianza con la actual dirigencia política Nortesantandereana, mediante hornos crematorios en Juan Frio, después de salir recientemente de la cárcel, donde purgo una breve pena por sus horrendos crímenes, está reorganizando, en el municipio de Puerto Santander, los núcleos paramilitares mediante la articulación de Rastrojos, Uribeños, Águilas Negras y Autodefensas de Norte, que ya se encuentran operando en la región, desde campamentos y fincas ubicadas en la frontera y en los ejes que se despliegan hacia Mérida, La Fría, La Grita y San Cristobal. Ojo, pues. Que Santos y Uribe no se hagan los de la vista gorda, pues allí tienen metida la mano los politiqueros oficialistas y las brigadas militares y policiales. Ojala incluyan este hecho en las denuncias que han anunciado con bombos y platillos ante los organismos internacionales de derechos humanos.



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Horacio Duque

Politólogo e historiador.

 horacioduquegiraldo@gmail.com      @horacio_DG

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